La lira turca atrae este jueves las miradas de los inversores de todo el mundo con una baja del 2,7% en el día luego de que el Banco Central recortara la tasa de interés de referencia a pesar de que la inflación corre a un ritmo cercano al 20% anual. El movimiento de la moneda que supo acompañar la suerte del peso argentino durante la crisis de balanza de pagos de 2018 arrastra a la baja también a otros mercados, como por ejemplo el Brasileño, con fuerte incidencia sobre la Argentina.
Turquía, Brasil y Argentina aparecen señalados como algunos de los países que más vulnerables son a una esperada reversión de la tendencia en los mercados internacionales si la Reserva Federal de los Estados Unidos y otros grandes bancos centrales del mundo se ven obligados a endurecer su política monetaria con el objetivo de frenar la aceleración de la inflación. El golpe, temen inversores, podría sentirse a pesar de las trabas cambiarias que buscan aislar al mercado argentino de los vaivenes externos.
El banco central turco recortó la tasa de referencia 200 puntos básicos al 16% anual, a contramano de la tendencia global que muestra endurecimientos y subas de tasas ante el renacer de la inflación. La lira turca cayó así a cerca de 9,50 unidades por dólar, tras haber caído más del 20% en el año antes del anuncio oficial.
La decisión de la autoridad monetaria de ablandar la política monetaria justo cuando la inflación se complican recibió toda clase de críticas de parte de la oposición local, que llamó al banco central a no permitir interferencias del poder ejecutivo. Para la oposición Recep Tayipp Erdogan está afectando la independencia del Banco Central y el mercado reacciona en consecuencia.
Los temblores, como es habitual, se contagiaron a otros mercados emergentes y según datos de Bloomberg todas las monedas americanas pierden terreno contra el dólar. El peso argentino, desconectado de los vaivenes globales por los controles cambiarios, no lo siente de inmediato pero la señal puede ser de relevancia para el porvenir.
Por ejemplo, porque aunque el peso argentino no lo sienta sí se nota el impacto de la desconfianza inversora en emergentes en la variación del real brasileño. El real pierde casi 1% en el día para caer 5.65 unidades por dólar mientras que la Bolsa de San Pablo retrocede 2,27%.
“Las lecciones históricas sugieren que los mercados emergentes tendrán dificultades para evitar la fuga de capitales si la Fed (Reserva Federal de los EEUU) pisa el freno en 2022″ (Daoud)
Brasil, Egipto, Argentina, Sudáfrica y Turquía son considerados algunos de los mercados más vulnerables ante la esperada reversión de la política monetaria en Estados Unidos y otros países. El freno a la economía global que causó la pandemia fue atendido por los bancos centrales con fuertes inyecciones de liquidez y baja de tasas.
A la salida de la pandemia, sin embargo, la inflación empieza a asomar la cola y las políticas monetarias van a tener que tomar el camino inverso: cierre de la canilla y suba de tasas. El llamado “tapering”.
“Las lecciones históricas sugieren que los mercados emergentes tendrán dificultades para evitar la fuga de capitales si la Fed (Reserva Federal de los EEUU) pisa el freno en 2022″, dijo Ziad Daoud en un análisis publicado a principios de este mes.
Los más expuestos dentro de los emergentes son unos pocos: “Brasil, Egipto, Argentina, Sudáfrica y Turquía: llamémosles las BEASTs” (”bestias”, en inglés)
Para el economista, Brasil es más débil debido a la disminución de las reservas de divisas y al aumento de la deuda con los inversores extranjeros. Por otro lado, el déficit de cuenta corriente de Egipto se amplió y su dependencia de la deuda externa creció.
Por último, Argentina, Sudáfrica y Turquía -las economías más afectadas en 2018- apenas han visto mejorada su propia posición externa, argumentó Daoud.
““Lo que pasa en Turquía, por ahora, no causa absolutamente nada. Lo que pasa en Brasil, siempre” (Palma Cané)
“Lo que pasa en Turquía, por ahora, no causa absolutamente nada. Lo que pasa en Brasil, siempre”, dijo a Infobae el economista Luis Palma Cané.
“Lo que pasó hoy es simplemente una referencia a que Turquía con una inflación del 20% está dando prioridad al crecimiento, lo que es un error porque primero viene la estabilidad y luego el crecimiento. Ahora, lo que pasa en Brasil si importa porque si no logra crecer va a bajar su demanda de importaciones de la Argentina”, agregó.
Sin embargo, los sufrimientos del bloque de las “bestias” de estos días pueden ser un anticipo de lo que pase cuando la Reserva Federal empiece a apretar las clavijas para cortar con la inflación.
“Ya nadie se pregunta si va a haber tapering, se da por hecho. La pregunta es el cuándo y el cómo. Eso si puede afectar a la Argentina porque va a subir la tasa de interés, esto va a retirar flujos de capital de los mercados emergentes. Va a impactar mucho más a países abiertos al capital que a la Argentina, que está cerrada. Y aún con trabas cambiarias es probable que si el tapering es traumático se va a sentir en la brecha cambiaria”, concluyó Palma Cané.
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