La acciones argentinas encadenaron cuatro ruedas seguidas en baja, una tendencia que arrancó el viernes 12, antes de los comicios de medio término, pero que se aceleró al confirmarse el triunfo opositor en las elecciones.
Desde los máximos de la semana pasada, cuando los títulos privados registraron sus precios en dólares más altos desde marzo de 2020, y valores récord en pesos, la baja promedio fue de 9,1% en dólares -”contado con liquidación”- y de 10,3% en pesos.
El índice accionario S&P Merval de Buenos Aires, ahora en los 87.000 puntos, descontó 10.000 puntos desde su récord intradiario de 97.024 puntos del jueves 11 de noviembre.
La derrota de los candidatos de la coalición del Frente de Todos no despertó la expectativa por una rectificación de los desequilibrios fiscales y de las variables económicas y financieras. Es más, enfatizaron el temor a la radicalización de las políticas aplicadas en los dos años anteriores impone el escepticismo entre los agentes del mercado.
Brian Torchia, gerente de Finanzas Corporativas de PGK Consultores, observó “la percepción de un triunfo, desde el punto de vista político -más allá del resultado matemático- en lo que respecta al Gobierno. Esto puede implicar que la interpretación del Gobierno sea la de la confirmación del rumbo que ha iniciado desde punto de vista del armado y el accionar del Gobierno desde las PASO en adelante. Y esto puede tener como implicancias una continuidad de la recuperación económica en el corto plazo apalancada, fundamentalmente, con acciones de incentivo a la demanda”.
“Ante la ausencia de un financiamiento genuino y sólido en lo que hace al mercado local -producto de todas las complejidades por las cuales están transitando actualmente- hace que se empiecen a reducir las herramientas, y que la herramienta por excelencia, con la cual puede contar el Gobierno para llevar adelante este tipo de políticas es la de continuar con financiamiento del Banco Central hacia el Tesoro para sostener las acciones de incentivo a la demanda”, añadió Torchia.
Cuando se hacen anuncios, es importante que se puedan cumplir. Los inversores institucionales hoy en día esperan ver resultados (Javier Timerman)
Javier Timerman, socio de AdCap y co-fundador de Banza, subrayó que “había una sensación de que el Frente de Todos se podía desintegrar o que podía haber algún tipo de conflicto interno en el Gobierno. Eso se evitó con el resultado del domingo, y creo que es eso lo que el oficialismo festejó”, a al vez que evaluó que “el mensaje del presidente Alberto Fernández grabado creo que fue positivo. Fue claramente estudiado de antemano y creo que fue positivo porque mencionó que el acuerdo ya está consensuado con Cristina Fernández y con Sergio Massa, y le también le puso ciertos tiempos”.
“Ahora bien, es muy importante que cuando se hacen este tipo de anuncios se puedan cumplir. Si en un par de semanas no aparece nada, entonces no será un buen discurso el que dio el Presidente. La política argentina tiene que demostrar en el terreno de los hechos, porque los rumores y las expectativas no la impactan demasiado. En Argentina no funciona el famoso dicho ‘buy the rumor, sell the news’. Los inversores institucionales hoy en día esperan ver resultados”, advirtió Timerman.
Los activos locales siguen derritiéndose en valores de remate. Más allá del resultado electoral, a los agentes no les cerró el plan plurianual (Gabriel Caamaño)
Para Darío Diaz, socio de Fidem Partners, “el resultado de las elecciones y la nueva composición de las cámaras legislativas, llevarán al Gobierno a negociar más las decisiones. Por otro lado habrá que ver si el Gobierno comienza a tomar ciertas medidas de ajuste que son necesarias y algo antipáticas en términos electorales. Es una incógnita el camino que van a tomar. No vemos que sea sencillo un acuerdo amplio con todas las fuerzas políticas para implementar medidas de fondo y un plan económico a largo plazo”.
“Lamentablemente no vemos una recuperación rápida en el corto plazo, aún en el caso de que se logre una refinanciación de la deuda. El mercado y todos los agentes económicos descuentan que va a tener que realizarse una corrección del tipo de cambio oficial. Dependerá también del acuerdo con el FMI, la presión sobre el tipo de cambio de las últimas semanas y un BCRA con poco nivel de reservas no ayudan a convencer al mercado de que no exista una devaluación. No va a ser tarea sencilla un acuerdo, sin un plan económico que indique como van a regularizándose los desajustes actuales, financiación de déficit, atraso de tarifas, etcétera”, describió Darío Díaz.
La percepción de triunfo que se tuvo en el Gobierno puede implicar que la interpretación sea la de la confirmación del rumbo (Brian Torchia)
Gabriel Caamaño, socio gerente de Consultora Ledesma, comentó que “los tipos de cambio nominales paralelos siguen en alza, los activos locales siguen derritiéndose en valores que ya son de remate. Más allá del resultado electoral, a los agentes no les cerró lo del plan plurianual. Si lo tienen, empiecen a bajarlo. Si no lo tienen, ármenlo. Si no, se va a complicar”.
“Eso de jugar a que el acuerdo por sí sólo estabilice la macro para que no sea necesario ajustar los desequilibrios, sin explicar qué esquema de políticas son las que permiten alcanzar así el acuerdo, tienen la clásica circularidad a las que nos tienen acostumbrados hace años”, agregó Caamaño.
El domingo, ya con unos primeros resultados de las elecciones legislativas, en un discurso grabado, el presidente Alberto Fernández confirmó que en diciembre se enviará al Congreso el programa diseñado por el equipo económico y los puntos de acuerdo alcanzado con el staff del FMI. Esto no significa que el programa cuente con el total aval del organismo.
Los analistas de Invertir en Bolsa interpretaron “del mensaje grabado del Presidente, que el pago al FMI programado para diciembre se realizará, lo cual es bueno y malo a la vez. Es bueno, porque genera un mejor clima general de negocios y de mercados. Sin embargo, es al mismo tiempo malo porque refuerza la sensación de deterioro patrimonial del BCRA. Es en este contexto, que interpretamos ahora la urgencia del gobierno para negociar con el FMI y presionar a la oposición para evitar entrar en arrears (atrasos) en marzo con el mencionado organismo”.
Los ADR de los bancos son los que experimentan las caídas más pronunciadas. La exposición de los bancos a bonos del Tesoro y también a las Letras de Liquidez (Leliq) que coloca el BCRA es observada como una señal de debilidad para los balances de las entidades. Desde el miércoles 10, las acciones de Grupo Galicia acumularon una pérdida de 20% en Wall Street, para negociarse ahora debajo de los 10 dólares. Banco Macro descendió 17,2% y Grupo Supervielle, un 15,5 por ciento.
“Con respecto al sector bancario, si bien reconocemos que hay valor en términos históricos los potenciales daños colaterales que podría provocar la situación patrimonial del BCRA nos hacen ser más cautelosos y selectivos con este sector”, indicó Invertir en Bolsa.
Un informe de Delphos Investment definió que “el resultado electoral podría considerarse como ‘estructuralmente positivo’ para los activos argentinos, pero una macroeconomía tan deteriorada le pone un techo bajo a la actual recuperación de precios”. Y en dicha línea indicó que “el resultado nos deja argumentos favorables para pensar que los pisos del mercado ya podrían haber quedado atrás, pero el potencial alcista se va a mantener acotado dada la incertidumbre reinante en materia política y económica”, agregó.
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