La capacitación y formación profesional y en oficios forma parte de una de las aristas, generalmente poco abordadas, que son centrales para analizar el problema de la generación de puestos de trabajo. En la actualidad, prácticamente siete de cada diez trabajos no son considerados calificados pero los expertos aseguran que, sin necesidad de tener una carrera universitaria, hay opciones para poder integrarse al mercado de trabajo, con cursos relativamente cortos y accesibles al público general.
El Gobierno sostiene dos programas de capacitación abiertos y que funcionan de manera permanente. Uno, más focalizado, es el que tiene la plataforma Educar del Ministerio de Educación, y que incluye unos 50 cursos cortos con una oferta variada que va desde oficios como plomería hasta el desarrollo de videojuegos.
El Gobierno sostiene dos programas de capacitación abiertos: Educar, del Ministerio de Educación, y el Portal Empleo, del Ministerio de Trabajo
Por su parte, la cartera laboral tiene vigente desde principios de agosto el Portal Empleo, un sitio web creado ad hoc por el Poder Ejecutivo para que empresas y aspirantes a trabajar puedan “conectarse”. En esa plataforma las empresas pueden inscribirse para buscar candidatos a ocupar vacantes laborales -y además tienen beneficios impositivos en caso de contratar por esta vía- y las personas pueden anotarse para buscar empleo, crear un curriculum o buscar cursos de capacitación.
Radiografía del empleo
Los últimos datos del Indec dieron cuenta que entre la población desocupada, el 30% tiene el secundario completo, un 24% tiene estudios de nivel superior o universitario incompleto, el 22,8% tiene el secundario incompleto, el 11% tiene estudios superior o universitario completo y el 8,4% el primario completo.
En cuanto al nivel de calificación del trabajo, las cifras oficiales hablan de que el 68,5% son trabajos operarios y no calificados, mientras que el 19,4% es un trabajo considerado técnico y el 11,3%, profesional. Un indicador que aumentó notoriamente en este último año y medio de pandemia y es clave para entender las dificultades para integrarse -o volver- al mercado laboral.
Hace un año, es decir con los datos del segundo trimestre 2020, el 38% de los desocupados hacía entre 1 y 3 meses que buscaba trabajo. Con la información más actualizada, hacia el segundo trimestre de este año el 43,8% ya buscaba trabajo hace más de un año.
Prácticamente 7 de cada 10 trabajos no son considerados calificados pero los expertos aseguran que, sin necesidad de tener una carrera universitaria, hay opciones para poder integrarse, con cursos relativamente cortos
Analizado por características de la población, entre los varones, la tasa de desocupación se ubicó en 9% de la oferta laboral. La incidencia de la falta de empleo es mayor, de todas formas, entre las mujeres. Su tasa de desocupación fue de 10,4%, más allá de que presentó un descenso de casi dos puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior, cuando había sido de 12,3 por ciento.
Y más específicamente, el problema central está entre las mujeres jóvenes: el desempleo entre las que tienen entre 14 y 29 años es de 22,4%. Como comparación, los varones de esa edad sufren una falta de trabajo de 16,1% de ese universo etáreo que participa de la búsqueda laboral.
La brecha en la formación para el empleo no tiene que ver, según explica a Infobae Matías Ghidini, especialista en mercado laboral y general manager de la consultora Ghidini Rodil, con la falta de abundancia de cursos sino de direccionamiento estratégico hacia lo que necesita una economía como la argentina.
“El problema de la falta de capacitación no es la cantidad de capacitación, si falta o abunda. Hay una brecha sobre qué hay que capacitar. No siempre es necesario algo complejo, profundo o universitario para mejorar la empleablidad de la gente. No todos tienen que ser ingenieros. Hay que capacitar estratégicamente a largo plazo rubros donde hay más demanda, hoy existe una desconexión entre la oferta y la demanda”, apuntó.
“El problema entonces es que no siempre fomentamos sostenidamente lo que hay que hacer. En tecnología por ejemplo, con capacitaciones de entre 4 y 6 meses ya se puede tener un empleo, se puede empezar a programar y empezar a subir en una carrera. En campos como la enfermería también se aplica, se puede ser profesional con 3 años y por la demanda que hay seguramente va a estar trabajando desde antes. El problema no es cuánto, sino ser preciso y capacitar con los distintos modelos que hay, en carreras y campos del futuro del trabajo”, resaltó Ghidini.
Falta de talentos
Un estudio de la consultora de recursos humanos ManpowerGroup mostró que el 69% de las compañías encuestadas a nivel global reporta escasez de talento, en un muestreo realizado en 43 países. Para el caso particular de la economía argentina, en tanto, esa cifra subió hasta el 72% de los empleadores que respondieron tener dificultades para encontrar el perfil de empleado que necesitan. Como referencia, según ese trabajo, en 2019 ese número era de 50 por ciento.
