Desde Singapur, un multimillonario de bajo perfil formuló una afirmación sorprendente: había acumulado discretamente una de las mayores participaciones en Tesla Inc. de Elon Musk.
“Creo en la gran misión de Elon”, dijo Leo KoGuan al mundo a través de Twitter.
Con ese mensaje en septiembre, KoGuan -quien ya era multimillonario previamente- empezó a dar detalles a creyentes y escépticos por igual, según Bloomberg. Al respecto, el valor de sus supuestas participaciones se disparó varias veces: a 4.000 millones de dólares, 5.000 millones de dólares y, ahora, a más de 7.000 millones de dólares.
El artículo se pregunta si un solo inversor desconocido, incluso uno tan rico como KoGuan, podría amasar una posición tan enorme en una empresa como Tesla sin que apenas nadie se diera cuenta.
Y la respuesta es que sí. “Los registros bancarios proporcionados a Bloomberg News por KoGuan y confirmados por personas familiarizadas con sus inversiones muestran que poseía 6,31 millones de acciones de Tesla a finales de septiembre. También poseía 1,82 millones de opciones que le daban derecho a comprar Tesla entre 450 y 550 dólares por acción - contratos que están profundamente en el dinero después de que la acción cerrara a 1.114 dólares el viernes en Nueva York”.
En diálogo con Bloomberg, expresó: “A veces se gana, a veces se pierde; afortunadamente, yo gano más veces de las que pierdo”.
En esta carrera, se recordó, otros ganaron y perdieron mucho: Bill Hwang logró una de las mayores fortunas del mundo “prácticamente en secreto y lo perdió todo en cuestión de días con el colapso este año de su oficina familiar, Archegos Capital Management, que conmocionó al mercado”.
KoGuan también “ha podido evitar las miradas indiscretas de los reguladores y del público inversor porque sólo gestiona el dinero para sí mismo y porque su participación en Tesla -menos del 1%- está por debajo del umbral del 5% que requiere la divulgación pública en Estados Unidos”.
El empresario explicó que aumentó su participación en Tesla desde septiembre, al comprar tanto acciones como opciones. “Lo tengo todo. Todo el dinero que tengo lo gasto en Tesla”.
Según Bloomberg, “se sabe desde hace años que es multimillonario. En Estados Unidos, es el fundador de SHI International Corp., una empresa de software empresarial de los suburbios de Somerset, Nueva Jersey, con 11.100 millones de dólares de ingresos anuales”.
En China, “es conocido por donar dinero a unas pocas universidades importantes. Más recientemente, su nombre salió brevemente a la superficie cuando compró su ático de 46 millones de dólares en Singapur a James Dyson, el inventor británico de la aspiradora sin bolsa”.
En un artículo del Wall Street Journal de 2009, cuando KoGuan participaba en la construcción de un hotel de lujo en Shangai, se lo describía vistiendo ropa de diseño de colores y conduciendo un Bentley descapotable.
Él se describe como un inversor minorista que se inició en el comercio de acciones en 2019 y, tras invertir en Baidu Inc., Nio Inc, Nvidia Corp. y otros, vendió todo menos Tesla. Primero, volcó su dinero en las acciones: a principios de 2020 poseía 2,3 millones de acciones (que ascienden a unos 12 millones de acciones después de ajustar la división de las acciones del año pasado), equivalente a 1.500 millones de dólares.
Con el derrumbe de este papel, admitió, “perdí casi todo”; pero siguió comprando opciones sobre acciones a corto plazo para “recoger los beneficios cuando las acciones suben; utilizar parte de esos ingresos para comprar acciones reales, y gastar el resto en otra apuesta de opciones. En otras palabras, doblar la apuesta una y otra vez”.
Pese a que algunos inversores señalan que es mejor no poner todos los huevos en la misma canasta, KoGuan afirma que ya está diversificado por medio de su participación en la empresa privada SHI, que el Índice de Multimillonarios de Bloomberg valuó en 3.200 millones de dólares.
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