El proyecto de ley “Promoción de la Alimentación Saludable”, que busca implementar un etiquetado frontal de advertencias de octógonos negros para advertir en los envases sobre el contenido excesivo de nutrientes críticos como azúcar, grasas y/o sodio será tratado por la Cámara de Diputados el próximo 26 de octubre.
En ese marco, FIC Argentina, una ONG que tiene como misión prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles en Argentina dio cinco motivos por los cuales el proyecto de ley debe ser aprobado sin cambio.
“Para cumplir con el objetivo de salud pública propuesto, la ley debe aprobarse en la Cámara de Diputados de la Nación sin modificaciones para mantener los mejores estándares incluidos en el proyecto”, destacó FIC en un informe.
En primer lugar, indicó que el sistema gráfico de advertencias con octógonos negros y letras blancas, con la leyenda “Exceso en...” fue validado como el más adecuado para prevenir la compra de productos comestibles no saludables.
En segundo término, la ONG afirmó que el proyecto de ley incorpora el sistema de perfil de nutrientes desarrollado por la Organización Panamericana de la Salud: “Este sistema ha demostrado ser el que concuerda en mayor medida con las recomendaciones de las Guías Alimentarias para la población Argentina (GAPA). El mismo resultado fue encontrado en un estudio realizado por técnicos del Ministerio de Salud de la Nación y en otro desarrollado por FIC Argentina”.
El Proyecto de Ley de Promoción de la Alimentación Saludable sin modificaciones se encuentra respaldado por los mejores estándares de salud pública y por evidencia científica libre de conflicto de interés (FIC)
El tercer punto tiene que ver con los alimentos etiquetados. En ese marco, la ONG recordó que solo será aplicable a productos procesados y ultraprocesados. Asimismo, destacó: “No llevarán sellos la leche, los yogures naturales sin agregados de azúcares, la yerba mate, el arroz, las legumbres secas, las verduras envasadas sin agregados de sodio, las frutas envasadas sin agregados de azúcares, entre otros. Tampoco serán etiquetados el azúcar, la sal de mesa ni los sazonadores, como el aceite”.
En cuarto lugar, se explicó afirmó que el etiquetado frontal no daña a la industria alimentaria. Para eso dieron como ejemplo el caso chileno. “En Chile, donde la política de etiquetado de advertencias está vigente desde el año 2016, se ha demostrado que las empresas han reformulado sus productos, disminuyendo el contenido en nutrientes críticos, como azúcares y sodio, y no se ha visto afectada la evolución del empleo, ni en la industria alimentaria en particular ni en la industria manufacturera en general”, destacó.
“El Proyecto de Ley de Promoción de la Alimentación Saludable sin modificaciones se encuentra respaldado por los mejores estándares de salud pública y por evidencia científica libre de conflicto de interés. Asimismo, este proyecto, que fue producto del trabajo conjunto y del consenso de todas las fuerzas políticas, que cuenta con el apoyo de la población y de organismos internacionales como UNICEF, FAO y OPS, así como de organizaciones científicas y organizaciones de la sociedad civil, es el camino más adecuado para proteger especialmente los derechos de las infancias y los grupos más vulnerables en nuestro país”, concluyó la ONG.
Cabe recordar que el proyecto obtuvo media sanción del Senado en octubre del 2020 y el 13 de julio se emitió dictamen favorable en un plenario de las comisiones de Legislación General, de Acción Social y Salud Pública, Industria y Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia y de Industria de la Cámara de Diputados.
Su tratamiento en la Cámara baja está frenado desde principios de octubre dado que no hubo quórum para garantizar el inicio de la sesión.
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