A medida que se estrechan los tiempos para alcanzar un acuerdo con el FMI, la Argentina endureció su posición y la negociación se atascó, dice un artículo del Financial Times sobre la relación entre el Gobierno y el organismo internacional.
“Al cabo de un año de discusiones inconclusivas se está acabando el tiempo antes de un vencimiento de USD 2.800 millones en marzo, parte de USD 19.000 millones de repagos en 2022″, dice un artículo firmado por Michael Stott y Lucinda Elliott.
El gobierno, subraya el influyente diario británico, no incluyó en el presupuesto partidas para pagar los vencimientos de 2022, apostando a un acuerdo de refinanciación y el ministro Martín Guzmán le dijo al FT que trabajó de modo “muy constructivo” pero es necesario que el Fondo “ponga más de su parte” y que espera que el directorio del organismo modifique la política de recargos de interés “que daña la sostenibilidad macroeconómica de nuestro país y apoye el programa que el gobierno propone”.
El Fondo, mientras tanto, dice que continúa “un diálogo activo y cordial”, pero hasta ahora no acordó desistir de los recargos: un 2% para la parte de la deuda que excede el 175% de la cuota del país en el FMI, que se eleva al 3% pasados tres años del desembolso de fondos, para desalentar que los países se vuelvan deudores crónicos del organismo.
El artículo señala que el gobierno ha hecho una campaña por la eliminación de estos recargos, con el argumento de que van contra la misión del Fondo, pues penalizan a países que atraviesan situaciones económicas complicadas, en vez de ayudarlos. Pero dice también que funcionarios del Fondo se oponen al pedido, recuerdan la tradición argentina de pedir trato especial y luego decepcionar a sus acreedores. “No son el país por el que uno quiera hacer una excepción”, dijo un funcionario.
El FT cita también a Marc Stanley, propuesto por el presidente de EEUU, Joseph Biden, para embajador en la Argentina, quien el martes señaló en el Senado de su país que es responsabilidad del gobierno argentino ofrecer un plan, pero aún no lo hizo. Argentina, agrega el diario británico, también ha sido criticada por no ofrecer una proyección creíble de reducción del déficit fiscal y de una inflación superior al 50%, pese a controles de precios y cambiarios.
“Argentina es un bonito bus de paseo al que no le andan bien las ruedas” dijo Stanley, el candidato a embajador de Biden, al senado norteamericano.
Oportunidad perdida
El FT recuerda que en 2020, después de que Guzmán lograra refinanciar USD 65.000 millones de deuda con acreedores privados, había expectativa de un rápido acuerdo con el Fondo. Ahora, “ese optimismo se está evaporando entre ataques cada vez más hostiles del Gobierno hacia el FMI, villano perenne de la política argentina”. Al respecto, cita un reciente informe del fondo de inversión Amherst Pierpoint, que señala que la “retórica inflamada” lo único que hará es socavar la visión de los inversores sobre el país y acelerar la demanda de dólares. “El aislamiento y la retórica contra el FMI no es una estrategia viable a mediano plazo”, dijo Siobhan Morden, de Amherst.
Sobre las chances de que el Gobierno acuerde con el Fondo, el FT cita a Guzmán, quien dice que “dependerá principalmente del apoyo de la comunidad internacional a lo que propone la Argentina”. El diario recuerda también que el Gobierno es muy crítico del crédito de USD 57.000 millones que el FMI concedió a la Argentina en 2018, por considerar que fue “políticamente motivado” y se usó para financiar la fuga de capitales.
El artículo recuerda también que Guzmán era visto como un ministro moderado del ala del presidente Alberto Fernández, pero endureció su retórica de cara a las elecciones legislativas del 14 de noviembre y sorprendió a los inversores cuando días atrás acusó al Fondo de haber financiado la campaña de Macri y ser ahora la razón del problema de balanza de pagos de la Argentina, un tipo de declaración normalmente asociada al ala que encabeza Cristina Fernández de Kirchner. Guzmán también defendió el congelamiento de precios impuesto el 19 de octubre y dijo que comparte con la vicepresidente “la visión sobre el rol del estado en la recuperación y el desarrollo de la economía”.
Según Ignacio Labaqui, de Senior de Medley Global Advisors en Buenos Aires, la credibilidad de Guzmán “se redujo dramáticamente” pues “se convirtió en un político” y parece ahora preocupado por conservar su posición. El FT cita finalmente a un banquero según quien Guzmán perdió una oportunidad de oro para acordar con el Fondo a principios de 2021, pero ahora “se aleja cada vez más de alcanzar un acuerdo”.
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