Se acercan las vacaciones de verano y los consumidores evalúan alternativas ante la resolución emitida por el Banco Central el jueves por la tarde, al cierre de los mercados, que impide a partir de este viernes el pago en cuotas de viajes y paquetes turísticos al exterior.
Como los costos de vacacionar en el exterior se dispararon para los argentinos debido a la devaluación que encareció estos servicios medidos en pesos y al retraso de los salarios respecto de la elevada inflación, la posibilidad de financiar los viajes al exterior en cuotas era la más accesible.
Ante la imposibilidad por el “cepo” oficial, la alternativa pasa por tomar un préstamo personal o con el “revolving”, que son un tipo de financiamiento que ofrecen las tarjetas de crédito bancarias y que permiten aplazar y fraccionar los pagos de las compras realizadas.
El analista Damian Di Pace, director de Focus Market evaluó dos ejemplos.
Uno es el de un viaje a Punta del Este, en la costa uruguaya, para una pareja, entre el 1 al 15 de enero de 2022. Con un plan de 12 cuotas sin interés este viaje tenía un costo de $650.000. Ante el impedimento del Banco Central, el pago con un crédito personal en 12 cuotas ahora se eleva a $1.055.000, es decir, con una diferencia de $405.000 o un 62% más caro.
Otro ejemplo es el de una familia tipo que decide viajar a Florianópolis, en la cosa sur de Brasil, dos semanas entre el 8 y el 23 de enero. El costo inicial, a través de un paquete a pagar en 12 cuotas sin interés, alcanzaba los 681.200 pesos. Ahora, en caso de tener que saldar el viaje a través de un crédito personal bancario, se encarece a $1.118.000 en 12 cuotas. En este segundo caso, la diferencia es de $436.750 o un 64% más.
El BCRA busca desalentar los gastos en dólares por turismo emisivo, habida cuenta de la regularización de vuelos al exterior y la reapertura de fronteras
La reciente restricción del Central llenó de incertidumbre al sector turístico, el BCRA limitó el financiamiento de las compras en cuotas con tarjetas de crédito de pasajes y servicios al exterior como alojamientos, excursiones y alquiler de transporte, entre otras, tanto en forma directa o abonadas a través de agencias de viajes, plataformas web u otros intermediarios.
La medida encontró un rápido rechazo en el sector turístico. El director ejecutivo de la Cámara de Líneas Aéreas en Argentina, Felipe Baravalle, pidió de inmediato una reunión con el ministro de Turismo, Matías Lammens, y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, para hablar de la nueva normativa.
La medida fue adoptada a través de la Comunicación “A” 7407 y rige desde este 26 de noviembre. “Las entidades financieras y no financieras emisoras de tarjetas de crédito no deberán financiar en cuotas las compras efectuadas mediante tarjetas de crédito de sus clientes –personas humanas y jurídicas– de pasajes al exterior y demás servicios turísticos en el exterior (tales como alojamiento, alquiler de auto, etc.), ya sea realizadas, en forma directa con el prestador del servicio o indirecta, a través de agencia de viajes y/o turismo, plataformas web u otros intermediarios”, expresó el BCRA en el documento.
Ante la consulta de la agencia oficial de noticias Telam, fuentes de la entidad monetaria explicaron que los bancos o emisores de tarjetas, sí podrán financiar en cuotas este tipo de compras, aunque con una tasa mínima del 43% anual. Es decir, pagando el mínimo de la tarjeta.
“Las ventas de pasajes al exterior que se compren con tarjetas de crédito deberán pagarse al contado o, si es con cuotas, con una tasa de interés mínima del 43 por ciento”, detallaron las fuentes.
Con datos actualizados al 24 de noviembre, el Banco Central informó una tasa de interés nominal anual (TNA) para préstamos personales promedio en bancos de 52,07% anual, que se hace una tasa efectiva anual (TEA) del 67 por ciento.
Hay que recordar que el Central había resuelto en enero de este año mantener la tasa máxima de 43% TNA para el financiamiento de saldos impagos de tarjetas de crédito para un universo que representaba el 95,5% de los usuarios que utilizan ese mecanismo de financiamiento.
La norma correspondía a los saldos de tarjeta de crédito hasta $200.000 por cada tarjeta emitida. A partir de dicha suma, los bancos podían financiar los saldos a una tasa diferencial hasta el máximo permitido por la ley de Tarjetas de Crédito, establecido en un 25% más que la tasa que perciben por los créditos personales, y similares a los que aplican las tarjetas no bancarias.
Ante una TNA de 52,07% promedio, estos saldos sobre el límite de $200.000 implicarán una tasa nominal máxima de 77% anual según la normativa. Esto se traduce en una tasa efectiva anual (TNA) del 111% en el caso de 12 cuotas mensuales.
Este sería el caso del “revolving” con tarjetas. Funcionan como una especie de minicrédito, pero en ocasiones el cliente desconoce que el fraccionamiento de los pagos conlleva elevados intereses. Además, se pueden usar independientemente de que se disponga de fondos o no en la cuenta asociada, dado que el banco concede un límite de crédito.
Ahora, la medida aplicada por la entidad monetaria busca desalentar la compra de paquetes al exterior dado que, entre 2011 y 2020, la Argentina sufrió un importante déficit comercial por cuenta turística que se tradujo en una salida de divisas de volumen considerable.
¿Cómo comparan estas tasas con las de las “cuotas sin interés” que ofrecían
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