Se acerca el verano y el interés de la demanda por vacacionar o disfrutar de su vivienda en un barrio cerca de la playa gana terreno. En la Costa Atlántica avanzan las construcciones que pronto se estrenarán y las propuestas tradicionales que atraen al público a esta altura del año.
Los principales actores de este sector destacan que quienes son propietarios no sólo utilizan su casa para veranear o los fines de semana, sino que en muchos casos se mudaron de manera permanente desde que llegó la pandemia, y agilizaron edificaciones en busca de otro modo de vida, respaldándose en la opción del home office o combinar el viaje a CABA.
Jorge Kacef, gerente de Pinamar S.A. dijo a Infobae: “Realmente explotó la cantidad de familias que se instalaron en nuestro distrito desde fin de 2020 a la fecha, se calculan más de 3.500 personas que eligieron Pinamar, cambiaron a los chicos de colegio y seleccionaron las opciones de permanencia en la zona. Este invierno fue increíble ver los restaurantes llenos, algo que sólo ocurre los veranos o fines de semana largo, ahora se transformó en una ciudad con movimiento todo el año”.
Este invierno fue increíble ver los restaurantes llenos, algo que sólo ocurre los veranos o fines de semana largo, ahora se transformó en una ciudad con movimiento todo el año (Kacef)
Se revalorizó el tramo llamado Pinamar Norte, y también se potenciaron otros barrios abiertos o los que disponen de seguridad.
La Herradura, tiene 17 años de vida, con 120 casas y otras tantas en construcción, sin embargo sigue captando interesados. Los valores de los lotes aumentaron significativamente y actualmente los perimetrales oscilan en USD 90.000, mientras que los que dan al polo, se cotizan a un promedio de 130.000 dólares.
Parte del perfil de los compradores son jóvenes y familias que tienen a sus hijos grandes, y tienen cierta independencia. “Han comprado inversores que privilegian las urbanizaciones y su entorno, en Pinamar llama mucho la atención la gastronomía, hay restaurantes para todos los gustos. Favoreció el avance de las obras de la autopista (por la Ruta 11) que conecta Buenos Aires con la ciudad, y la ruta 56, entre Madariaga y Conesa, que permiten que se llegue con mayor facilidad que otras épocas”, resaltó Kacef.
En La Herradura, entre los amenities se encuentran las canchas de polo (donde se realizan algunos torneos), fútbol, piscina, club house, lagunas, y mucho paisajismo en sintonía con el bosque que propone la zona. Por expensas se pagan $18.000 aproximadamente.
Desde la llegada del Covid-19, en una casa que se edifique allí, se mira mucho la parrilla, que cumple un rol importante. Cómo se presta atención en las aberturas, las carpinterías, se dota de manera inteligente a la vivienda y que sean luminosas y espaciosas.
También Pinamar S.A., lleva adelante Los Pioneros, en la zona norte de la ciudad y próximo a la ruta 11. Fue trazado sobre un bosque frondoso, más cerca del centro pinamarense y con clubhouse.
En su primera etapa tiene 220 lotes que oscilan entre USD 60.000 y 90.000, “aquí han comprado vecinos del distrito, también mucha gente de La Plata que llega en dos horas y medias por auto, de Villa Gesell y marplatenses que sobre todo se desenvuelven en el Real Estate”, dijo Kacef.
El concepto chacras, presente
Sobre el km 427, de la ruta provincial 11, en Villa Gesell, avanza El Salvaje, Chacras Marítimas, con terrenos de amplias dimensiones. Ofrece además un acceso directo a playas vírgenes, conectado con el circuito ecológico de la Reserva Natural Faro Querandí.
Ricardo Bullrich, gerente comercial del proyecto, comentó a Infobae, que, “en nuestro caso, hay una valoración por la tranquilidad casi rural del emprendimiento, una combinación entre el campo y el mar. Ver un atardecer con los caballos en la playa, caminatas por el bosque, visitar el faro, realizar avistaje de aves, inclinan positivamente la decisión a la hora de seleccionar dónde vacacionar”.
“Hay una valoración por la tranquilidad casi rural del emprendimiento, una combinación no habitual entre el campo y el mar” (Bullrich)
El público comprador es de clase media alta y alta, muchos de ellos son profesionales o comerciantes.
