En la ciudad de Buenos Aires el 80% de la población reside en departamentos, según expertos del Real Estate. Pero en los últimos tiempos, sobre todo desde que llegó la pandemia de Covid-19, parte de la demanda orientó la búsqueda hacia casas con jardín y, preferentemente con pileta, dentro del tejido porteño.
No abundan estas propiedades, están distribuidas en Recoleta, Belgrano, Núñez, Palermo, Barrio Parque, Villa Urquiza, Caballito, Barrio Norte, Retiro y Villa Devoto, entre otros lugares cotizados. Integran un club selecto de no más de 500 propuestas en venta y otras tantas en alquiler.
Al cotejarse con el mercado de departamentos de CABA, donde hay mucha dispersión de valores, y la sobre oferta es amplia con más de 50.000 unidades en venta, los precios son similares sólo en comparación con los de alta gama o que están en inmuebles dotados de amenities premium.
Dentro de CABA, quienes consultan por la compra de casas representan el 4% del total de consultas, mientras que los departamentos alcanzan un 77 por ciento” (Towers)
Un departamento premium en Puerto Madero o Belgrano, oscila entre USD 5.800 y USD 4.800 por metro cuadrado, y casas de gran nivel edilicio, se ofrecen a partir de USD 3.500 por m2. Las áreas comunes como gimnasios con todos los aparatos modernos, spa, sauna, parrillas y piscinas abiertas o cubiertas hacen la diferencia entre una y otra opción. Pero los expertos sostienen que hay casas únicas que superan en cotización a un departamento que pueda estar en el mejor complejo de Buenos Aires.
Matías Towers, director comercial de Mudafy, dijo a Infobae, que, “dentro de CABA, quienes consultan por la compra de casas representan el 4% del total de las consultas que recibimos, mientras que los departamentos alcanzan un 77% entre los que solicitan datos o preguntan por las viviendas en altura”.
En CABA hay departamentos con jardín privado en Recoleta, Palermo, por ejemplo. En Núñez y Belgrano también existen pero es más común que este espacio verde sea un terreno en donde todos los vecinos pueden usarlo.
Unidades exclusivas
Eduardo Elías, gerente comercial de Izrastzoff Compañía Inmobiliaria, contó a Infobae, que, “el comprador que busca estas propiedades no está dispuesto a mudarse a zonas alejadas de la Capital y, al mismo tiempo, le da gran importancia al valor que le confiere la expansión del verde en medio del cemento de ciudad. Las prestaciones que requieren son todas las esperables para las necesidades de un grupo familiar. El jardín constituye un valor agregado determinante, una oportunidad de desarrollar parte de la vida al aire libre e incluso, en algunos casos, disfrutar de la pileta, una ventaja única”.
“El jardín constituye un valor agregado, una oportunidad de desarrollar parte de la vida al aire libre e incluso, en algunos casos, disfrutar de la pileta, una ventaja única” (Elías)
Por lo general son viviendas que seducen al segmento ABC1, con valores que son más afines a los que se encuentran en zonas acomodadas de Roma o Madrid, pero con la diferencia en que en esas ciudades no hay una pileta o un jardín tan amplio para disfrutar, según destacan voces expertas del sector.
Sofía Moñino, bróker de Martín Pinus Inmuebles, dijo a Infobae: “Quien busca estas propiedades prioriza tranquilidad, seguridad, buenos vecinos, como también resguardo de casas de valor patrimonial si es que logra comprar en casonas históricas. En referencia con la demanda, en el último tiempo ha predominado el mercado de oportunidad, registrándose un gran movimiento. Se han acercado a nuestra inmobiliaria, familias que vivían en departamentos, con mucho ánimo de soltar esa dinámica de vivir en altura, para poder disfrutar de una piscina en su propio jardín”.
Hubo movimiento. Se han acercado familias que vivían en departamentos, para dejar de vivir en altura, y ´pasar a poder disfrutar de una piscina en su propio jardín (Moñino)
Son propiedades escasas y tan valoradas por sus dueños que siempre resulta baja la cantidad de oferta para la venta. Los dueños intentan conservarlas. Sucede que si se van a vivir al exterior, optan por alquilarlas, porque creen que pueden volver.
“Tener un jardín a disposición es muy cómodo, pero el interesado tiene que comprender que a veces vivirá en la base de un edificio con unos cuantos vecinos arriba y también comprender que la sombra varía. Es muy distinto a tener un jardín en una casa en Gran Buenos Aires que en CABA, donde a veces se exige un uso muy cuidadoso y silencioso que incluso puede estar reglamentado por el consorcio de al lado”, detalló Elías.
Desde el mercado informaron que la permanencia en venta o en alquiler de estas “joyas” suelen prolongarse por un año a 18 meses. Siempre encuentran a alguien interesado dispuesto a pagar el precio fijado, pero nunca de inmediato. En cuanto al alquiler, el resultado es más rápido. Por lo general no pasan dos meses.
Precios
Si bien la oferta no es tan amplia, sobre todo las que tienen pileta, en Belgrano, “arrancan en USD 300.000. Hay más casas en CABA, eso hay que aclararlo, pero los valores son otros sin jardín ni piscina. De hecho, hay opciones en Mataderos que arrancan desde USD 80.000, o en Flores, desde USD 110.000″, detalló Towers.
Izsrastzoff comercializa en venta por ejemplo en Quintana al 300, en Recoleta, una casa con 100 m2 cubiertos con dos dormitorios, más 89 m2 de jardín, reciclada, por USD 499.000. Algunas en alquiler, con similares prestaciones, parten desde $250.000, con cochera y tres dormitorios.
Moñino, contó que, “dentro de lo que es el área del Pasaje Malasia y Gorostiaga, conocido por los que habitan allí cómo San Benito, los valores por m2 rondan USD 3.700, dependiendo el estado de la casa, o si tiene piscina, la cantidad de plantas, entre otros detalles”.
En el tramo belgranense hay casas de 330 m2 total que parten desde un valor de 1.250.000 dólares. En general, las casas porteñas, son unidades de las décadas del ‘40 y ‘50. Más que una moda, la demanda que existe responde a la necesidad o exclusividad de contar con espacios verdes sin alejarse de la ciudad.
Varias son propiedades que fueron recicladas y puestas en valor con materiales de última generación y redistribuyendo ambientes para adaptarlos a la funcionalidad de la vida moderna. Se han utilizado griferías y porcelanatos de alta gama para los pisos en baños y cocina; como aberturas para la salida al jardín, por ejemplo.
“Por lo general, las unidades de este tipo que hemos comercializado no requieren reformas o mejoras grandes, en casi todos los casos se ve que sus dueños las mantienen en muy buen estado”, agregó Eduardo Elías.
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