La ola de ventas de activos financieros argentinos se hizo evidente en las últimas ruedas, pues entre los agentes bursátiles se extendió el escepticismo respecto del futuro de la política económica, ya con los resultados de la elección legislativa de por medio. En ese sentido, se acentuó la búsqueda de cobertura, con demanda de dólares claramente por encima de los $200 o títulos que replican la eventual devaluación de la paridad oficial.
La tónica vendedora, a decir verdad, comenzó a observarse en la semana previa a los comicios de medio término, cuando empezaron a producirse tomas de ganancias desde los precios máximos del año para acciones. Desde el viernes 11 de noviembre, la jornada previa a las elecciones, las acciones se desplomaron 19% en su promedio en dólares, con una baja que se extendió hasta el 29% en el caso de los títulos de entidades bancarias.
En principio podía sospecharse de la clásica estrategia de “comprar con el rumor y vender con la noticia”: confirmado en las legislativas el nuevo balance de poder anticipado por las PASO -con un oficialismo en retroceso y obligado a negociar con todo el arco político-, muchos podían aprovechar las alzas previas para vender a buen precio y realizar la ganancia antes del cierre del año.
Pero la fuerte caída es demasiado amplia para considerarla un movimiento cortoplacista y de oportunidad. La ausencia de señales concretas a futuro y con un Gobierno indiferente al resultado de las urnas encendió las alarmas, en el marco de una actividad económica aún muy deteriorada pasadas las restricciones por el coronavirus.
“Esto es más profundo que una toma de ganancias, que no dura tantos días con esta fuerza. Probablemente empezó como una toma de ganancias, es muy común: nos la jugamos a ver qué pasa con los comicios, entonces venimos comprando antes y una vez que terminó eso, desarmamos posición. Acá hay más cosas, no solo con acciones, sino con alza del riesgo país, con los bonos. Hay algo más profundo y los balances de las compañías argentinas también vinieron flojos”, describió José Ignacio Bano, gerente de Research de Invertir Online, a Infobae.
¿Cuáles son los fundamentos detrás de la vertiginosa baja de las cotizaciones?
1) Gobierno falto de reacción. El acto por el Día de la Militancia peronista, con el presidente Alberto Fernández como principal orador, dejó la sensación de que el Gobierno no se asumió como perdedor de las legislativas. Y esa falta de propensión al cambio en las políticas fue interpretado de manera negativa entre los agentes financieros.
“Está todo el mercado expectante de qué va a pasar. Y la verdad que en Argentina, quedarte en pesos o quedarte en acciones argentinas muchas veces sale caro. Entonces se pasan a dólares y esperan ahí. ¿Qué temas están en discusión? Obviamente, el acuerdo con el Fondo Monetario, que hace rato está dando vueltas. Ya se sabía que el acuerdo no iba a llegar antes de las elecciones por un tema de retórica electoral e incluso por debilidad del propio Gobierno. Es muy probable que llegue ahora, pero aparentemente una de las cosas que pide el FMI es un acuerdo más amplio; lo ve como un Gobierno que tras los comicios perdió mucha fortaleza, entonces quiere un acuerdo que sea firmado también por la oposición, un acuerdo mayor. Por eso el pedido del Presidente de querer juntarse a dialogar con la oposición”, explicó Bano.
Tras la derrota en las urnas y en búsqueda de recuperar la iniciativa, el Gobierno busca definir detalles del de un Plan Plurianual
Según un informe de Invertir en Bolsa, la elección tuvo un “resultado híbrido”, pues “desde el punto de vista del cómputo nacional, la diferencia entre el oficialismo y la principal fuerza de la oposición se mantuvo en torno a los 9 puntos porcentuales. Por lo tanto, ni se redujo, ni se amplió”.
“Luego de los resultados de las elecciones legislativas del domingo parece reforzarse la idea que no fue suficientemente positivo para el público inversor”, afirmó Noelia Bisso, analista de Rava Bursátil. Y agregó que " las miradas de acá a diciembre estarán centradas en los nuevos lineamientos y el programa plurianual que implicaría una reducción del déficit fiscal en pos de concretar el acuerdo con el FMI”.
