Domingo Cavallo, quien fuera ministro de Economía durante las presidencias de Carlos Menem y Fernando De la Rúa, repasó la crisis del 2001 en la Argentina y aseguró: “El drama de Argentina es que cree que las deudas pueden no pagarse”.
Durante un encuentro virtual organizado por el Instituto Universitario Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE), bajo el título “Ciclo de charlas a 150 años de la publicación de Principios de Economía de Carl Menger”, Cavallo dialogó con su colega Alberto Benegas Lynch respecto al rol del dinero y el del Banco Central y, en ese marco, también afirmó que el país necesita tener al dólar como moneda para estabilizar la economía.
Durante el comienzo de la charla, el ex funcionario apuntó contra la gestión del otrora presidente Adolfo Rodríguez Saá por declarar a la Argentina en default: “Desdolarizaron la economía de forma forzosa y aplicaron la solución tradicional de pagadiós”.
“La crisis de 2001 fue la típica crisis financiera. Los bancos habían prestado, sobre todo a las provincias, plata que no iban a poder devolver. Cuando los grandes depositantes en los bancos comenzaron a sospechar de la solvencia de algunos, iniciaron el retiro de sus depósitos”, repasó Cavallo.
Y agregó: “No hay forma sencilla de restructurar pasivos pero se pueden encontrar formas de restructuración ordenada como lo han encontrado en la crisis de subprime en Estados Unidos”.
Permitir que funcione como moneda el dólar es algo que tiene una aplicación práctica hoy en la Argentina y que puede ayudar a que la economía funcione mejor (Cavallo)
En ese sentido, el economista y ex titular del BCRA dijo: “El drama de Argentina es que siguiendo una suerte de tradición cultura de pensar que las deudas pueden no pagarse. En el año 2002 se decidió producir un default de la deuda externa en lugar de restructurarla. Y se eligió el default de la deuda interna con una explosión inflacionaria. Se impulsó la pesificación compulsiva. Los que estaban endeudados añoraban aquella solución. Producir una fuerte devaluación y una explosión inflacionaria que licuara las deudas”.
Para Cavallo, en ese momento el Gobierno desdolarizó la economía de forma forzosa y aplicó la solución tradicional de “paga dios”, es decir “no pagar las deudas externas ni las internas”.
“Obviamente que un país que maneja sus relaciones financieras internas y con el exterior de esa manera pierde crédito interno y externo. Y pierde la posibilidad de tener una moneda sana. Cualquier moneda va a ser sana si se honran los compromisos”, analizó.
Tener una moneda que tenga estabilidad no significa que no va a haber crisis (Cavallo)
En otro orden, Cavallo se refirió al rol del dinero y el del Banco Central. En ese sentido, dijo que “una economía necesita el dinero que facilita los intercambios y permite que la gente pueda mantener sus ahorros en forma líquida”. Y que es importante que esos ahorros sirvan para financiar inversiones.
“No podemos imaginar una economía que no tenga al menos un dinero. Que pueda cumplir estos roles”, remarcó.
“En 1991 cuando tuve que tomar una decisión respecto de cómo estabilizar la economía llegué a la conclusión que el dinero que cumplía estas funciones no era el Austral sino el dólar. La gente había elegido el dólar para esas funciones. La gente ahorraba en dólares porque sentía que se protegía el ahorro. Mientras que el Austral era una moneda que la gente no demandaba. Apenas la recibía se la trataba de sacar comprando dólares o pagando por bienes y servicios”, afirmó.
Asimismo, dijo que para estabilizar la economía tuvo que legalizar el uso del dólar como moneda y permitir que haya intermediación financiera dentro de la Argentina en dólares. “Eso logró estabilizar la economía argentina”, aseguró en relación a su rol como ministro de Economía durante la convertibilidad.
“Permitir que funcione el dólar como moneda es algo que tiene una aplicación práctica hoy en la Argentina y que puede ayudar a que la economía funcione mejor” (Cavallo)
“El dólar permitió que la economía se estabilizara y funcionara como otras economías estables del mundo”, planteó. Y añadió: “Tener una moneda que tenga estabilidad no significa que no va a haber crisis”.
Sobre el final de su exposición dijo que “permitir que funcione el dólar como moneda es algo que tiene una aplicación práctica hoy en la Argentina y que puede ayudar a que la economía funcione mejor”.
“Tendrían que dejar que funcione un mercado libre y que sirva el dólar para la intermediación financiera como sucede en Perú y en economías bimonetarias. Emitiendo dinero, un Banco Central no puede crear crédito. El crédito es fruto del ahorro y la confianza”, destacó.
Y concluyó: “Un Banco Central emitiendo dinero lo único que hace es recolectar un impuesto subrepticio que es el impuesto inflacionario”.
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