El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo en una entrevista a un diario italiano que la iniciativa global para acelerar una transición energética tiene que incluir condiciones de financiamiento favorables para los países más pobres de manera tal que no queden atrasados en la competencia internacional. En un momento su paso por Roma, el funcionario logró colar su agenda financiera dentro de las charlas sobre cambio climático que fueron el eje de la reunión del G20 en Glasgow, Escocia.
Como parte de su gira europea, Guzmán se reunió en Roma con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, además de sostener reuniones técnicas con el staff del organismo. En medio de esa agenda, dio una entrevista al diario La Repubblica de la capital italiana. Consultado al respecto, el ministro no dio precisiones respecto a avances hacia un acuerdo.
“Hoy Argentina tiene una situación de superávit en la balanza comercial, las exportaciones están creciendo, cerraremos 2021 con un crecimiento del 8%, se están realizando inversiones y se están creando empleos. Además, en 2020 se firmó un convenio con acreedores privados, para el cual no hay cuotas ni intereses a pagar antes de 2024. El Banco Central de Argentina ahora está acumulando reservas para luego hacer frente al pago”, relató Guzmán.
“La situación externa es positiva pero tenemos el problema de una deuda de USD 45 mil millones con el Fondo Monetario Internacional a ser reembolsado en tres años, con condiciones insostenibles, el programa Stand By lanzado en 2018 ha provocado una contracción de la demanda agregada, y un aumento del desempleo y la pobreza. El gobierno busca renegociar este préstamo, de forma sostenible, para que podamos seguir acumulando reservas y fortalecer el crecimiento mientras tanto”, se limitó a afirmar.
Bajo el título “Ministro argentino Guzmán: ‘La transición energética no puede dejar a nadie atrás. La ayuda es necesaria para los países más pobres’”, la entrevista giró sobre los temas que más preocupan a nivel global en cuanto a los riesgos que genera el cambio climático. Aún así, Guzmán se las ingenió para volver al frente financiero.
“La sostenibilidad ambiental es también un tema que impacta en la balanza de pagos, pues los países que no adapten su estructura productiva junto con otros a criterios de sostenibilidad ambiental serán penalizados, tendrán mayores dificultades para competir en la economía global, y por ello razón por la que tendrán mayores problemas sociales”, dijo.
“El gobierno busca renegociar el préstamo del FMI, de forma sostenible, para que podamos seguir acumulando reservas y fortalecer el crecimiento mientras tanto”
Consultado respecto de una solución para esas diferencias, dijo que países desarrollados y en desarrollo deberían avanzar a la misma velocidad en lugar de otorgar plazos más laxos para los segundos. Pero sin hacer más lenta la transición para todo el mundo. Para Guzmán la clave, una vez más, es financiamiento barato.
“Debemos asegurar condiciones de financiamiento justas para todos, porque la diferencia real hoy en día está representada por las diferentes condiciones de financiamiento. Es fundamental que los países menos avanzados puedan contar con mejores condiciones de financiamiento, a fin de adecuar su estructura productiva al intercambio cambiario”, dijo.
“Esta no es una cuestión que pueda ser resuelta por el sector privado: deben ser los Estados quienes velen por que los países en desarrollo obtengan condiciones justas, para financiar proyectos de inversión que permitan la transición a sistemas productivos sostenibles. Este debe ser un tema fundamental en la Agenda del G20 y por eso el Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad debe ser implementado dentro del Fondo Monetario Internacional “, propuso.
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