Los bonos soberanos estuvieron negociados con clara tendencia bajista, que extendió la racha negativa que pesa sobre las cotizaciones de los títulos de deuda, mientras que las acciones terminaron con leve tendencia alcista.
Los bonos Globales restaban este martes un 1% en su promedio en dólares al cierre de los negocios en la Bolsa local, mientras que el riesgo país de JP Morgan subía 20 enteros para la Argentina, a 1.898 puntos básicos a las 17 horas. Al mediodía el riesgo país tocó los 1.906 puntos, la anotación más alta desde el canje de deuda de septiembre del año pasado.
Las emisiones en dólares que salieron al mercado con el canje de deuda profundizan el sesgo negativo. Dos bonos Globales -en dólares con ley extranjera- ya se operan debajo de USD 29: el GD35 y el GD46. En tanto, el GD29 y el GD30, los títulos plazo más corto, ya ofrecen tasas internas de retorno sobre el 24% anual.
Los bonos Globales promedian un descenso de 21% en el transcurso de 2021.
En cuanto a los bonos en dólares con ley argentina, los de menor duration, que son el AL29 y el AL30, ya rinden por encima del 27% anual.
Con bajas entre 1,5% y 1,7% en Wall Street, las acciones argentinas destacaron por mostrar algunos números positivos, como reacción a la amplia caída acumulada desde el 11 de noviembre pasado.
La plaza bursátil argentina padece, por argumentos propios, de selectivas ventas por la indefinición de problemas económicos y financieros centrales para el país, a lo que se suma la incertidumbre global por el rebrote del COVID-19. En el plano local se espera del plan económico que anunció el Gobierno tras su reciente caída en las elecciones de medio término.
El índice S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires subió 0,3%, a 79.315 puntos, luego de acumular una caída del 6,9% en las anteriores dos sesiones, en línea con la debilidad de los ADR de firmas argentinas en Nueva York. En noviembre, el panel de acciones líderes se hundió un 5% en pesos y de 8,5% en dólares, según el “contado con liqui” implícito en ADR.
La relevancia del plan económico plurianual del Gobierno radica en que deberá contener las bases de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociar una millonaria deuda de 45.000 millones de dólares.
Los papeles argentinos en Wall Street arrastran una pérdida que en algunos casos llega al 30% desde las elecciones legislativas del pasado 14 de noviembre.
“El malhumor externo está activado por una nueva variante del coronavirus”, dijo el economista Gustavo Ber, quien afirmó que “crecen las preocupaciones no sólo respecto a las posibilidades de alcanzar un consenso político para avanzar hacia una ‘hoja de ruta’ que encamine un acuerdo con el FMI, sino también sobre la implementación posterior (...) para mejorar las expectativas de los agentes económicos”.
“Pasadas las recientes elecciones legislativas, hay temas que concentran la atención política”, explicó en un reporte la consultora Massot, Monteverde & Asociados. “La negociación - que a esta altura nadie sabe a ciencia cierta qué tan adelantada se encuentra- con el FMI y el propósito atribuido a Alberto Fernández de dar comienzo a una segunda etapa de su Gobierno (...) se explican y complementan mutuamente”, agregó.
“Para administrar el corto plazo hay que mirar también los fundamentos y el sentiment del mercado. Hoy ese sentiment de mercado lo estamos viendo: son 1.800 puntos de riesgo país, lo que habla de una falta de confianza y una falta de certidumbre sobre el rumbo que está tomando Argentina”, consideró Federico Diez, de Quinquela Fondos.
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