El exministro de Economía Hernán Lacunza, el último de la gestión presidencial de Mauricio Macri, dijo hoy que el gobierno no tiene voluntad para relajar las restricciones cambiarias y comerciales y “no encuentra motores de crecimiento duraderos”.
Por el contrario, dijo, la administración del presidente Alberto Fernández desperdició la oportunidad que este año se dio a partir del aumento del precio de los commodities, en particular de la soja, que generó un fuerte aumento del valor de las exportaciones, los USD 4.300 millones que el FMI envió en concepto de Derechos Especiales de Giro (DEG) y que también Brasil, el socio mayor del Mercosur, “tiró” de las ventas externas, “para relajar el cepo”. En cambio, dijo, “lo único que hizo fue apretarlo”.
En declaraciones radiales, Lacunza dijo también que la medida del Banco Central de prohibir el pago en cuotas por vía de tarjetas de crédito para comprar pasajes y servicios turísticos en el exterior, “es una medida de emergencia ante el faltante de divisas”. Ese faltante, explicó, se volvió “crónico” y y se agudizó en los últimos dos años debido a las políticas oficiales. “Hay que mirar las causas, porque si no se siguen decidiendo cepos adicionales que cada vez rinden menos y son más nocivos”, advirtió.
Consultado sobre la recuperación del nivel de actividad económica, que destacan miembros del Gobierno, como los ministros de Economía y de Desarrollo Productivo, Martín Guzmán y Matías Kulfas, Lacunza señaló que se trata de un rebote, no de verdadero crecimiento.
“Nuestro país está viviendo un rebote de la caída del año pasado, que fue de la más pronunciadas del mundo porque adoptamos una solución extrema a la pandemia: cuarentena pronunciada. Este año es lógico que rebote, incluso más que otros países, debido a la reapertura de las actividades. Pero no llegamos todavía al punto de partida previo a la caída”, precisó. “Esto que no es para celebrar, es sólo un fenómeno estadístico: Argentina no encuentran motores de crecimiento duraderos”, completó.
Además, el exministro, que antes había sido también ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, durante la gobernación de María Eugenia Vidal, a quien sigue asesorando en temas económicas, acusó al gobierno de no tener diagnóstico, ni voluntad ni pericia para salir del continuo estrechamiento de cepos a la economía.
“El gobierno no tiene ningún diagnóstico; ninguna voluntad y te diría que ninguna pericia por ver cómo va a ser para relajar esas restricciones. Este año tuvimos una sucesión de ayuda externa: el precio de la soja, los DEG´s que giró el Fondo Monetario y Brasil, que tiró para arriba nuestras exportaciones. Debería haber sido una oportunidad para relajar el cepo, y lo único que se hizo fue apretarlo” explicó en una entrevista con CNN Radio.
Hay superávit comercial récord, pero faltan dólares
“No es que no podemos generar dólares, tenemos un superávit fiscal de 15.000 millones de dólares. Igual no va a alcanzar, porque no generamos confianza para decirle a la gente que deje sus ahorros (dólares o pesos) en el banco, que no va a pasar nada. Hay que generar confianza y plantear una perspectiva creíble para ahorrar en el país”, sintetizó.
En cuanto a si el Gobierno logrará o no un acuerdo con el FMI, Lacunza se permitió la ironía: “Los días pares, que escucho algún funcionario de gobierno, creo que sí. Ahora, los días impares que veo otros funcionarios cantar que no vamos a pagar nada, creo que no. Tengo la misma información e incertidumbre que cualquier argentino”, respondió.
En cambio, no fue neutral acerca de las consecuencias que tendría que haya o no algún entendimiento. “El no acuerdo nos llevaría a un escenario catastrófico, así que quiero creer que ningún gobierno va a querer eso para sus ciudadanos. No obstante esto, más que el acuerdo lo que hace falta es un programa para los argentinos, aunque no existiera el fondo”, concluyó.
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