Verano de precios calientes: cómo es el único depósito bancario que protege de la inflación que espera el mercado

Las expectativas de mercado muestran un repunte dradual de la inflación esperada que llega a tocar un 4% en marzo

Aplica un método de ahorro eficiente para evitar gastos y problemas con las deudas. (Foto: Freepik)

Las expectativas de inflación para el futuro cercano fuerzan a los ahorristas a buscar alternativas para cubrirse frente al avance de los precios. Para el que no puede recurrir al dólar y necesita colocar pesos, los bancos ofrecen una única opción que cuida la capacidad adquisitva de los ahorros. Los bancos, sin embargo, no los impulsan y hoy menos del 5% de los depósitos en pesos están colocados en esa modalidad.

Se trata de los plazos fijos UVA (Unidad de Valor Adquisitivo), la contracara de los préstamos hipotecarios ajustados por esa unidad indexada por inflación que supieron ser el foco de una polémica por la aceleración del ritmo de avance de los precios que afectó a las cuotas de quienes se endeudaron para comprar sus hogares.

Esos depósitos consisten en una inversión que ajusta el capital constituido a la variación del CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia). El depósito inicial se expresa en UVA de ese momento. Al vencimiento, el monto de UVA se convierte en pesos al valor del índice correspondiente para dicha fecha.

Expectativas de inflación para los próximos meses relevadas por el Banco Central

Su peor característica: se colocan a plazos de no menos de 90 días, si es que se quiere percibir en pleno el efecto de la inflación (existe la alternativa del plazo fijo UVA precancelable, que se puede retirar antes de los 90 días pero en caso de ejercer esa opción lo que se cobra es una tasa fija menor a la de un plazo fijo tradicional y no la variación de la UVA).

Pero más allá de esa falencia, el depósito indexado aparece como una alternativa interesante de cara a lo que esperan los especialistas que sea la dinámica de precios en los próximos meses.

La semana pasada el Banco Central publicó su Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), una encuesta mensual que responden unos 40 consultores, bancos y fondos de inversión. En la última versión, correspondiente al cierre del mes de noviembre, los especialistas esperaban una dinámica ascendente mes a mes, al menos hasta marzo de 2022.

Verano caliente

Para el dato de noviembre, que se publica este mes, el consenso estaba en un 3,1% de inflación mensual. Para diciembre, mientras tanto, la cifra esperada asciende a 3,4%, en enero y febrero a 3,7% y, en marzo, a un 4%. Son algunas de las cifras más altas desde abril pasado, cuando el IPC marcó 4,1%.

Si bien las previsiones no necesariamente son una predicción perfecta, los números en cuestión son la mejor información disponible para decidir. Y se puede partir de ese supuesto para estimar cuánto va a rendir un depósito UVA.

La especialista en mercado de capitales y youtuber financiera Giselle Colasurdo hizo el ejercicio y estimó que el índice UVA -que cerró noviembre a un valor de $94,60- terminará febrero a $104,58, un avance de más del 10,5% en los tres meses que dura uno de estos depósitos. Y que terminará mayo en $116,96.

Hasta ahí llegan los cálculos de la especialista. Pero dicho de otro modo, quien establezca un depósito UVA de $100.000 ahora -algo más de 1057 UVA’s- se encontraría con que el capital pasó a valer $110.549 en los primeros días de marzo.

Un segundo depósito por 90 días extra, mientras tanto, haría crecer al capital un 23,63% de aquí a los primeros días de junio. Es decir, llegaría a $123.600 sólo por la variación del UVA.

Con todo, el ajuste UVA no es todo el rendimiento que ofrecen estos depósitos. Como los bancos no tienen incentivos para impulsarlos, han ido reduciendo las tasas que pagan más allá de la indexación a casi nada. Muchos pagan 0,10% anual más allá de la variación de la UVA. Así, por ejemplo, los resultados de la primera colocación habrían llegado a $113.275 y los de dos colocaciones seguidas, tasa compuesta mediante, a más de $129.800.

Sin ser enormes, estos rendimientos garantizan ganarle aunque sea por poco al avance de la inflación. Y comparan con tasas de plazos fijos a 30 días que rinden 3% mensual frente a un índice de precios al consumidor que en octubre subió 3,5%.

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