La recuperación de divisas por parte del Banco Central, a fuerza de los duros controles impuestos a los importadores, que tienen hoy restringido el acceso al mercado de cambios oficial para el pago anticipado de importaciones, les traería ahora algo de alivio. Es que, en lo que va del mes, la entidad ya adquirió prácticamente el monto necesario para cubrir el “desvío” entre las compras al exterior pagadas y las efectivamente ingresadas en Aduana. Esa cifra alcanzó en agosto los USD 450 millones, el volumen más alto del año de acuerdo a la última información disponible pero, probablemente, inferior al número del mes pasado. Esa evolución es lo que habría motivado la decisión del BCRA -la comunicación A 7375- que limitó las operaciones de pago anticipado, permitiéndolo sólo a partir del despacho a plaza de la mercadería. La medida vence en 10 días y, de mantener el ritmo de recomposición de reservas, no se extendería a pesar de la tensión y el contexto de cobertura pre-electoral. Es decir que se normalizaría una operatoria que registró un fuerte dinamismo durante todo 2021.
“La idea del BCRA es siempre remover obstáculos que puedan afectar al sector productivo, sin alterar el propósito de garantizar la estabilidad del mercado de cambios”, aseguraron a Infobae en la autoridad monetaria. Es que el titular de la entidad, Miguel Pesce, recibe todos los días reclamos por parte de distintos sectores industriales. La semana pasada cobró notoriedad pública una carta de la compañía de neumáticos Fate, que advertía a sus clientes sobre posibles dificultades en la provisión de sus productos. Un reclamo similar le envió ayer la cámara que agrupa a los fabricantes, proveedores y vendedores de motos, con copia al ministro de Producción, Matías Kulfas, en la que advirtió sobre la eventual paralización de la producción por falta de piezas. De esta manera, el sector privado suma presión, con la intuición de que los tiempos políticos son determinantes. “Sería inimaginable que el Gobierno se arriesgue a llegar a las elecciones del 14 de noviembre con plantas paradas o problemas de producción en las fábricas”, aseguró un representante de la industria, importador intensivo de insumos.
Si bien desde el otro lado del mostrador el Banco Central destaca su vocación de “remover las trabas”, la atención está también puesta en la estrategia de stockeo por parte de los importadores. La creciente diferencia entre la compra de divisas para el pago anticipado y el volumen efectivamente despachado en Aduana está detrás de esa lógica.
Un informe privado puso las cifras en negro sobre blanco e, incluso, las comparó con otra época de fuertes restricciones, como lo fue el período entre 2013-2015. “Las importaciones pagadas fueron sistemáticamente mayores que los embarques recibidos en Aduana. Esta es una anomalía respecto de otros tiempos con cepo, si se compara la evolución mensual de la ratio entre importaciones pagadas (MULC) y recibidas (ICA-INDEC) en 2021 y en el período 2013-15″, remarca el informe de coyuntura de la consultora Analytica. Según los números del reporte, la salida de dólares por pago anticipado de importaciones totalizó USD 2.455 millones en los primeros ocho meses del año, de los cuales USD 1.000 se anotaron sólo en agosto. Es una cifra que prácticamente triplica el promedio calculado por la consultora del promedio 2013-2015 y refleja un “desvío” de 45% respecto de las compras ingresadas ese mes. “Los pagos de importaciones cursados por el mercado de cambios totalizaron USD 6.200 millones, 113% más que en igual mes de 2019. Sin embargo, los despachos de Aduana apenas alcanzaron USD 5.750 millones. Entonces, sólo en agosto se pagaron USD 450 millones más por las compras externas efectivamente ingresadas”, afirmó.
Detrás de la aceleración de esta dinámica, previsiblemente, opera la brecha cambiaria, hoy más amplia que en el anterior período de restricciones, y también la incertidumbre cambiaria cada vez mayor, de cara al escenario económico posterior a las elecciones.
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