Desde Cancún, México - Martín Eurnekian, presidente de Aeropuertos Argentina 2000, encabezó también durante los tres últimos años el Airports Council International (ACI), la asociación que nuclea a aeropuertos de todo el mundo.
Años difíciles estos últimos para una industria que el año pasado, impactada como nunca en la historia por la pandemia, perdió USD 125.000 millones y este año tendrá un rojo de unos USD 111.000 millones. Con todo, el sector de los operadores aeroportuarios volvió a verse las caras esta semana en Cancún, México, donde ACI realiza hasta el jueves su reunión anual en medio de un clima de celebración por las reaperturas, pero aún con algunos signos de interrogación por lo que podría pasar en los próximos meses. Al menos desde el nombre, la convocatoria mexicana de la ACI buscó generar expectativas: “Reconexión de la aviación para un futuro sostenible”.
“Fueron dos años durísimos”, resumió Eurnekian en una charla con medios argentinos de la que participó Infobae. Además, aseguró estar convencido de que la apertura en Argentina “llegó para quedarse”.
“De los aeropuertos que manejamos, Argentina fue de los más duros en restricciones”
Este ingeniero, sobrino de Eduardo Eurnekian –presidente y alma mater del holding Corporación América–, es CEO de Corporación América Airports, el brazo aeroportuario del grupo. CAAP, según la sigla con la que cotiza en Wall Street desde 2018, está a cargo de 37 terminales en Argentina, tiene además operaciones en Armenia, Ecuador, Brasil, Italia, Uruguay y Perú y controla AA2000.
“Para la industria, lo que pasó en 2020 fue poner un freno de mano y pasar a modo supervivencia”, destacó Eurnekian, quien también se refirió a las inversiones y planes de la empresa en el país y a la economía local.
“Una Argentina en default es mucho más compleja que una integrada a los mercados. Es un dato, no una opinión. El acuerdo debería cerrarse sobre todo para permitir que el sector privado se pueda endeudar”
“Los países que más sufrieron este contexto son los que más restricciones tuvieron. Hubo ‘factor miedo’ al comienzo y la gente luego empezó a tomar confianza, pero se encontró con las restricciones de los gobiernos. De los aeropuertos que manejamos, Argentina fue de los más duros en restricciones. Estuvimos cerrados hasta noviembre. Los próximos meses serán claves para entender la tendencia del mercado: veo una reactivación y estoy muy contento con la apertura”.
— ¿Cómo imagina el negocio en el corto plazo?
— Nos pasamos dos años haciendo un forecast por semana y mirando lo que hacían en otros países. Por ahora estamos viendo qué hacen las empresas aéreas, que ofertas son posibles para la Argentina y cómo reacciona la demanda. Estamos cerca de la visión de IATA y Boeing, que ven una recuperación rápida al comienzo y luego más lenta hasta alcanzar niveles pre pandemia, algo que podría alcanzarse entre 2023 y 2027. Brasil, por ejemplo, que no estuvo cerrado, tuvo una recuperación rápida con un mercado interno que llegará a 100% de recuperación el año que viene. EEUU ya está en el 100% y México superará los niveles de antes de la pandemia.
— De los países en los que tienen presencia, ¿cuál se va a recuperar más rápido?
— Armenia, que ya está en niveles pre pandemia, a más del 80 por ciento. La Argentina y Uruguay, por las restricciones, son los que más tardarán en recuperarse. Son los países que más sufrieron, también. En octubre en Argentina, para el tráfico internacional, el nivel fue 15% en comparación con el mismo período de 2019, porque hubo algunas liberaciones (entradas de países limítrofes y más vuelos). En doméstico estamos en un 40 por ciento. En noviembre veremos más crecimiento.
“Brasil, por ejemplo, que no estuvo cerrado, tuvo una recuperación rápida con un mercado interno que llegará a 100% de recuperación el año que viene”
— ¿Cómo marchan las reestructuraciones en los aeropuertos locales?
— Nosotros proponemos, pero el que decide las prioridades es el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna). Estamos terminando Bariloche. San Juan y La Rioja también, mientras vemos qué pasa con la curva de pasajeros. Al margen, finalizamos un programa financiero para acelerar esas inversiones. Semanas atrás lanzamos un intercambio de deuda, con un plazo que se extendió de 2027 a 2031, tres años de gracia y una mayor curva de amortización. Además, conseguimos nuevos fondos, unos USD 126 millones, para nuevas inversiones. Es un verdadero hito para Argentina, creo que con PAE somos las únicas privadas que lograron nuevo financiamiento. Eso nos permite planificar.
