Como una pesadilla que nunca termina, otro fondo de inversión que no ingresó a los canjes de la deuda de la Argentina pidió por el default del 2001 el embargo de recursos por unos USD 230 millones que el país puede tener depositados en la Reserva Federal de Nueva York.
El analista de deuda Sebastián Maril, director de Latam Advisors, precisó a Infobae que se trata del fondo Attestor Master Value, que “emitió una orden de embargo de activos que la República Argentina posee en la Reserva Federal de Nueva York con deuda en default del 2001 y no canjeada en 2005 y 2010″. El pedido lo hizo tras lograr la aprobación de un juez federal. La Fed de Nueva York es un “tesoro” al que el gobierno argentino apeló en el pasado para resguardarse de los embargos de los holdouts.
Maril aclaró que, por el momento, se desconoce el monto y los activos exigidos” por el abogado Dennis Hranitzky, ex representante del fondo buitre que logró en la presidencia de Cristina Kirchner embargar en forma temporal a la Fragata Libertad en un puerto africano.
Hranitzky, actualmente en el estudio del estudio Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, LLP, fue quien se subió personalmente a la fragata en Ghana para concretar el embargo de la Fragata en 2012 y en 2020 armó un grupo de bonistas tenedores de deuda argentina que participó de las duras negociaciones con el Gobierno que culminaron en el exitoso canje de agosto pasado.
El entonces representante legal del fondo buitre NML de Paul Singer logró retener la embarcación argentina durante más de dos meses en ese puerto africano.
Maril explicó que “los famosos juicios con los holdouts que no ingresaron a los canjes del 2005 y 2010, terminaron con el acuerdo en 2016 tras el fallo del juez Thomas Griesa y la llegada al poder de Mauricio Macri”, que logró en el primer trimestre de ese año un acuerdo con la mayoría de los fondos que estaban o en juicio o directamente con una sentencia a su favor por la decisión de Argentina de cerrar esas dos reestructuraciones soberanas.
Sin embargo, recordó Maril, “algunos fondos quedaron sin arreglar y siguen sin cobrar; en el medio siguen sin cobrar y en febrero de este año estos fondos de inversión, liderados por Attestor, dijo que comenzaba un período de discovery de activos argentinos”, para detectar recursos para cobrar lo que reclaman.
La semana pasada, “hubo una presentación confidencial y anónima, que fue un pedido al Departamento de Justicia de Estados Unidos por activos argentinos en la Fed de Nueva YorK; si no encuentran nada, o siguen buscando activos en otros lados, o pedirán medidas cautelares para trabar el pago de intereses de la deuda argentina”, advirtió Maril.
-¿Qué posibilidades tienen estos fondos de frenar los pagos de la deuda?
-Si Argentina no paga y no cumple con la orden de pago y si no hay activos embargables, muchas. De todos modos, fueron 9 meses de discovery, así que algo pueden haber encontrado en la Fed-aclaró Maril.
Por supuesto que estos fondos tampoco participaron del canje de la deuda que realizó la Argentina en 2020 y, a pesar de ello, consiguieron un aval para pedir el embargo de los fondos, que ahora deberá tramitar el Departamento de Justicia de la administración de Joe Biden.
Una fuente con experiencia en estas cuestiones jurídicas dijo que “no le será fácil a estos fondos conseguir el embargo, pero pueden conseguir una medida cautelar; si tienen sentencia previa, pueden pedir el embargo de un activo que sea comercial de Argentina en Estados Unidos”.
Si no lo lograran, podrían ir por la prenda máxima: buscar trabar los actuales pagos de la deuda argentina, como ocurrió cuando Griesa le impidió al país girarle los fondos a los inversores en el exterior, hasta que se solucionó el problema en 2016. Claro está, que ahora el país ya renegoció y le pagó a la mayoría de sus acreedores, a diferencia de aquel entonces.
Los fondos de inversión que prefieren no entrar en las reestructuraciones ofrecidas por los gobiernos se dedican básicamente a esperar la mejor oportunidad para cobrar todo lo que reclaman, más los intereses acumulados. Para cobrar, o deben contar con el aval de un juez o, en este caso, del ejecutivo norteamericano. Habrá que ver si esta importante oficina de gobierno pone por delante la seguridad de Nueva York como plaza para realizar transacciones de deuda voluntarias, o coloca a la Argentina ante una nueva complicación -mientras a la vez intenta renegociar su deuda con el FMI-, en una demostración de que la historia, al menos en cuanto a la deuda soberana, siempre se repite.
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