El humor de los mercados no será el mejor esta semana. El baño de realidad no tardó en llegar: el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no será rápido (”queda mucho trabajo por hacer”, dijo la directora del organismo, la búlgara Kristalina Georgieva) ni beneficioso para la Argentina. habrá ajustes, devaluación, reducción de gastos y subsidios.
Todo lo que el presidente Alberto Fernández le prometió a la plana mayor de la Confederación General del Trabajo y a las organizaciones sociales que no sucedería.
La novedad impactará en los bonos y las acciones y, por supuesto, en el nivel de riesgo-país, que el viernes cedió 38 unidades, a 1.871 puntos básicos. El dólar no permanecerá ajeno a esta realidad, aunque muchos ven que sus precios están adelantados en las diferentes versiones.
El baile de las reservas
El viernes volvió a preocupar que el Banco Central se desprendiera de USD 140 millones en el mercado mayorista, donde el precio de la divisas norteamericana aumentó 7 centavos a $ 101,17, mostrando una leve aceleración en el ritmo de devaluación.
Las reservas de la autoridad monetaria cayeron USD 142 millones y quedaron en 41.312 millones. El problema es que las reservas de libre disponibilidad cubren la mitad de los vencimientos de los próximos tiempos y los dólares que proveerá la cosecha no serán suficientes para cubrir los pagos.
Lo que el mercado tiene claro es que habrá devaluación y está apostando con coberturas en dólares. El Banco Central, en tanto, se defiende vendiendo en el mercado de futuros para moderar las expectativas. De todas maneras, para diciembre, la tasa de devaluación a la que se juegan los inversores está cerca de 4,5%, una tasa que irá mermando con el curso de los días porque la entidad presidida por Miguel Pesce está metiendo muchas fichas en la plaza de futuros.
La idea de la demora en el acuerdo final se refuerza porque se acabaron los rounds de estudio y la delegación argentina puso sobre la mesa los primeros números que fueron rechazados por los funcionarios del Fondo Monetario. Al Gobierno le cuesta aprender del pasado. Fueron innumerables los ministros de Economía que creyeron que los buenos gestos públicos de los funcionarios de estos organismos significan condescendencia o cambio en las reglas y una actitud concesiva en las negociaciones técnicas, y también en las políticas.
En los bonos indexados por el precio del dólar oficial, se registraron bajas porque los precios estaban muy adelantados. El TV22 perdió 0,93% y el TV23, 0,19 por ciento.
Los que siguen avanzando porque ven que la inflación es creciente son los Boncer, que tuvieron alzas de hasta 0,86 por ciento.
La volatilidad seguirá y el Banco Central continuará vendiendo reservas que tensarán más aún al mercado.
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