Un estudio de la consultora de recursos humanos ManpowerGroup mostró que el 69% de las compañías encuestadas a nivel global reporta escasez de talento, en la Argentina sube a 72 por ciento
Tal como reflejó Infobae recientemente, en el país las posiciones más difíciles están en el área de operaciones y logística, luego se encuentran Tecnología de la Información (IT), y más atrás se ubicaron, según ManpowerGroup, las industrias manufactureras. “La escasez de talento a la que se enfrentan los empleadores se encuentra en el pico máximo de los últimos 15 años. Hoy es más difícil que nunca conseguir habilidades blandas y conocimientos técnicos”, explicó el informe.
Para Luz Borchardt, co fundadora y vicepresidenta de Acquisition de la compañía Henry, que brinda cursos de programación y desarrollo web que el alumno abona una vez que consigue trabajo, “hoy en día ya no es tan necesario contar con un título universitario para ingresar al mercado laboral como antes. Tenemos infinidad de casos de graduados que no tienen título universitario y consiguieron trabajo en empresas de primer nivel como Mercado Libre o Auth0″, explicó ante la consulta de Infobae.
“Existe una gran variedad de programas cortos que, según un reporte del Banco Mundial, son los que están generando más empleabilidad en la región. Específicamente dentro de las carreras de IT, las tecnologías cambian muy rápido y las currículas universitarias no están actualizadas respecto a las necesidades actuales que tienen las empresas. Los programas son largos, no acompañan los nuevos avances que ocurren en el mundo y las tecnologías que enseñan son viejas. Además, tampoco aplican metodologías utilizadas por las empresas, como el trabajo en equipo y la realización de proyectos”, mencionó.
“Por supuesto que tener un título universitario es positivo en un montón de aspectos porque demuestra disciplina y la capacidad de cumplir objetivos, pero en la actualidad no es necesario para conseguir un trabajo en el mundo de la programación. Los programas de formaciones cortas con empleabilidad rápida vienen funcionando muy bien para las carreras afines a la tecnología y la programación, y esperamos que siga así”, explicó Borchardt.
Destacó la especialista en el rubro que “hubo un aumento en la demanda de trabajos en tecnología en todas las industrias, que no es estacional sino que va a seguir aumentando en los próximos años. La pandemia aceleró la digitalización de un montón de servicios, por eso se generó una demanda tan grande. Ya estamos en un punto de no retorno donde los consumidores exigen cada vez más servicios digitales porque son eficientes y más baratos. Según reportes de Microsoft y LinkedIn, para 2025 se van a crear 150 millones de puestos de trabajo en tecnología”.
Programas oficiales
La oferta de cursos y capacitaciones que da el Estado incluye tecnología y algunas tareas particulares de informática y desarrollo de videojuegos, pero no se limita a eso sino que también incluye oficios tradicionales, como plomería, entre otros.
La plataforma Educar, que depende del Ministerio de Educación, ofrece unos 53 cursos que se realizan de forma enteramente remota y asincrónica (es decir, el alumno o alumna pueden cursar en el momento que deseen durante un plazo máximo de un mes) y que tienen una duración de entre 8 y 10 horas. En las cinco convocatorias que hizo la cartera educativa en lo que va del año para inscripciones a este tipo de cursos, hubo en total 161.697 personas anotadas.
“Existe una gran variedad de programas cortos que, según un reporte del Banco Mundial, son los que están generando más empleabilidad en la región” (Borchardt)
En el área de computación se listan cursos de seguridad informática, Excel y Word básico y avanzado y reparación y mantenimiento de computadoras personales. Para programación y diseño hay talleres de: diseño vectorial, programación visual de imágenes, creación de videojuegos y cursos introductorios al diseño y a la técnica stop motion.
Para oficios la oferta es limitada: plomería, albañilería, corte y confección, herrería de diseño, cuchillería artesanal y cestería en simbol. También hay otros que pueden ser útiles, por ejemplo, para emprendedores, como estructura de costos para pyme, fotografía de objetos y productos, textos administrativos, finanzas, organización del trabajo y gestión de conflictos.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo tiene su Portal Empleo, que según fuentes oficiales, cuenta actualmente con 55.000 personas y 1.900 empresas inscriptas. En este caso la oferta es más amplia y, al ser presencial, cobra relevancia desde qué provincia se busca anotarse a los talleres. De acuerdo con información del portal, hay unos 70 cursos en al provincia de Buenos Aires y 8 en la Ciudad de Buenos Aires, entre otros.
Y respecto a la oferta temática también es variada: hay unos 40 que están direccionados hacia el sector informática y tecnología digital, 21 a metalurgia, metalmecánica y electromecánica, 12 para oficios ligados a la construcción y una cantidad menor para salud, turismo y gastronomía, cuidado de personas y producciones artesanales, entre otros rubros.
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