A 20 años del “corralito”, el ex ministro de Economía Domingo Cavallo todavía mantiene su defensa a ultranza de la medida decretada en diciembre de 2001 que limitó fuertemente el retiro de dinero de los bancos y fue la antesala de la mayor crisis política, económica y social en la historia reciente del país. Al “corralito” siguió una ola de protestas y saqueos que culminaron con la renuncia del presidente Fernando de la Rúa.
“El corralito era algo que inexorablemente había que hacer (...). ¿Qué otra alternativa va a poner usted si se le están yendo los depósitos de una manera muy rápida y todos se quedan sin suficiente liquidez? No hay inventiva que se pueda hacer”, subrayó Cavallo en una entrevista a la agencia de noticias española EFE, desde su oficina en Buenos Aires.
“El corralito era algo que inexorablemente había que hacer (...). ¿Qué otra alternativa va a poner usted si se le están yendo los depósitos de una manera muy rápida y todos se quedan sin suficiente liquidez?”
Para los analistas, las raíces del “corralito” se remontan diez años atrás, cuando el propio Cavallo, ministro de Economía del presidente Carlos Menem entre 1991 y 1996, estableció por ley la paridad “uno a uno” entre el peso argentino y el dólar. La “convertibilidad” sirvió para frenar la hiperinflación y estabilizar la economía. Sin embargo, la década de los 90 concluyó con una nueva crisis económica caracterizada, entre otros factores, por el aumento imparable de la deuda externa.
Un corralito “inevitable”
En su retorno al Ministerio de Economía en marzo de 2001, la situación que se encontró Cavallo era crítica: una recesión en su tercer año de desarrollo, deudas cada vez más insostenibles y, especialmente a partir de noviembre, una fuga de dólares del sistema financiero por los temores a una devaluación.
Para salvar la convertibilidad y evitar el colapso de los bancos, Cavallo anunció el “corralito”, una disposición que aun todavía defiende y asegura que en ningún caso implicó una “confiscación de los depósitos”.
“¿El corralito qué era? Restringir el retiro de efectivo de los bancos. La idea de que el corralito significó una expropiación de depósitos es una falsedad”, afirmó. Gran parte de la sociedad argentina, que fue “totalmente engañada”, en la opinión del ex ministro, por los sectores que deseaban la “pesificación compulsiva” de la economía.
“Por supuesto, tendríamos que haberlo explicado mejor (...). Creo que fui claro, lo que pasa es que había otros que estaban trabajando para el lobby que quería desestabilizar la economía y fueron muy destructivos. En ese momento, la gente tuvo una gran confusión”, considera el economista.
“Al sacarnos a De la Rúa y a mí del Gobierno abrieron la puerta para desorganizar de manera tremenda la economía argentina. El ‘default’ y la confiscación de los depósitos a través de la pesificación: eso fue destruir la organización económica de Argentina”
En opinión de Cavallo, fue el Gobierno de Eduardo Duhalde —que asumió en 2002 luego de la renuncia de De La Rúa y tras varias semanas de inestabilidad política— el responsable de la crisis socioeconómica que hundió al país en 2002, año en que la pobreza aumentó hasta el 57,5 % de la población.
“Creo que al sacarnos a De la Rúa y a mí del Gobierno abrieron la puerta para desorganizar de manera tremenda la economía argentina. El ‘default’ y la confiscación de los depósitos a través de la pesificación: eso fue destruir la organización económica de Argentina”, aseguró Cavallo, que calificó estas decisiones como un “crimen económico”.
Para el ex ministro, las medidas instauradas por Duhalde se habrían podido evitar mediante la reestructuración ordenada de la deuda y un posterior auxilio del Fondo Monetario Internacional, que suspendió su apoyo al Gobierno argentino en noviembre del 2001.
Según la visión de Cavallo, esos dos hechos hipotéticos, sumados al aumento de las materias primas y el retroceso del dólar estadounidense a lo largo de 2002, habrían permitido levantar el “corralito” y mantener intacta la convertibilidad, eludiendo la inflación, que este año se estima que cerrará por encima del 50% anual.
No hacía falta quitar la convertibilidad, al contrario, era totalmente perjudicial destruir el sistema monetario de la Argentina y reintroducir la inflación
“No hacía falta quitar la convertibilidad, al contrario, era totalmente perjudicial destruir el sistema monetario de la Argentina y reintroducir la inflación”, se lamentó Cavallo.
Una parte de la sociedad argentina aun culpa al polémico economista por lo sucedido en 2001. Pero según Cavallo, esa opinión desfavorable “ha cambiado muchísimo” en los últimos años, ya que hoy los argentinos, de acuerdo a su opinión, “valoran lo que significó la convertibilidad”.
“El panorama (actual) es muy malo y eso tiene que ver con haber abandonado esas ideas y principios que habían dado diez años de estabilidad en la década de los 90″, resaltó el ex ministro.
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