El Gobierno tomó nota de la escalada de las cotizaciones paralelas del dólar de los últimos días y lo atribuyó a una “sobrerreacción” del mercado en un clima de incertidumbre preelectoral. Este jueves la divisa blue llegó a tocar su récord nominal de 200 pesos y retrocedió más tarde, por lo que la brecha entre ese precio y el oficial que administra el Banco Central orilló el 100 por ciento.
La lectura que hacen en despachos oficiales del área económica es que la volatilidad cambiaria de los últimos días estuvo más “encapsulada”, lo que significa que se concentró en los dólares alterativos más que en el mercado de pesos. Según funcionarios del área financiera, las tasas de interés en el mercado secundario de los títulos públicos en moneda local “están muy razonablemente alineadas”.
En ese sentido, remarcaron que las presiones a los dólares paralelos de las últimas semanas están más relacionadas a “un tema más de expectativa de mercado, que se irá corrigiendo con el tiempo por la típica volatilidad pre eleectoral”, mencionan cerca de Martín Guzmán.
La lectura que hacen en despachos oficiales del área económica es que la volatilidad cambiaria de los últimos días estuvo más “encapsulada”, lo que significa que se concentró en los dólares alterativos más que en el mercado de pesos
Tal como explicó Infobae, en el equipo económico sostienen que el estado actual de cosas -nivel de reservas y entramado de restricciones entre el cepo y las limitaciones a las importaciones- implica que no hay “condiciones objetivas” para un salto devaluatorio después de las elecciones.
Por un lado, para eso la Secretaría de Finanzas necesita mantener buenas relaciones con los inversores externos que todavía tienen en moneda local un equivalente a USD 7.500 millones y que buscan salir de la plaza local a través del “contado con liqui”. Para eso, los funcionarios del área mantienen un contacto permanente para evitar una estampida y coordinar las colocaciones de deuda con las necesidades de esos fondos.
Este jueves desde el equipo económico aseguraron que “el diálogo con inversores locales y extranjeros lo mantenemos casi a diario y más en semanas o días previos a las licitaciones. Cuando miramos la cantidad de masa de dinero disponible para adjudicar y lo que terminamos adjudicando, esta ahí la síntesis del resultado del diálogo”, explicó una fuente oficial.
“Lo que interpretamos como necesidades y ansiedades del mercado buscamos calmarlo en momentos de presiones de dolarización, búsqueda de cobertura o incertidumbre política. Necesitamos ver por dónde pasan las necesidades y hasta dónde llega lo especulativo y lo que tiene alguna sintonía más fina con lo real”, comentan desde el Palacio de Hacienda.
En el equipo económico sostienen que el estado actual de cosas -nivel de reservas y entramado de restricciones entre el cepo y las limitaciones a las importaciones- implica que no hay “condiciones objetivas” para un salto devaluatorio
En Economía no creen que la persistente asistencia del Banco Central al Tesoro para financiar el déficit vaya a tener como consecuencia una mayor presión dolarizadora. “No debería ser una fuente de incertidumbre porque está dentro de los parámetros de financiamiento previstos en el Presupuesto. No hay una aceleración en el quantum de ese financiamiento”, explicaron.
“En el último trimestre por lógica y estacionalidad hay más gastos del Estado y eso hace que se acelere la proporción de financiamiento desde el Banco Central, pero eso no debería ser un factor (para la dolarización). Son más expectativas de los inversores que están sobrereaccionando a esa incertidumbre”, argumentan.
Fuentes oficiales, aunque desde otra área económica juran que post elecciones no se acelerará el ritmo de depreciación del dólar mayorista administrado por el Banco Central, a pesar de que hay cierto consenso en el mercado sobre una corrección cambiaria. En lo que va del año el mayorista solo subió 17% -contra 37% de inflación- y para cumplir con el Presupuesto debería encarar un último tramo de aumento cercano a los ocho puntos porcentuales, ya que la ley de leyes esperaba un ajuste de 25% a lo largo de todo 2021.
El Tesoro obtuvo este jueves financiamiento por 79.585 millones de pesos en la primera licitación de noviembre, al tiempo que con la conversión de bonos se redujeron vencimientos por casi 130.000 millones de pesos, informó el Ministerio de Economía. De esta forma, se obtuvo financiamiento extra por 67.915 millones de pesos, en un mes en el que los vencimientos suman 328.367 millones de pesos.
En lo que va del año el dólar mayorista solo subió 17% -contra 37% de inflación- y para cumplir con el Presupuesto debería encarar un último tramo de aumento cercano a los ocho puntos porcentuales
En la operación de conversión del bono T2V1 lograron reducir los vencimientos proyectados para el corriente mees en unos $50.600 millones, con nuevos plazos fijados para 2022 y 2023. Según explicaron fuentes oficiales, prácticamente todos los tenedores de bono dollar linked que ingresaron al canje propuesto eligieron continuar en títulos de ese tipo en lugar de la canasta de bonos en pesos a tasa fija que había ofrecido como alternativa la secretaría de Finanzas.
De esta manera, hay actualmente en circulación bonos atados al dólar por un monto que supera el equivalente a USD 4.000 millones, la mayoría con vencimientos en noviembre de 2022 y abril de 2023. Los bonos atados al dólar son un instrumento de cobertura ante movimientos del tipo de cambio, pero que no implican para el inversor pasarse a moneda extranjera, ya que tanto la compra del título público como su cobro se realiza siempre en pesos.
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