El dólar en el mercado informal volvió a bajar en el inicio de la semana, con un retroceso de 1 pesos para quedar en $195,5 por unidad. Pero la momentánea calma cambiaria no se disfruta a pleno en el mercado local dado que las bajas generalizadas en las principales bolsas del mundo se traduce en caídas para los bonos soberanos argentinos (2%) con impacto casi neutro en el riesgo país, que cayo un par de puntos básicos con respecto al viernes pasado, cuando había amagado con dispararse en la apertura.
Las distintas cotizaciones paralelas del dólar continuaron en las primeras horas el lunes en el rumbo bajista que dominó a sus mercados durante la semana pasada. El dólar libre perdió 1 peso, el dólar MEP terminó igual que el blue, y el dólar contado con liquidación una cifra similar que lo llevó a poco más de $206 por dólar, según Reuters.
Según operadores, el aumento de la demanda de pesos de cada fin de año está presionando a la baja a esas cotizaciones. Empresas deben hacerse de pesos para pagar aguinaldos y vencimientos impositivos. Esta fuerza debería desaparecer en la segunda mitad del mes, cuando esos pagos terminen de ser concretados.
El buen tono en el mercado cambiario, en el que el peso gana algo de terreno, contrasta con el mal día en los mercados globales para bonos y acciones. Los principales bonos soberanos en dólares operaron con subas y bajas: el GD20D ganó 0,4%, pero el AL30 bajó 1,2%, mientras que otros (AE38D y AL29D) cayeron más de 2,5 por ciento. Los bonos en pesos bajaron hasta 2,6 por ciento.
El índice S&P Merval de la Bolsa porteña perdió 4,1%, lo que equivale a una baja de su valor en dólares del orden del 3,4 por ciento.
Para los ADR locales que cotizan en Wall Street fue un jornada de muchos rojos. Los bancos bajaron entre 3 y 7,1% (Supervielle); Cresud perdió 3,9% y Edenor 3,5 por ciento. En “verde”, los gigantes tech locales, Mercado Libre y Globant, que ganaban hoy 3,3 y 1,1 por ciento; Telecom (+0,8%) y Ternium (0,6%).
“Más allá del clima del norte, los activos locales se inclinan hacia una mayor cautela dado que los operadores están concentrados en los contactos con el FMI, en busca de consensuar la ‘hoja de ruta’, y las posibilidades de alcanzar un acuerdo a corto plazo”, destacó esta tarde Gustavo Ber, de Estudio Ber.
“Los inversores estarán expectantes ante la reunión de la Fed del día miércoles, que puede concluir en una modificación en el rumbo de la política monetaria”
“En dicho sentido, despiertan preocupación la falta de avances concretos hasta el momento así como las últimas declaraciones políticas desde el oficialismo ya que podrían complicar el proceso. Más allá de que aún se descuenta un acuerdo de último minuto, un contexto político poco amigable -tanto desde la oposición como desde la coalición del oficialismo- podría terminar derivando en un acuerdo ‘light’, donde sólo se posterguen vencimientos pero no se avancen con decisión en la corrección de los desequilibrios económicos acumulados, lo cual no contribuiría a mejorar las expectativas de los agentes”, agregó.
A la par, una caída en las tasas a 10 años de los Estados Unidos como resultado de renovados temores sobre el rumbo de la economía en una semana plagada de decisiones de política monetaria: tanto la Reserva Federal de los EEUU como el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón darán a conocer decisiones o comunicarán sus visiones durante esta semana.
El retiro de los estímulos monetarios como resultado del repunte de la inflación en todo el mundo debería tender a expulsar capitales de mercados emergentes, más riesgosos, que regresan a países centrales para priorizar seguridad por sobre rendimientos.
“Los inversores estarán expectantes ante la reunión de la Fed del día miércoles, que puede concluir en una modificación en el rumbo de la política monetaria. Las expectativas estarán puestas en la decisión sobre la velocidad del Tapering a partir de enero: se prevé que la reducción mensual pase a ser de USD 30.000 millones, en lugar de los USD 15.000 millones que se esperaban hasta el mes pasado. También, se deberán actualizar las previsiones internas sobre los niveles del tipo de interés oficial durante los próximos tres años”, analizó el informe diario de la sociedad de bolsa Cohen.
A las condiciones externas se sumaron renovadas dudas a un pronto acuerdo del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por una millonaria deuda de en torno a USD 45.000 millones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y Argentina están “totalmente comprometidos” para lograr un nuevo programa, dijo el viernes el FMI, aunque se necesitan más conversaciones tras las recientes reuniones técnicas entre ambas partes en Washington.
En tanto, un discurso de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el que mostró su oposición a un acuerdo bajo las condiciones habituales del organismo volvió a poner un manto de incertidumbre en la plaza financiera.
“Así, estos hechos demuestran las dificultades en lograr un acuerdo que sea viable económicamente y políticamente, donde también el timing importa porque no puede tardar demasiado, dado el bajo nivel de reservas y pagos a realizar al organismo”, dijo Roberto Geretto, economista de Fundcorp a Reuters.
“Sin dudas, esto quita impulso al repunte en los bonos en dólares visto la semana pasada”, afirmó.
“Las negociaciones con el FMI se extienden y el acuerdo tarda en llegar. En este marco, y considerando la constante pérdida de divisas del banco central (BCRA) no sorprende la debilidad dentro de la curva soberana”, dijo Portfolio Personal Inversiones (PPI).
El BCRA debió desprenderse de unos 155 millones de dólares de sus reducidas reservas para abastecer la demanda genuina de divisas y mantener la paridad cambiaria.
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