2) Dudas sobre el Plan “Plurianual”. El programa económico que prepara el ministro Martín Guzmán parte de una contradicción o, al menos, de una receta que ya fue planteada durante el gobierno de Cambiemos y fracasó en el intento: la de ajustar las cuentas públicas, ampliamente deficitarias, “sin renunciar a los principios de crecimiento económico e inclusión social”.
Los analistas de Research for Traders advirtieron que “aún persisten las dudas de si tal programa plurianual vendrá acompañado de cómo reducir la tasa de inflación y corregir los desequilibrios macroeconómicos del país en los próximos dos años de gestión”.
Además, el Plan Plurianual demandará de amplios consensos políticos, algo difícil de alcanzar con tiempos que se acortan. En un discurso grabado y emitido tras los comicios, Alberto Fernández había anunciado que ese plan “contemplará los mejores entendimientos” que su gobierno “haya alcanzado con el staff del FMI” y para el que procura el apoyo de los distintos bloques del Congreso.
Para el economista Gustavo Ber, “las miradas de los inversores se dirigen hacia la voluntad de consenso entre el oficialismo y la oposición, ya que dicho acuerdo sería indispensable para poder aprobar un plan económico plurianual a fin de avanzar en las negociaciones con el FMI a corto plazo, ante los abultados vencimientos a partir de marzo próximo”.
3) Lejos del acuerdo con el FMI. El portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gerry Rice, afirmó que el organismo “está en contacto permanente” con el Gobierno argentino por la renegociación de la deuda, pero aclaró que no está previsto en lo inmediato el envío de una misión para avanzar en las tratativas.
Entre las exigencias del FMI figuraran la reducción del déficit y el compromiso de relajar el cepo cambiario
“Fundamental es el anuncio de una aceleración de las negociaciones con el Fondo. En este sentido, lo que va a tener como punto central en lo que hace a impacto en la economía o en las distintas variables son dos aspectos. Uno es la reducción de la brecha con los tipos de cambio financieros, lo cual va a traer aparejado como accionar desde el Gobierno, una factible aceleración de la devaluación sin observar un shock devaluatorio, que no parece ser lo más probable. Y el otro punto es la reducción del déficit, que es el punto más crítico, que va, seguramente, a exigir el Fondo Monetario. Y es el punto más crítico, justamente, porque es el que se contrapone con el perfil político del Gobierno y es el que puede atentar contra los objetivos de su base electoral”, describió Brian Torchia, gerente de Finanzas Corporativas de PGK Consultores.
“Las prioridades de la economía postelectoral son corregir distorsiones de precios relativos y acordar con el FMI, como así también sincerar precios, liberando controles y corregir tarifas, mejorando la focalización de los subsidios”, expresó Lucas Navarro, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
4) Desborde monetario. La filial argentina de la calificadora de riesgo Moody’s advirtió que el sistema financiero argentino presenta en 2021 un incremento de exposición de sus activos al sector público y al Banco Central y alertó que “dicha tendencia ha incrementado el riesgo de crédito de las entidades financieras”.
Un acuerdo con el FMI requeriría estrategias de convergencia en los desequilibrios económicos y un amplio respaldo político
En este sentido, las acciones de los bancos argentinos fueron las más perjudicadas por la ola de ventas recientes. Sus ADR en Wall Street perdieron hasta 29% en dólares desde el viernes 11, como en el caso del Banco Francés, y un 24,6% para Grupo Galicia. Los analistas encuentran un punto débil en la exposición a bonos del Tesoro y también a las Letras de Liquidez (Leliq) que coloca el BCRA.
“Con respecto al sector bancario, si bien reconocemos que hay valor en términos históricos los potenciales daños colaterales que podría provocar la situación patrimonial del BCRA nos hacen ser más cautelosos y selectivos con este sector”, indicó Invertir en Bolsa.
La expansión monetaria tuvo en noviembre una fuerza como no se había visto en 2021. La cantidad de dinero en circulación y en cuentas a la vista creció 10% en el último mes, a $3,3 billones, según datos del Central al 12 de noviembre, con una inflación que se acomodó sobre el 3% mensual y que obligará a una mayor esterilización.
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