El economista Juan Carlos de Pablo dijo que el Gobierno tiene que planificar los próximos dos años sobre la base de que los resultados de las primarias de septiembre se van a repetir durante las elecciones legislativas de este mes. Y que si ese es el caso, el más esperable dado el antecedente, va a tener que operar en los dos años que le quedan con un techo político dentro del cual va a poder operar con mayor o menor éxito.
Para el analista, lo que viene después de las elecciones legislativas de este mes “va de la política a la economía: hay que tomar todas las decisiones sobre la base de que el 14 de noviembre, punto más punto menos, se reproduce el 12 de septiembre. Te podés equivocar, pero ya no va a ser una sorpresa que se repita”.
“Vamos a ver ahora cómo el oficialismo deglute esta realidad, que no va a ser una sorpresa. Eso le da en un país presidencialista como el nuestro un techo político. La debilidad política es inherente: José María Guido, Estela Martínez de Perón, Fernando De la Rúa. Eso es un techo”, dijo De Pablo.
“En un país presidencialista una derrota como la de las PASO le da un techo político al Gobierno”
“Vos políticamente podés hacer las cosas bien dentro del techo o mal y entonces en lugar de estar en el techo vas a estar en el quinto subsuelo”, señaló.
En esa línea, para los dos años de mandato que le quedan al presidente Alberto Fernández el economista señaló que asumiendo que se va a gobernar en situación de debilidad política algo que falta en el Gobierno es un funcionario con autoridad suficiente como para aglutinar al resto.
“No hay equipo económico ni formal ni informal, no hay un funcionario que tenga suficiente autoridad para decir muchachos, vengan, yo los voy a juntar. Y entonces eso incluye al presidente del Banco Central, que no es independiente”, señaló.
En ese sentido, medidas unilaterales como las que impulsó el secretario de Comercio Interior Roberto Feletti de congelar más de 1.400 precios de productos de consumo masivo no funcionan, sostuvo De Pablo.
“Con debilidad política las unilateralidades no funcionan. Yo no tengo ningún problema que digan ‘mirá, voy a congelar los precios a partir de un programa, enfocarme en la inflación inercial, etcétera, que es el Plan Austral. Ahora, la unilateralidad es una locura”, advirtió.
“No hay equipo económico ni formal ni informal, no hay un funcionario que tenga suficiente autoridad para decir muchachos, vengan, yo los voy a juntar”
“Pensemos desde la debilidad política. Dentro de eso hay que ver cómo se organiza o cómo se reorganiza el oficialismo”, comentó.
El economista se refirió también al anuncio de una inversión millonaria para la producción de hidrógeno verde en la provincia de Río Negro, anunciada por una empresa australiana durante la participación del presidente Fernández de la cumbre del G20 sobre cambio climático.
“La forma en que hay que evaluar si esta es una buena o una mala idea es qué le das vos al extranjero para que venga. Para hidrógeno verde necesitás una cosa que sólo existe en Rio Negro, así que bancate Argentina porque la rentabilidad esperada es tan grande que es a prueba de los gobiernos argentinos”, dijo.
“Si para que vengan tengo que decir, mirá, el régimen laboral para vos va a ser manchesteriano. Te doy crédito subsidiado, prioridad, etcétera... entonces no nos queda nada”, concluyó.
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