¿Quién no ha soñado alguna vez con poder tocar un botón en medio de un embotellamiento y que nuestro auto despliegue hélices y podamos salir volando de allí para no tener que lidiar con el estrés del tráfico?
En las grandes ciudades cada vez es más difícil conducir debido a la creciente cantidad de automóviles per cápita y a la también creciente densidad poblacional. Según datos oficiales del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la población aumenta a una tasa intercensal -cada 10 años- del 12%, mientras que la Argentina lo hace a un 10,6%.
Si bien es cierto que hoy por hoy el tránsito en la Ciudad de Buenos Aires ha disminuido a causa de la pandemia, en 2019 la capital porteña registraba un promedio de 6.629 vehículos por kilómetro cuadrado, estadística monstruosa al lado de los 4.99 que registró en aquel entonces todo el país. No sería raro imaginar que en un futuro estos niveles se regularicen y el caos de tránsito vuelva a ser moneda corriente.
Frente a estos problemas, una empresa de desarrollo tecno-industrial parece llegar con la solución. Se trata de la startup AIR de origen israelí, que desde octubre ya toma pedidos para su eVTOL (avión eléctrico de despegue y aterrizaje vertical).
Mientras muchos fabricantes de esta clase de vehículos enfocan la funcionalidad hacia un uso médico o de seguridad, ya sea para ambulancias o aeronaves policiales, AIR ofrece un auto volador de uso personal. El bautizado AIR One vehículo funciona con las mismas baterías que se usan en los autos eléctricos de hoy y se cargará de la misma forma que lo hacen los modelos como el Chevy Bolt o el Ford F-150 eléctrico.
La gran innovación de AIR todavía tendrá que esperar unos 4 años para ver la luz, pero prometen un modelo final biplaza que podrá volar a una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. Los interesados pueden pagar hoy una tarifa para ser los primeros en la fila de entregas cuando finalmente se lance el vehículo.
Cómo ser piloto de un eVTOL
Como ya se dijo, el AIR One estará listo recién a partir del 2024. Entonces, ¿por qué anunciarlo ahora?
“Queríamos demostrar que es posible, y queríamos empezar una relación con los clientes para recibir sus comentarios. Los pedidos anticipados no son tanto por el dinero sino para demostrar que existe un mercado viable. El gran obstáculo tiene que ver más con la adopción y menos con la regulación”, le dijo Rani Plaut, director ejecutivo y cofundador de AIR, a ISRAEL21c en Español.
Por regulación, Plaut se refiere a los requisitos y normativas que imponen las autoridades de aviación de cada país, como la Anac en Argentina, con respecto al uso de los eVTOL y qué licencias se requerirán para poder pilotar uno. “Hay varios niveles de licencias para pilotos -detalló Pault- estamos trabajando con la FAA (Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos) para que nos otorguen el nivel inferior”.
La licencia de nivel inferior que busca conseguir AIR se parece más a obtener una licencia de conducir que a conseguir una certificación de piloto privado, ya que sólo requiere 15 horas de práctica y unas 5 de vuelo en solitario.
Conducción digital
La mayoría de las aeronaves utilizan un sistema mecánico que conecta el volante del vehículo con las alas y los rotores, pero el AIR One tendrá un software que enviará todas las señales de forma digital.
Esta innovación está diseñada para que volar sea tan simple como conducir un automóvil, explicó Plaut, quien denomina a este sistema “volar por intención”, ya que toda la navegación es realizada a través del envío de señales digitales hacia los controladores de motor y otros elementos, y no hay ninguna conexión mecánica.
La digitalización le permite a la empresa incorporar maniobras dentro del vehículo que se harán de la mejor manera posible, independientemente de lo que el piloto le indique al volante. Según Plaut no se trata de inteligencia artificial, ya que eso sería mucho más complejo, sino que apuntan a que su software asegure la estabilidad y la correcta posición de la aeronave, lo que según él simplificaría muchas funciones y permitiría que el AIR One haga giros de forma perfecta basándose en funciones “innatas”. Al ser consultado por la seguridad en el aire, Plaut respondió diciendo que en la década de 1920 se planteaba la misma pregunta sobre los automóviles.
