El Gobierno elaboró un manual de buenas prácticas comerciales que incluye recomendaciones sobre perspectiva de género, con consejos como no vender productos que estén asociados a determinada orientación sexual, no utilizar lenguaje sexista como “princesas, campeones, damas, caballeros” para determinado bien o “abstenerse de reproducir mensajes o estereotipos de belleza”.
La Secretaría de Comercio Interior, cuando todavía estaba bajo el mando de Paula Español, publicó una “Guía de buenas prácticas comerciales en cuestiones de géneros y diversidades” de unas 15 páginas que tiene como objetivo, según comunicó “la formulación de recomendaciones para identificar y desarticular estas prácticas, y aspira a generar relaciones de consumo saludables, sustentables, igualitarias y respetuosas de la dignidad humana”.
“Asimismo, recomienda utilizar información que contemple la diversidad de identificaciones de géneros, procurar que la misma se encuentre redactada con lenguaje inclusivo; y en el marco de la implementación de instrumentos específicos, como la Ley de Talles, que la información particular se proporcione de forma clara sobre los talles en los rubros de indumentaria y calzado”.
Por otra parte, sostiene que la presentación del producto “no debe orientarse a un público segmentado por género, evitándose la utilización de colores o códigos que se encuentren socialmente relacionados con estereotipos de género”. Del mismo modo, postula evitar el uso de sustantivos relacionados con estereotipos de género, como “princesas, campeones, damas, caballeros”; y que el rotulado no debe incluir información sobre rasgos o características biológicas relacionándolas con un género determinado.
La guía también propone abstenerse de “reproducir mensajes o estereotipos de belleza que fomenten prácticas riesgosas para la salud”. Al respecto, la guía oficial para comercios indica que la información y promoción del producto o servicio “no debe estimular o sugerir prácticas que puedan poner en riesgo la salud; y debe evitar relacionar determinadas características biológicas con dolor, vergüenza, malestar, miedo y sentimientos o sensaciones similares y atribuirlas a un género determinado, como en los productos destinados a la gestión menstrual”, afirmó.
“Las prácticas sexistas - aquellas que naturalizan las desigualdades de género, que crean estereotipos rígidos y limitantes, que subordinan a las mujeres y a las personas de identidades no binarias- se presentan en los distintos momentos de las relaciones de consumo y por ello es necesario incorporar la perspectiva de género para abordarlas”, consideró la secretaría que ahora encabeza Roberto Feletti.
“Las recomendaciones surgen desde aquellas situaciones específicas que permiten observar la existencia de estereotipos sexistas. Están realizados en base a los consensos internacionales y a las experiencias y realidades nacionales. La Ley 24.240 establece las características de base que debe tener la información prestada al/la consumidor/a. Esta información debe ser dirigida sin identificaciones de orientación por género ni sesgada en virtud del sexo biológico”, concluyeron.
Uno por uno, los consejos de género del Gobierno a los comercios
- Evitar que la información se encuentre sesgada por el concepto de sexo biológico.
- Procurar que la información no se encuentre redactada con lenguaje sexista.
- Los rasgos o características biológicas no deben relacionarse a determinado género.
- La presentación del producto no debe orientarse a un público segmentado por género, evitándose la utilización de colores o códigos que se encuentren socialmente relacionados con estereotipos de género.
- No utilizar colores tradicionalmente relacionados a un género determinado para segmentar al público.
- Evitar el uso de sustantivos relacionados con estereotipos de género (princesas, campeones, damas, caballeros, etc.)
- El rotulado no debe incluir información sobre rasgos o características biológicas relacionándolas con un género determinado.
- Abstenerse de reproducir mensajes o estereotipos de belleza que fomenten prácticas riesgosas para la salud.
- La información y/o promoción del producto o servicio no debe estimular o sugerir prácticas que puedan poner en riesgo la salud.
- La información y/o promoción del producto debe evitar relacionar determinadas características biológicas con dolor, vergüenza, malestar, miedo y/o sentimientos o sensaciones similares y atribuirlas a un género determinado. (Por ejemplo en los productos destinados a la menstruación).
- Las publicidades deben evitar presentar a las personas en roles o estereotipos de género asignados culturalmente al sexo biológico.
- No asumir que las mujeres son responsables exclusivas de las tareas de cuidado: crianza de niños/as, cuidado de otras personas, limpieza e higiene, alimentación, etc.
- Es importante visibilizar que cuando los varones están en espacios laborales, ámbitos deportivos o nocturnos no siempre están acompañados de otros varones.
- No insinuar que las mujeres trabajan fuera del hogar, pero siguen siendo las responsables de las tareas de cuidado y que, por eso deben cumplir satisfactoriamente en todo para ser reconocidas por la sociedad.
- No promover productos destinados a mujeres que buscan perfeccionar sus cuerpos según modelos hegemónicos de belleza que puedan ser perjudiciales para su salud.
- No presentar un único modelo de familia basado en la pareja heterosexual con hijos e hijas. Incentivar nuevos modelos de familia: familias monoparentales, familias con dos madres, familias con dos padres, parejas sin hijos ni hijas, etc.
- No presentar únicamente personas cis, invisibilizando la existencia de consumidores/as trans o no binarios.
- No promover mensajes que contribuyan a la sexualización temprana.
- No impedir el ingreso y/o atención de personas a determinado lugar en virtud de su identidad autopercibida.
- No impedir el ingreso a un espacio en virtud de la vestimenta o aspecto físico de una persona.
- No exigir la utilización de determinada vestimenta(bikini, colaless, tanga, etc.) para ingresar o permanecer en un lugar.
- No ofrecer un servicio a cambio de la utilización de prendas de vestir determinadas (entrada gratis para quienes usen minifaldas, bikinis, etc.).
- No promover concursos que exijan exhibiciones del cuerpo (remeras mojadas, corte de corpiño o de polleras, etc.).
- No ofrecer productos o servicios utilizando prácticas que discriminen según modelos sexistas, clasistas o racistas (entrada gratis para rubias y onerosas para morochas).
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