Sergio Federovisky, del Ministerio de Ambiente: “La ley de envases no fija un impuesto sino una tasa que conlleva una contraprestación”

Tras el cuestionamiento por parte de las empresas de EEUU en el país al proyecto de ley del kirchnerismo que establece una tasa de hasta 3% sobre los envases de alimentos, el secretario de Control y Monitoreo Ambiental negó que el proyecto incluya una mayor presión tributaria

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"La tasa se va a fijar según cada caso. Lo que establecimos en el proyecto de ley es un tope. Además, no es sobre los alimentos sino sobre el precio de los envases", dijo Federovisky
"La tasa se va a fijar según cada caso. Lo que establecimos en el proyecto de ley es un tope. Además, no es sobre los alimentos sino sobre el precio de los envases", dijo Federovisky

Las empresas de EEUU en el país rechazaron un proyecto de ley del kirchnerismo que establece una tasa de hasta 3% sobre los envases de alimentos y cuyos fondos administrará el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación. La Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) consideró que la propuesta es “anacrónica” y que genera una mayor carga tributaria al tejido productivo. En ese contexto, desde la cartera que conduce Juan Cabandié dijeron a Infobae que el proyecto de ley “no fija un impuesto sino una tasa que conlleva una contraprestación” y que podrá ser sorteada por las empresas que gestionen de forma privada el reciclado y el tratamiento de los envases.

El diálogo con este medio, el secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky planteó que “la responsabilidad recae sobre las espaldas de los productores que ponen en el mercado productos que cuando se convierten en residuos, tienen que hacerse responsables de su reutilización”.

En ese sentido, remarcó: “La ley permite que las empresas realicen sus sistemas de gestión aprobados por el Ministerio de Ambiente de modo particular o en su defecto que abonen la tasa”.

“Hay mecanismos para disminuir o no pagar la tasa a través de proyectos de envases retornables y eco diseño. Hay opciones para no pagar la tasa. No es compulsiva y sin opción” (Federovisky)

Cabe recordar que el proyecto que impulsa el bloque que lidera Máximo Kirchner establece una nueva tasa de hasta 3% sobre los envases de alimentos, cuyos fondos administrará el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación. Con lo recaudado por el pago de esa tasa se creará un fideicomiso, administrado por la banca pública, que “servirá para fortalecer los sistemas públicos de gestión de envases, promover la inclusión de los recicladores, impulsar la valorización de los envases y fomentar el desarrollo del ecodiseño”, entre otros objetivos para prevenir y reducir su impacto sobre el ambiente.

-¿Qué opina sobre el argumento de las empresas que indica que la ley genera mayor carga tributaria sobre el tejido productivo?

-En principio es falso porque no se trata de un tributo sino de una tasa. Y como toda tasa tiene una contraprestación que es el financiamiento del sistema de gestión de envases que las empresas privadas han decidido no financiar. Por ende, no hay ninguna presión tributaria y además, si se aplica con honestidad intelectual el criterio que rige la ley que es el de la responsabilidad extendida del productor, entonces no se puede hablar de una carga adicional. La responsabilidad recae sobre las espaldas de los productores que ponen en el mercado productos que, cuando se convierten en residuos, tienen que hacerse responsables de su reutilización. Un argumento complementario de Amcham, es que además de ser una carga tributaria es una carga compulsiva. Eso es falso porque el proyecto de ley permite que las empresas realicen sus sistemas de gestión aprobados por el Ministerio de Ambiente de modo particular o en su defecto que abonen la tasa. Además hay mecanismos para disminuir o no pagar la tasa a través de proyectos de envases retornables y eco diseño. Hay opciones para no pagar la tasa. No es compulsiva y sin opción.

El proyecto que impulsa el bloque que lidera Máximo Kirchner establece una nueva tasa de hasta 3% sobre los envases de alimentos
El proyecto que impulsa el bloque que lidera Máximo Kirchner establece una nueva tasa de hasta 3% sobre los envases de alimentos

¿Se puede crear una administración mixta entre el sector privado y el público de los fondos del fideicomiso?

— La ley lo que prevé es la existencia de un consejo consultivo en el que participan todos los sectores involucrados desde las cámaras empresarias hasta los cartoneros. Ese consejo consultivo interviene directamente en la fiscalización de la trazabilidad de los fondos de la tasa. Los fondos se depositan en un fideicomiso en el BICE y el consejo consultivo tiene la facultad de chequear la trazabilidad de ese sistema sin ningún problema.

¿Cuánto se prevé recaudar a través de la tasa?

— No hay un número estimado. Esto es porque de manera maliciosa se propaga la idea de que se va a cobrar el 3% de los envases y en verdad, la ley dice que a través de una formula en la que intervienen distintos aspectos, se podrá pagar hasta un 3% del precio mayorista del envase como tasa. No está prefijada a la misma y se va a fijar según cada caso. Lo que establecimos en el proyecto de ley es un tope. Además la tasa no es sobre los alimentos sino sobre el precio de los envases.

Las empresas argumentan que se trata de una estatización del reciclado en Argentina, ¿qué opina?

— Me parece absurdo considerar una estatización el hecho de que, a través de una tasa, el Estado financie sistema de gestión que pone en marcha municipios y empresas. Lo que vamos a hacer es garantizar que esa tasa va a estar destinado a la inversión correspondiente para que el sistema de recuperación de envases funcione. Tenemos que preguntarnos por qué esto hoy no funciona, y es básicamente porque hay una externalización de costos por parte de las empresas no aplicando justamente la responsabilidad extendida del productor. La industria que utiliza materia reciclable hoy importa 800 toneladas al año de EPEC, es decir de basura de otros países. No tiene la materia prima localmente y la tiene que ir a buscar afuera. Esas 800 toneladas anuales significan erogación de dólares. Además, el 92% de los plásticos que se tiran a la basura en Argentina van a parar a un relleno sanitario o a un basural a cielo abierto sin ningún tipo de tratamiento.

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