El microcentro porteño fue la zona de la Ciudad de Buenos Aires que más sufrió el impacto de la pandemia. Este barrio porteño —delimitado por las avenidas 9 de Julio, Santa Fe, Belgrano y el Bajo— es el que tiene mayor concentración de metros cuadrados destinados a oficinas y locales comerciales y en medio de las restricciones más duras de la cuarentena quedó desierto: edificios enteros quedaron deshabitados y el 25% de sus locales bajó la persiana.
El Gobierno porteño presentó varios proyectos con incentivos para que los dueños de las oficinas que quedaron desocupadas puedan reconvertirlas en espacios de viviendas y para que quienes quieran comprar o alquilar una propiedad en la zona puedan acceder a préstamos. Estos proyectos ya fueron aprobados por la Legislatura de la Ciudad y, según anticiparon a Infobae, se está trabajando para que su reglamentación esté finalizada en diciembre.
En el Gobierno porteño estiman que los créditos del Banco Ciudad y los beneficios estarán disponibles a partir de febrero de 2022
Por eso, en el Gobierno porteño estiman que los créditos del Banco Ciudad y los beneficios estarán disponibles a partir de febrero de 2022. “El microcentro sufrió las consecuencias de la pandemia y la nueva organización del trabajo más que cualquier otra zona de la ciudad. Es el barrio que más transporte tiene, subte, trenes, colectivos. Tiene muchas potencialidades que favorecen la mixtura de usos. Además la transformación de oficinas en viviendas también hay que sumar a la zona servicios educativos, de salud y personales, como peluquerías o gimnasios, que no hay tantos”, señaló José Luis Giusti, ministro de Desarrollo Económico y Producción del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Los créditos para comprar viviendas para uso residencial en la zona serán otorgados por el Banco Ciudad con un plazo de 20 años. A diferencia de los préstamos que hoy otorga el mercado, a través de la modalidad UVAs que ajusta las cuotas de acuerdo a la inflación, estos créditos se ajustarán de acuerdo a la variación de los salarios. La diferencia entre el ajuste por inflación y el ajuste por salarios será subsidiada a través de un fondo del Gobierno porteño.
“La persona o familia que toma el crédito tiene que tener un ingreso que le permita cubrir aproximadamente el 40% de la cuota mensual. Estimamos que se van a requerir ingresos por $140.000, pero eso se va a terminar de definir en la reglamentación en la que se está trabajando”, señaló Giusti. El Gobierno porteño estima que otorgarán créditos por un monto equivalente a 6.000 viviendas y que se podrán reconvertir unos 150.000 metros cuadrados de oficinas a uso residencial.
También habrá créditos para inquilinos que quieran instalarse en la zona, un distrito donde predominan jóvenes y estudiantes, según detalló Giusti. En ese caso, el crédito se destinará a cubrir los costos de alquilar: comisiones inmobiliarias, mes de adelanto, garantía y mudanza. “La idea es crear por un lado la oferta de viviendas, pero por otro lado también la demanda”, aseguró el funcionario.
“Es un cambio que lleva tiempo y no es fácil. En el tiempo que demora la presentación de los proyectos y las obras, se van a ir haciendo mejoras y eventos para que se empiecen a ver un cambio en la zona” (Giusti)
Por eso, para el sector inmobiliario y los desarrolladores que tengan proyectos para reconvertir oficinas en viviendas, el Gobierno porteño les ofrecerá un beneficio: el 50% de la inversión se podrá tomar como pago a cuenta de Ingresos Brutos (dentro de su actividad). También se facilitarán los trámites para aprobar las obras o realizar cambios en los reglamentos en propiedad, en el caso de requerir cambios en el tipo de uso determinado para las propiedades. En la segunda semana de enero, se abrirá el registro para las empresas que comiencen proyectos de transformación de oficinas.
También habrá beneficios impositivos para los locales comerciales que se reconviertan a una serie de rubros considerados ahora como estratégicos para la zona: actividades educativas, centros médicos y rubros de servicios personales. A los que ya están cumpliendo estas actividades se otorgará dos años de beneficios en Ingresos Brutos y a los que se reconviertan tendrán financiado el 50% de la inversión. “En el peor momento de la cuarentena, el 25% cerró. Hoy ese porcentaje ronda entre el 10% y el 15%. La zona tiene un 50% menos de movimiento que antes de la pandemia”, detalló Giusti.
Para incentivar el desarrollo del área, el Gobierno porteño prevé además obras de mejora del espacio público, ferias gastronómicas y actividades culturales que atraigan nuevo público. “Nos acompañaron asociaciones comerciales, desarrolladores que nos ayudaron a diseñar el proyecto. Es un cambio que lleva tiempo y no es fácil. En el tiempo que demora la presentación de los proyectos y las obras, se van a ir haciendo mejoras y eventos para que se empiecen a ver un cambio en la zona”, concluyó el funcionario.
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