— ¿Cuáles son las condiciones de los nuevos bonos?
— El exchange local lo cerramos a 8,5% y la plata nueva a 9%. Al mismo tiempo hicimos un exchange en Uruguay con condiciones bien diferentes, a 6,8 por ciento. A los inversores les preocupa todavía el contexto global, pero la apertura llegó para quedarse: no hay mucho más espacio para cerrar porque la gente hizo las paces con la pandemia y toma sus propios riesgos.
“A los inversores les preocupa todavía el contexto global, pero la apertura llegó para quedarse: no hay mucho más espacio para cerrar”
— ¿Cómo cerrarán el año?
— Estuvimos en rojo todo el 2021 y veremos qué pasa en el cuarto trimestre: vivimos de los pasajeros internacionales. El ratio deuda-Ebitda es alto, pero debería bajar. Estamos trabajando en una nueva emisión, para terminar de reforzar la estructura de capital y salir agresivamente a hacer inversiones.
— ¿La inestabilidad cambiaria será un problema para reactivar el turismo?
— Están las dos caras: cuando el peso está barato es atractivo para los de afuera, pero por el contrario, no viajan tanto los argentinos, y al revés cuando se invierten las condiciones. Veremos cómo termina esa situación. A nivel local suele ser mayor el turismo emisivo que el receptivo, lo que quiere decir que tenemos para crecer, y mucho. Siempre estamos cerca del ministerio de Turismo para ver cómo pueden venir más turistas, más allá de que el factor dominante de eso es la macro.
— ¿Cómo evalúa este contexto macroeconómico?
— Es muy difícil de prever. Manejar la macro local es un desafío que nadie dominó en los últimos 70 años. Me cuesta dar una visión propia. Hay que ver qué pasará con el acuerdo con el Fondo.
— ¿Qué sería mejor para esa negociación con el organismo?
— Una Argentina en default es mucho más compleja que una integrada a los mercados. Es un dato, no una opinión. El acuerdo debería cerrarse sobre todo para permitir que el sector privado se pueda endeudar. Nosotros fuimos un outlier y no debería ser así porque esas deudas son las que permiten que lleguen las inversiones.
— ¿Esperarán el acuerdo con el FMI para emitir nueva deuda?
— Estamos trabajando sin condicionamientos. Para toda empresa argentina el techo es el soberano. Si el soberano mejora, mejoran las condiciones para todos.
“El valor de la acción de hoy no tiene que ver con el valor de la compañía: se da por el miedo y la especulación del mercado”
— ¿Cómo impacta la inflación en las obras que tuvieron que parar por la pandemia?
— Va a ser complicadísimo. En San Juan relanzamos una obra y tuvimos que cerrar el contrato con el constructor y hacer otra vez la licitación porque eran imposibles de levantar los números.
— ¿Cómo repercute el contexto de volatilidad de la acción de la empresa en Wall Street?
— Para toda compañía que cotiza el valor es importante, pero para las proyecciones de largo plazo, no para el día a día. El valor de la acción de hoy no tiene que ver con el valor de la compañía: se da por el miedo y la especulación del mercado y no tanto con nuestra capacidad de crecimiento o el negocio en sí mismo.
“Estamos abiertos a ayudar a que lleguen más empresas y, otra vez, el driver es la macro: el combustible y una parte importante de la operación se paga en dólares”
— ¿Están buscando nuevas oportunidades en el mundo?
— Sí, estamos en varios procesos abiertos en los que estamos precalificados, como Barbados, Montenegro y todo el sistema aeroportuario de Nigeria.
Concesión e innovación
AA2000 renovó su concesión el año pasado. Tenía un contrato por 30 años con una opción de una década más y ese último tramo es el que comenzó a transcurrir ahora, hasta 2038.
“Siempre tuvimos un ritmo de inversiones por delante de los compromisos asumidos. Esos desembolsos se aceleraron durante el gobierno anterior y en 2018 se cumplió toda la meta. El contrato era hasta 2028 y lo cumplimos 10 años antes. En total, en la primera etapa, se invirtieron unos USD 2.500 millones y ahora viene un período con varias formas de hacer capex en los aeropuertos: canon, fideicomisos e inversión directa. Esto último es lo primero que se hará, con un desembolso de unos USD 606 millones a 6 años cuyo destino se está definiendo ahora con el Orsna. Luego habrá unos USD 1.900 millones más hasta 2038 en base a los cálculos de hoy sobre el tráfico que tendremos a futuro”, destacó Eurnekian.
