En el hotel Intercontinental Paris Le Grand hay una suite presidencial de lujo que se puede conectar con otras 20 habitaciones, tiene vidrios antibala, un panic room y está reservada para el uso exclusivo de jefes de estado o personalidades diplomáticas muy importantes.
Antiguamente “Grand Hôtel”, el Intercontinental es uno de los hoteles con más historia de la capital francesa, está situado al lado de la gran Ópera Garnier y fue construido entre los años 1861 y 1862 para la celebración de la Exposición Universal de 1867. Ubicado en el barrio 9 de París, es reconocido por haber albergado en su “Café de la Paix” a grandes genios de la escritura como Maupassant, Oscar Wilde y Marcel Proust, entre tantos otros.
Tiene una totalidad de 458 habitaciones de las cuales 30 tienen vista a la fachada de la Ópera, uno de los frentes más bellos de París y de los favoritos de los amantes de la arquitectura, entre sus habitaciones hay una suite monumental súper exclusiva para presidentes o diplomáticos importantes que deseen encontrar alojamiento de alta seguridad fuera de su embajada. El hotel abrió las puertas de la suite al diario Le Figaró por primera vez para los ojos del público. John Kerry, exsecretario de Estado del gobierno de Barack Obama, es conocido por ser uno de los “huéspedes frecuentes” de la suite.
Esta suite cuenta con la denominación de “rincón diplomático” otorgado por el Ministerio de Asuntos Exteriores francés, y es uno de los pocos sitios del país con esta categoría. Está destinada a albergar visitantes extranjeros como una solución de alojamiento segura, gracias a sus vidrios blindados de máxima seguridad, capaces de resistir los disparos de un arma automática, y a su sistema de aislamiento, que permite bloquear las entradas y salidas de la zona se la suite a proteger.
Además, la suite se puede vincular con un total de 20 habitaciones más, destinadas a albergar delegaciones, y puede aislarse completamente del resto del hotel, así las personalidades que allí se hospedan no tengan que usar los pasillos y ascensores de uso común.
Pero esto no es todo, lo más destacado está un poco más lejos, pasando los dos dormitorios y la enorme sala de estar que componen el cuerpo principal de este rincón diplomático, encontramos la “sala de pánico”. De apariencia es un baño como cualquier otro pero se vuelve completamente impenetrable una vez que se cierra su gruesa puerta blindada. El suelo y el techo se han reforzado con hormigón grueso para proteger la habitación de cualquier riesgo de explosión y funciona como una unidad completamente aislada, con su propio suministro eléctrico y de agua.
La autoridad que por encontrarse en peligro se refugia en la sala de pánico del Intercontinental Paris Le Grand goza con la total autonomía para conectarse telefónicamente a través de una línea segura, y además tendrá un sistema informático propio e independiente que puede defenderse de la intervención del propio sistema de seguridad del hotel.
Para contar con estos sistemas y dispositivo dignos de James Bond hay que pagar entre $8.000 y $14.000 euros por noche.
Quienes quieran hospedarse en este edificio lleno de historia y ubicado en una zona emblemática de París, podrán hacerlo a partir de $390 euros la noche. Los precios de las habitaciones escalan hasta los $1.100 euros, y los de las suites parten de $700 y pueden ir hasta los $12.000 euros la noche.
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