En el mercado de los eVTOL no falta competencia, hay fabricantes de naves para aficionados individuales hasta sofisticados taxis aéreos de cuatro millones de dólares, pero esto no es un problema para Plaut, ya que él cree que cada nuevo eVTOL “contribuirá a que la gente se sienta cómoda al ir a la tercera dimensión: el cielo”.
Cada Air One tiene paracaídas incorporados para que, en caso de un accidente, el piloto y el acompañante caigan al suelo de forma segura.
Además del software, la otra gran innovación tiene que ver con la escala de producción. Mientras otros fabricantes pueden producir 20, 50 o hasta 100 vehículos al año, AIR tiene como objetivo fabricar decenas de miles de coches voladores anualmente.
¿Cómo se pueden adaptar los AIR One a la ciudad?
Lo cierto es que los primeros usuarios no serán habitantes de la ciudad. “Prefiero que los primeros clientes lo usen en áreas rurales o aterricen en las afueras de la ciudad y tomen un Uber para trabajar. Se podría usar para hacer turismo o hacer un picnic con amigos”, señaló Plaut.
El tamaño del AIR One puede ser un problema a la hora de estacionar en la ciudad. El vehículo es un poco más grande que dos autos, pero tiene una ventaja, es plegable, y plegado mide aproximadamente como una camioneta Ford F-150.
Con su tren de aterrizaje plegable y sus ruedas eléctricas puede ingresar a un lugar estrecho como un estacionamiento o un garaje. Aunque sus ruedas no le permitirían circular como un automóvil debido a su lentitud en tierra. Entonces Plaut se pregunta si vale la pena que los usuarios compren un AIR One que, por lo menos al principio, no podrán utilizar en las ciudades.
Según él, el futuro de la movilidad está en el cielo por lo que la empresa debe generar confianza en los consumidores y toda la industria debe posicionar a los eVTOL como modelos legítimos de transporte diario y desarrollar vehículos a gran escala para hacer realidad esa visión.
eVTOL personal
Enfocarse en un uso personal le permite a AIR evaluar el mercado antes de escalar en producción. “La esencia de la compañía es tener algo parecido a un Tesla”, reconoció, y anticipó que el AIR One se venderá de forma directa a los consumidores a través de salas de exhibición.
Continuando con la analogía con Tesla, Plaut señaló que el primer auto de la empresa de Elon Musk recorrió apenas 273 kilómetros, por lo que los 160 que puede hacer el AIR One son suficientes para cubrir la mayoría de las tareas diarias de una persona promedio.
El precio de sus vehículos personales serán similares a los del Tesla Model S (unos 123 mil dólares) , y la tarifa anticipada que ya se puede abonar no es fija, sino que se arregla con cada cliente. “Queremos cierto nivel de compromiso, pero será una pequeña cantidad”, explicó Plaut.
El objetivo y visión de AIR, indicó Plaut, es hacer algo tan fácil como un automóvil a un precio accesible. “Si podemos hacer eso, creo que podemos marcar una diferencia real”.
El futuro está en el aire
Aún es muy pronto para hablar de autos voladores personales, “hay más de 80 millones de automóviles vendidos por año, nosotros estamos en 0″, señaló Plaut y dijo que aún hay mucha infraestructura a desarrollar.
“Los coches voladores son una realidad. La tecnología de la aviación existe y se está llevando a cabo una revisión regulatoria en etapa inicial tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de los Estados Unidos para llevar los eVTOL al mercado. Lo que no existe es un lugar para aterrizarlos. En las próximas décadas, la infraestructura de la ciudad se verá muy diferente. Los puertos verticales dentro de la ciudad que pueden acomodar eVTOL de todos los tamaños y capacidades de distancia serán algo común en la metrópolis moderna”, escribió Nimrod Golan-Yanay, director de Urban Aeronautics, otra empresa de desarrollo de eVTOL israelí, en la revista TechCrunch.
Es cierto que todavía parece impensable en ir al trabajo volando, y es muy difícil imaginar las ciudades actuales con estacionamientos verticales, pero si esta tecnología continúa avanzando y se adentra en las vidas personales de la sociedad, no sería raro que un futuro podamos ir al trabajo o a hacer las compras volando.
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