Un lote sin salida al mar tiene costo de entre USD 40.000 y USD 100.000, aquellos con salida a la playa cuentan con valores muy variados, pero tienen una base de USD 200.000. En algunos pocos los casos, ofrecen financiación de hasta 50 cuotas.
Una casa de 2 dormitorios parte de USD 150.000 y de tres dormitorios desde USD 200.000, y por expensas, se abonan entre $7.000 hasta $30.000 para lotes de 1.000 a 1.500 metros cuadrados.
Para realizar las operaciones “las condiciones son iguales a las del AMBA. La comisión inmobiliaria oscila entre el 3% y 4%, y los costos de una escritura son los equivalentes a viviendas de otras ciudades”, contó Bullrich.
Espectro familiar
Especialistas del sector coinciden que parte del público que ahora está comprando o construye cerca del mar eran habitués de viajar a vacacionar a Brasil o Uruguay, porque proyectan mayor intensidad de uso en el año.
“Estamos notando que la gran mayoría de estas personas están volviendo a elegir nuestra costa. Los motivos no son solamente por la pandemia sino porque tuvieron una experiencia positiva el año pasado. En cuanto a la edad, si bien es variada predomina el ámbito familiar. Aumentó el número de propietarios de 80 a más de 200”, detalló a Infobae Santiago Valledor, gerente de proyectos en EIDICO que junto con JPU Desarrollos, emprendieron Costa Esmeralda.
La urbanización está en el km 380 de la Ruta 11, Partido de la Costa. Consta de 16 barrios, 1.770 viviendas unifamiliares construidas y 700 en marcha y 140 departamentos con vista al golf. Se extiende a lo largo de 3.200 metros de playa, con 1.000 hectáreas de bosques, médanos y plantaciones de pinos.
Su última propuesta es Marítimo IV con lotes de 1.200 m2 promedio, de los que ya se suscribieron e 90% (de un total de 70). El valor de los terrenos parte desde USD 80.000 en adelante y sin financiación.
Según la firma Matías Goñi Propiedades, un departamento en venta en Costa Esmeralda, oscila desde los USD 155.000 a los USD 300.000, de 1 a 3 dormitorios. Con respecto a las casas, varían, según las características y prestaciones, teniendo un valor aproximado de 800 a 1.100 dólares por m2, a esto hay que sumarle el precio del lote.
En alquileres, según fuentes de JPU, en enero oscila en USD 4.500 (por quincena) y en febrero, USD 3.000, por quincena. Por casa promedio de tres habitaciones y 3 baños, los inquilinos de temporada no pagan expensas.
Entre los amenities, “cuenta con 12 canchas de tenis, canchas de fútbol, frontón, sector ecuestre (con polo y caballerizas), cancha de golf de 27 hoyos. Y varios paradores propios en la playa”, contó Valledor.
En la Feliz
Los barrios privados en Mar del Plata están en el eje norte de esta ciudad. Las mayores consultas para comprar se reciben por Rumencó y Arenas del Sur. Desde el centro se los conecta por la Avenida Edison y desde la costa por la Avenida Mario Bravo, en ambos casos hasta la Avenida Jorge Newbery, próxima a ambos desarrollos.
Gabriela Velati, de Velati Propiedades, dijo a Infobae, que, “el público que habitualmente busca vivir en estos barrios son familias con niños en edad escolar o adultos mayores que buscan estar cerca de la naturaleza en un ambiente tranquilo y seguro. Son para vivienda permanente”.
No puede faltar buena dimensión del parque, pileta y parrilla. Ente los amenities tienen club house, cancha de futbol, tenis, hockey y polo, entre otras opciones.
“El valor del lote depende de su superficie, los de 600 m2 salen a partir de USD 60.000 y de 1000 m2 y más, a partir de USD 170.000, preferentemente se priorizan operaciones de contado, pudiendo a veces acceder a financiación”, añadió Velati.
Las casas de reventa de 2 y de 3 dormitorios varían entre USD 220.000 a 350.000, de 3 dormitorios entre USD 300.000 y USD 500.000; por expensas se pagan entre $20.000 y 40.000 pesos.
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