Números favorables en distintos sectores de la actividad económica explicaron, de acuerdo a la visión que atraviesa al equipo económico, una mejora en la performance electoral del oficialismo este domingo en comparación con las PASO. De todas formas, la carrera entre los salarios y la inflación en medio de una aceleración de precios, y una lentitud más marcada en la generación de empleo fueron los “fundamentos” económicos de la derrota electoral, de acuerdo a lo que analizaron en el gabinete.
Con los resultados electorales en la mano, llegó la oportunidad para distintos despachos oficiales de sentarse a analizar un escenario en que el oficialismo volvió a perder a nivel nacional y en la Provincia de Buenos Aires contra la coalición Juntos, pero con una reducción significativa en la distancia que hubo entre oficialismo y oposición en el principal distrito electoral, lo que explicó cierta euforia en el Frente de Todos el domingo por la noche.
La carrera entre los salarios y la inflación en medio de una aceleración de precios, y una lentitud más marcada en la generación de empleo fueron los “fundamentos” económicos de la derrota electoral
Ya con la cabeza fría, en los distintos ministerios consultados por Infobae respecto a las causas que explicaron la derrota electoral, apareció como principal elemento el deterioro sostenido que muestran los salarios, con un poder de compra que perdió terreno en los últimos años y que, para algunos sectores como los trabajadores formales del sector privado y los estatales, en 2021 podría ser una tendencia que frene.
“La insatisfacción por el nivel de vida y de los ingresos pesa mucho, más allá de una mejora de la actividad gran parte de la sociedad está molesta”, reflexionaba una fuente oficial este lunes por la tarde. Los últimos números del Indec son muy elocuentes sobre el impacto que todavía tiene la inflación para un sector relevante del mercado laboral que casi no cuenta con mecanismo de protección de sus salarios como son las negociaciones paritarias gremiales.
El último dato oficial de Indec fue publicado el último jueves, junto con el 3,5% de índice de precios de octubre, y marca la fragilidad de los sectores del mercado de trabajo que están desplazados del empleo registrado o público: en lo que va del año los salarios de los trabajadores informales están nada menos que 17 puntos porcentuales por debajo de la inflación. Es incluso una brecha mayor a la que ya tenían en septiembre, cuando ese sector estaba 12 puntos atrás del ritmo de precios.
La demora en la recuperación del empleo fue otra de las razones que señalaron en el plantel económico para entender el resultado electoral de las PASO y de ayer. Si bien de acuerdo a datos oficiales la creación de empleo es sostenida en los últimos meses, no está ni cerca de compensar la caída de puestos de trabajo privados que tuvo lugar en los primeros meses de pandemia: se recuperaron 114 mil de 188 mil empleos destruidos, es decir un 60 por ciento.
En lo que va del año los salarios de los trabajadores informales están nada menos que 17 puntos porcentuales por debajo de la inflación. Es incluso una brecha mayor a la que ya tenían en septiembre, cuando ese sector estaba 12 puntos atrás del ritmo de precios
Otro dato del Indec marca lo difícil que es para los desocupados poder reintegrarse al trabajo. Hace un año, es decir con los datos del segundo trimestre 2020, el 38% de los desocupados hacía entre 1 y 3 meses que buscaba trabajo. Con la información más actualizada, hacia el segundo trimestre de este año el 43,8% ya buscaba trabajo hace más de un año.
Por el contrario, a la hora de explicar por qué el oficialismo mejoró sus números en la provincia de Buenos Aires, entre otros distritos, entre las PASO y las legislativas generales de este domingo, desde un área ligada a la actividad económica consideraban que la tendencia sostenida -en algunos sectores más marcadamente que en otros- de recuperación comenzó a sentirse con más claridad en distintos sectores.
“Hubo más gente que fue a votar, hubo más militancia y ordenamiento territorial, pero también hubo una serie de mejoras en la economía que puedan haber incidido” en esa mejoría entre el 12 de septiembre y el 14 de noviembre en las urnas, pensaba en voz alta otra fuente oficial.
Otro efecto de un resultado electoral menos crítico de lo que se esperaba a priori hizo aflojar algunas tensiones en el equipo económico. “Si terminaba siendo peor que en las PASO iba a estar picante”, se sinceraba este lunes por la tarde un integrante del gabinete. Al menos temporalmente, las versiones de un recambio en elenco ministerial perdieron fuerza.
Si bien de acuerdo a datos oficiales la creación de empleo es sostenida en los últimos meses, no está ni cerca de compensar la caída de puestos de trabajo privados que tuvo lugar en los primeros meses de pandemia: se recuperaron 114 mil de 188 mil empleos destruidos, es decir un 60 por ciento
De hecho, desde el equipo económico eligieron leer el primer mensaje presidencial, en el que anunció el envió al Congreso del proyecto de ley de estimaciones económicas plurianuales, como un espaldarazo a las negociaciones con el Fondo Monetario que lleva adelante Martín Guzmán, otro de los nombres que alimentó el listado de posibles ministros a reemplazar durante la crisis política interna en el Frente de Todos tras las PASO.
La mención de Alberto Fernández, además, a indicadores económicos puntuales como la recuperación industrial, fue leído desde algunos despachos oficiales en clave de respaldo al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, otro funcionario con terminal política directa en el jefe de Estado y que también apareció entre los candidatos a ser víctima de un recambio ministerial más amplio luego de las elecciones.
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