El dólar sigue demandado mientras el Gobierno se complica con la renovación de la deuda en pesos

El Tesoro captó $ 218.785 millones que no cubren los $ 265.000 millones que vencen en la semana pero acudió a los excedentes que tenía de las licitaciones anteriores. En el mercado cambiario, el BCRA no puede aminorar la intervención

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(Foto: Franco Fafasuli)
(Foto: Franco Fafasuli)

La licitación de la deuda de bonos del Tesoro, estuvo lejos de ser exitosa y va a incidir en un mercado que está signado por un dólar que se negocia a precios crecientes y alcanzó niveles récord. El Tesoro captó $ 218.785 millones, que no cubren los $ 265.000 millones que vencen en la semana, pero acudió a los excedentes que tenía de las licitaciones anteriores y le quedó un resto de $ 10.000 millones para afrontar los elevados vencimientos de noviembre.

Pero el tema es que llegó a esa cifra porque el 45% de lo captado fue en dos Letras de Descuento con vencimiento en febrero y marzo próximos que fueron compradas por organismos nacionales, en particular con el dinero del Fondo de Garantía de la Anses. La participación de bancos y los fondos de inversión, que fueron tras los bonos atados al precio del dólar (dollar linked) demandados para cubrirse de una posible devaluación, fue lo más genuino y sobresaliente del evento. Captó 23% del monto adjudicado. En otras palabras, 4 bonos fueron los que aportaron 70% de lo recaudado y una buena parte vino del mismo Estado.

Lo grave es que en 10 meses se recaudó 50% de lo que se presupuestó para todo el año, por lo que las licitaciones de noviembre y diciembre arrojan sombras sobre el futuro de la deuda en pesos y alientan a la cobertura en dólares porque se teme un aumento de la emisión por encima de lo previsto.

Ayer fue un día largo para el Banco Central que tuvo que intervenir fuerte en el mercado de bonos AL30 para mantener calmo a los dólares alternativos oficiales que cerraron en los mismos valores del día anterior: dólar MEP a $ 179,23 y contado con liquidación a $ 179,33. Lograr estos precios le costó más de USD 15 millones de sus reservas.

Pero en la plaza del GD30, donde los particulares no tienen cupos para negociar, el MEP aumentó $ 1,50 al récord de $ 193,73 y el contado con liquidación subió $ 1,87 a $ 201,97. Pero cuando el contado con liquidación, llamado dólar fuga, se operó contra las acciones del Banco Galicia, el precio fue de $ 203,45. Un valor similar se pagó en el Senebi, el mercado donde el cliente opera con su agente o banco, cara a cara y los precios no se anotan en pantalla. En estas operaciones se utilizan las Letras de Descuento que vencen a fin de mes y el precio a 48 horas rondó los $ 203.

Las cotizaciones del dólar futuro tuvieron una fuerte alza a partir de diciembre que cerró a $ 108,11 (+0,10%). Enero subió 0,17% a $ 114,60 y febrero 0,22% a $ 119,64. Para los que arman el dólar sintético, comprando bonos dollar linked y vendiéndose en el mercado de futuros, hay tasas tentadoras porque los precios de fin de diciembre y enero equivalen a una tasa de 50% y 60% anual, respectivamente.

Ta es así que el Banco Central aceleró la devaluación del oficial elevándolo en 9 centavos porque está vendido en los distintos fines de mes y quiere seguir vendiendo para desalentar los elevados precios a los que lo ha llevado el sector privado. En lo que va de la semana el ritmo de devaluación se aceleró 2 centavos diarios a 5,5 centavos, tomando al sábado y domingo, contra 3 centavos que regían hasta la semana pasada. Esto implica, de seguir así, que el ritmo devaluatorio pasó de 1,08% mensual a 1,80% mensual. Pero pocos creen que esta aceleración del ritmo se mantenga a días de las elecciones de noviembre. De hecho, a pesar de mejorar el tipo de cambio, el BCRA se fue con las manos vacías de la plaza mayorista porque el saldo de la intervención fue neutro al no poder comprar dólares. De esta manera, las reservas bajaron USD 30 millones a 43.039 millones. Parte de la caída se explica por la intervención en el mercado cambiario. El plan para llegar a las elecciones con un dólar en calma tiene costos cada vez mayores y comienza a enfrentar embates difíciles de controlar.

Los fines de mes tienen muchos compradores porque se apuesta a un ritmo de devaluación que puede superar 3% mensual, si no se hace de una sola vez. Buenos Aires Valores (BAVSA) en su informe pasado recomendó para cubrirse ante una brusca devaluación, el bono dollar linked TV22 y si se apuesta a que la devaluación será vía aceleramiento del ritmo mensual, aconseja el TV23. Ayer, el TV22 subió 0,26% y el TV23 bajó 0,05%. El mercado habla a través de sus movimientos.

Los ahorristas también dicen lo suyo con el precio del “blue”, el más accesible para ellos. Aumentó $ 1 a $ 197, récord absoluto del precio.

En el mercado de bonos de la deuda, hubo un leve retroceso que elevó el riesgo país 3 unidades a 1.664 puntos básicos y lo acercó 3 puntos al récord post default de 1.667 puntos del lunes pasado.

La Bolsa se contagió de los mercados del mundo y padeció la lógica toma de ganancias en una rueda sin alzas entre los papeles líderes. Con negocios por $ 1.707 millones, un monto que fue 7% más elevado que el del martes, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, cedió 3,99% y cerró en los precios mínimos del día. Las acciones más afectadas fueron las de empresas de energía y bancos. Central Puerto perdió 7,37%; Transportadora Gas del Norte, 6,47% y BBVA, 6,18%.

Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron $ 3.456 millones, un volumen considerable, pero 20% menor al del día anterior. Acá tampoco hubo alzas. La baja más pronunciada fue la de Central Puerto (-7,7%) que cotizó a USD 3,84. En 2018 valía casi USD 20. La diferencia de precios en dólares con el pasado reciente, es el mayor estímulo que encuentran los inversores para comprar acciones y acumularlas a la espera que recuperen parte del valor histórico.

Hoy comienza otra rueda con fuerte presión sobre el dólar. Las declaraciones oficiales en el acto de homenaje a Néstor Kirchner, solo trajeron intranquilidad. Poner al no pago de la deuda en el centro de la escena con un dólar en alza, es lo más parecido a invocar tormentas en medio de una inundación.

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