Sustentabilidad e innovación también están en el centro de la actualidad de AA2000. En Cancún, Eurnekian estuvo acompañado por otros ejecutivos de la empresa, como el CEO, Daniel Ketchibachian; Manuel Aubone, director de Experiencia del Cliente; Mariano Mobilia, director de la operación en Italia (Florencia y Pisa), y Gastón Sandler, gerente de Asuntos Corporativos.
Uno de los objetivos de ACI es llegar a emisiones netas cero de carbono en 2050. Uno de los aeropuertos de AA2000, el de Galápagos, en Ecuador, ya cumple ese estándar desde hace 5 años. “Es un gran desafío para todos, dependiendo de cómo se genera la energía en cada lugar. Todos la escuchamos a Greta Thunberg y el mensaje de los jóvenes es muy fuerte. Uno de los grandes caminos para lograr esa meta es el SAF, sustainable aviation fuel. Biodiesel para aviones, en rigor, y a base de hidrógeno”, aseguró Eurnekian.
“El ciclo virtuoso de una macro estable es enorme. Con previsibilidad se abren las chances de crédito y llegan inversiones”
“Desde el WEF se firmó una ‘ambición’ para llegar al 10% de uso de SAF en 2030. Es parte de nuestro trabajo generar la concientización de todo el mercado a nivel local. Para llegar a 2030 hay que empezar a trabajar ya”, agregó Aubone.
La empresa también está enfocada en proyectos innovación y de data science para potenciar el negocio. “Trabajamos en la hiperpersonalización, en saber quién viaja y qué quiere. Desde diferentes tipos de comida, a cómo se consumen esos alimentos, hasta opciones de retail. El free shop cambió por completo: pocos cargan con botellas como antes. La gente ahora decidirá si se reúne por zoom o viaja, y tenemos que tener mejores configuraciones para ese viajero frecuente. Inauguramos un servicio de parking que por 15 días cuesta más o menos lo mismo que un transporte ida y vuelta a Ezeiza en taxi o remís. Y vamos a lanzar el fast pass, o carril rápido. Va ser pago y se implementará en Ezeiza y Aeroparque en los próximos meses”, afirmó Ketchibachian.
— Muchas aerolíneas dejaron de operar en el mercado local. ¿Cómo impacta eso en el negocio de los aeropuertos?
—Eurnekian: La mayor oferta empuja la demanda. Estamos abiertos a ayudar a que lleguen más empresas y, otra vez, el driver es la macro: el combustible y una parte importante de la operación se paga en dólares. Vino la pandemia, pero antes ya había problemas: Avianca, que era la segunda aérea de la región, se achicó mucho y dejó un agujero grande.
“Cuando la tasa es de 3% se puede hacer muchas cosas más. La previsibilidad baja el riesgo y las tasas”
— Latam se fue del país, pero se quedó en la región…
— No es lo mismo las empresas que se instalan en el país que las que tocan Argentina de manera circunstancial, que vienen o se van según el negocio y la demanda. Cada compañía es un mundo y la Argentina también lo es. Cada empresa toma las decisiones y luego decide si apuesta o no al mercado local. Acá las cosas tienden a politizarse: si una empresa se queda o no, y si eso tiene que ver con las políticas de Estado. Hay un mundo interno para cada empresa: Latam está aún en Chapter 11 y peleándose con Azul, que intenta quedársela.
— Pero no se fue de otros países...
— Quizás se rompió el eslabón más débil, pero no se puede tomar sólo a un país para ver qué pasa con una empresa.
— ¿Qué hace falta para que esas compañías puedan volver?
— El ciclo virtuoso de una macro estable es enorme. Con previsibilidad se abren las chances de crédito y llegan inversiones. Ese círculo no es sólo para esta industria, es para todos. Nuestro negocio requiere inversión, tiene un repago que no es corto y hay costos que son en dólares. Una tasa del 10% frena un montón de proyectos, desaparecen del mapa. Cuando la tasa es de 3% se puede hacer muchas cosas más. La previsibilidad baja el riesgo y las tasas. Ese es el tema de la macro: el círculo virtuoso o vicioso que genera cambia completamente la realidad de un país. O no.
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