El precio de una nueva criptomoneda inspirada en la exitosa serie de Netflix “El juego del Calamar” se disparó la semana pasada en un 40.000% en solo sus primeros días de operaciones. En ese marco, el youtuber Simon Zawa estuvo a punto de ser estafado cuando en medio de una transmisión en vivo en la que investigaba sobre la criptomoneda denominada Squid Game Token advirtió que la misma pasó de USD 2.800 a USD 0 en apenas un segundo.
Zawa se encontraba en plena transmisión en vivo en busca de una moneda para invertir y descubrió este nuevo y popular token, el cual recibió las miradas de algunos inversores al simular ser oficial de la producción de Netflix.
En tanto, mientras el youtuber leía acerca de cuánta capitalización de mercado tenía la criptomoneda, la misma se desplomó de 2800 dólares a 0 en un instante. En ese momento advirtió sobre la estafa, conocida como scam en inglés.
Según advirtió CoinMarketCap, efectivamente, se trató de una estafa creada desde la creación de la criptomoneda.
El Squid Game Token habilitaba la compra de monedas pero no su venta, advertencia clara de que se trataba de un rug pull, término con el que se conoce a inversiones que solo dejan ingresar dinero, pero no retirarlo, con el fin de inflar su precio y que solo los desarrolladores salgan beneficiados.
De acuerdo al portal, otra advertencia en ese sentido fue que el canal de Telegram de la criptomoneda, creada por los estafadores, no habilitaba comentarios ni preguntas de los inversores.
Cabe recordar que la criptografía relativamente desconocida subió la semana pasada más del 200% en 24 horas. Si bien el rápido aumento en el precio puede ser tentador para los comerciantes, CoinMarketCap advirtió en su sitio que algunas personas parecen no poder vender la moneda una vez que la compran.
“Hemos recibido varios informes de que los usuarios no pueden vender este token en Pancakeswap. ¡Tenga cuidado al operar!”, publicó CoinMarketCap.
El token de Squid se lanzó como una forma de participar en el proyecto Squid Game, un juego de pago para jugar en el que se requieren tokens de la criptomoneda para ingresar y se compite por un enorme botín de criptomonedas
El problema podría estar vinculado a un “mecanismo antidumping” que los creadores de la moneda describen en un libro blanco asociado con la criptomoneda.
Al igual que el programa de Corea del Sur “El juego del Calamar (Squid Game, en inglés), en el que 456 personas profundamente endeudadas compiten en juegos mortales para niños por un gran premio de más de 38 millones de dólares, el token de Squid se lanzó como una forma de participar en el proyecto Squid Game, un juego de pago para jugar en el que se requieren tokens de la criptomoneda para ingresar y se compite por un enorme botín de criptomonedas.
La nueva criptomoneda y el torneo en línea asociado demuestran algunas de las innovaciones que ocurren en el espacio criptográfico, donde la tecnología blockchain se está utilizando para crear juegos interactivos como este, así como mundos virtuales y otros patios de recreo digitales.
En ese contexto, la cuenta oficial de Twitter para el token de Squid Game, que había acumulado más de 57.000 seguidores, ahora está sujeta a restricciones temporales debido a una “actividad inusual”, afirmó CoinMarketCap. Y agregó que en los últimos días, muchas de las publicaciones de esta cuenta tenían las respuestas desactivadas.
“Una mirada retrospectiva a los tweets enviados a principios de octubre revela comentarios que repetidamente se refirieron al proyecto como una estafa”, afirmó.
Al describir el brutal accidente del lunes, un titular de Squid le dijo a CoinMarketCap: “El precio se estaba multiplicando a un nivel anormal. Y mientras miraba la pantalla de mi computadora, vi caer a Squid en cuestión de minutos. No había forma de retirar mis fondos intactos”.
Dijeron que se sintieron atraídos por los medios de comunicación que prestaron atención a Squid, y que este marketing adicional les hizo sentir que el proyecto era genuino.
“Supongo que esto me servirá como una lección valiosa para no saltarme a las monedas de los memes. No culpo a nadie más que a mí mismo, pero creo que debe haber algún mecanismo para evitarlo en el futuro y para que los medios de comunicación dejen de dar atención a estos tokens de tipo estafador”, relató una de las víctimas.
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