La interna en el equipo económico se cobró otra renuncia este jueves. La ex ministra de Industria Débora Giorgi, que hace un mes y medio actuaba como segunda de Roberto Feletti en la secretaría de Comercio Interior, anunció su salida del gabinete en medio de un enfrentamiento con el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas.
“Tenía una pésima relación con Kulfas”, mencionaron a Infobae desde el entorno de Giorgi. A diferencia de otros funcionarios designados por Feletti al llegar a la Secretaría de Comercio Interior, la ex ministra no tuvo todavía nombramiento en el Boletín Oficial.
La ex ministra de Industria Débora Giorgi, que hace un mes y medio actuaba como segunda de Roberto Feletti en la secretaría de Comercio Interior, anunció su salida del gabinete en medio de un enfrentamiento con el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas
La Secretaría de Comercio Interior, que en el organigrama depende del ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, es considerado por algunos miembros del gabinete económico como “una isla”, o un ministerio dentro del propio ministerio, por el peso específico que tiene el área en algunos aspectos de política pública.
Feletti puso a Giorgi en distintas ocasiones al frente de las negociaciones con los empresarios por el congelamiento de precios, según comentaron en las últimas semanas los ejecutivos consultados por este medio que en las últimas semanas pasaron por Comercio Interior, primero para negociar el congelamiento y luego, ya impuesta la medida por resolución, afinar su implementación.
“Vino a trabajar y a integrar el equipo con el objetivo de desarrollar y consolidar una política de precios sustentable. Lo cierto es que a 52 días de haber asumido el decreto presidencial con su designación no fue firmado, entendemos que por presión de Kulfas. Se cansó y acordamos que se fuera”, resumieron desde el entorno del secretario de Comercio.
Otras fuentes oficiales apuntaron que no se trata de una renuncia en términos prácticos porque “nunca fue designada” y que la decisión de demorar ese nombramiento en el Boletín Oficial “fue una decisión del presidente” Alberto Fernández.
En el sector privado y en algunos despachos oficiales le reconocieron virtudes a Giorgi, pero los resquemores principales venían de mucho más cerca: desde el propio edificio del Ministerio de Desarrollo Productivo. Quien en los papeles es el jefe de su jefe, es decir Kulfas, tenía con Giorgi una relación mucho más distante de la que tiene con Feletti o la que tuvo en su momento con Paula Español. Giorgi, quien luego de la segunda presidencia de Cristina Kirchner, fue funcionaria en La Matanza, está identificada como “cristinista”, o al menos cercana a la vicepresidenta. Kulfas, claramente, es un funcionario “albertista”.
Alguna pista de esa inquina se puede ver en el el libro que Kulfas escribió durante el macrismo para analizar la política económica de los tres gobiernos kirchneristas. El actual funcionario, en ese sentido, fue muy crítico de algunas de las políticas industriales de ese mandato, principalmente en la segunda mitad de los 12 años de Cristina como presidenta, lo que pone de manifiesto sus críticas a Giorgi.
Quien en los papeles es el jefe de su jefe, es decir Kulfas, tenía con Giorgi una relación mucho más distante de la que tiene con Feletti o la que tuvo en su momento con Paula Español
Kulfas cuestionó, por ejemplo, el fuerte déficit de divisas de la industria que en 2010 pasó de ser de poco más de 6.000 millones de dólares en 2010 hasta los 15.400 millones de dólares en 2013, según el ministro.
En ese sentido, en Los tres kirchnerismos (el nombre del libro escrito por el actual ministro), criticó: “Una parte significativa de la política industrial se destinó a fortalecer un régimen productivo que generó un considerable déficit de divisas, descuidó los componentes más sofisticados de la producción nacional, no logró el objetivo de generar una plataforma regional de exportación de autopartes y estimuló un estilo de desarrollo más asociado a procesos de fragmentación social que a los modelos inclusivos que adoptaron otras facetas de la política económica”.
Además de cuestionar la política energética y el polo industrial fueguino, Kulfas fue terminante en su libro, sin nombrarla, con la gestión Giorgi. “Hubo una multiplicidad de acciones y programas, pero faltó una institución coordinadora con criterio estratégico. Ese papel podría haber sido cubierto por el Ministerio de Industria, pero adoleció de una mirada muy poco innovadora”, concluyó.
Pero más allá de inquinas del pasado, uno de las cuestiones que pesó en la salida de Giorgi fue la demora en su designación oficial como funcionaria de Comercio Interior, algo que fue leído cerca de la ex ministra como un “destrato”.
De hecho, tal como había mencionado Infobae, la falta de nombramiento en el Boletín Oficial de Débora Giorgi era una particularidad, ya que tanto Feletti como su subsecretario de Políticas para el Mercado Interno, Antonio Mezmezian y de la subsecretaria de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores, Georgina Pessagno, en todos los casos ya había pasado por el Boletín Oficial.
Desde otras áreas del Gobierno aseguraban en ese entonces que ese tipo de designaciones “puede tardar algún tiempo”, pero finalmente terminó siendo uno de los motivos que desencadenaron la renuncia de la funcionaria. Para colmo, Giorgi tampoco figuraba como funcionaria en la página web de la Secretaría de Comercio ni en el “mapa del Estado” elaborado por Jefatura de Gabinete.
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