“Yo me tomo como plazo el lunes para, en una u otra dirección, cerrar esto. No puede seguir así, porque se rompe el equilibrio social de la Argentina. La canasta alimentaria se va a llevar puesto el salario, no aguanta ni la paritaria”, manifestó en las últimas horas, en declaraciones radiales, el flamante secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.
El funcionario se refería al congelamiento de 1.247 productos de la canasta básica que anunció el miércoles pasado, tras una foto con representantes de unas 50 compañías, pero que aún no logró ser puesto en práctica frente al posterior rechazo del sector privado. Tras esa reunión, en la que Feletti les informó sobre la necesidad de avanzar con esta medida por 90 días, los empresarios armaron reuniones de urgencia y decidieron proponerle al secretario negociar una nueva lista. Finalmente, las compañías fueron nuevamente convocadas para el próximo lunes a las 18 horas.
La lista del Gobierno no sólo incluyó productos que ya no se comercializan, sino que muchos otros habían cambiado de manos, otros figuraban repetidos y varios son suntuarios
En esa lista, no sólo el Gobierno incluyó productos que ya no se comercializan más, sino que muchos otros habían cambiado de manos y otros figuraban repetidos, además de que estaban incluidos varios productos suntuarios, como champagne, ron, vodka, coñac y whisky importado, entre otros. Tanto es así que generó sorpresa en el sector privado y una sensación de gran improvisación por parte del nuevo equipo de Comercio Interior.
El planteo que realizarán las empresas adheridas a la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticias (Copal) y las de limpieza e higiene personal es incluir dentro de la lista que quedará congelada hasta el 7 de enero los ítems que ya son parte del programa Precios Cuidados y los de Súper Cerca (654 y 70, respectivamente) y luego negociar, de forma individual, qué otros artículos pueden sumarse a este compromiso. Pero esta discusión puede llevar unos días, a pesar de que Feletti haya afirmado que el lunes la medida tiene que estar resuelta, “de una o otra forma”, en una clara alusión a la posibilidad de volver a aplicar una regulación como fue la de “Precios máximos” del año pasado.
Muy molestos con la propuesta, los empresarios saben que no tienen demasiado alternativa que buscar un punto de acuerdo con el Gobierno, en un contexto electoral y con un cambio de equipo en Comercio Interior que renovó las presiones. Pero buscarán suavizar al máximo el impacto y discutir cada situación particular, si es necesario. Por lo pronto, las empresas comenzaron a trabajar este viernes -y continuarán durante el fin de semana- con sus propias listas de los productos que podrían incluir en este congelamiento. Y lo que sí buscarán es que se convaliden los ajustes que la propia Secretaría ya había otorgado antes de la salida de Paula Español del área y negociar tiempo.
“Nadie quiere decir el artífice de que pasemos un fin de año complejo. Si la lógica es: ´ustedes son los culpables´, es una imposición y debe existir una regulación. Pero si buscan realmente llegar a un acuerdo, la estrategia es otra”, cuestionó uno de los directivos que participó de la reunión del miércoles.
En el caso de los artículos que integran “Súper cerca” -el programa destinado a los comercios de cercanía-, ya tienen precio fijo impreso en la etiqueta hasta fin de año, pero los de “Precios Cuidados” -que se comercializan en las grandes cadenas- tienen revisión trimestral y la renovación debía realizarse el 7 de octubre. Español no llegó a anunciar los nuevos aumentos y ahora Feletti propone suspender directamente esas subas. Este será uno de los puntos clave de la negociación, ya que, de no avalar lo ya concedido, esos productos tendrán seis meses de congelamiento. Según dijeron a Infobae fuentes de Copal, “hay firmas que tienen en Precios Cuidados los productos que representan el 30% de su facturación. No pueden estar congelados seis meses”.
Hay firmas que tienen en Precios Cuidados los productos que representan el 30% de su facturación. No pueden estar congelados seis meses (Copal)
Por otra parte, en el marco de las autorizaciones de subas bimestrales que había impulsado la ex secretaria para el resto del portafolio de productos, algunas compañías habían elevado nuevas listas a los supermercados durante la primera semana de octubre. ¿Qué pasará en estos casos? “Nadie quiere retrotraer los aumentos que ya fueron autorizados”, explicó otro directivo.
Por otro lado, no quedó claro entre las compañías si este congelamiento aplicará para todos los canales o sólo para las grandes cadenas, donde funcionan, por otra parte, los Precios Cuidados. Y otra incógnita que aparece es qué sucederá con el resto de los productos que estuvieron congelados durante todo el año pasado y se fueron liberando gradualmente hasta que finalmente caducó la resolución 100, que había creado los precios máximos.
Hasta ahora, Comercio Interior venía negociando subas bimestrales por empresa y por categoría y los supermercados estaban obligados a no aceptar incrementos mayores. ¿Qué sucederá con esta política, implementada por Español? Que, por otra parte, sólo regía para el canal moderno, ya que en el mayorista y autoservicios/almacenes ya no había controles y las empresas canalizaban por ahí lo que no podían ajustar en las grandes cadenas.
El riesgo de una nueva política de congelamiento de precios -aunque mucho más limitada- es justamente ése: que las compañías incrementen sus ventas en el canal tradicional -almacenes y autoservicios, vía distribuidores o de forma directa- y le entreguen menos producto a las cadenas. Esta situación ya venía sucediendo, aunque no a niveles de generar desabastecimiento.
“Pedimos a los empresarios que ganen por cantidad y no por precio. No se les está pidiendo que pierdan plata o que quiebren. Necesitamos además responsabilidad social”, dijo Feletti por radio, además de remarcar que comenzaron con el sector de alimentos, pero que luego seguirán por otros sectores. Y dijo que uno de los factores que provocó esta decisión de retrotraer los precios al primero de octubre fue ver que en lo que va de este mes, muchos artículos aumentaron por encima del 10 por ciento.
El riesgo de una nueva política de congelamiento de precios -aunque mucho más limitada- es justamente ése: que las compañías incrementen sus ventas en el canal tradicional -almacenes y autoservicios-
La inflación de septiembre trepó al 3,5%, según informó el Indec, y dentro del índice, los alimentos aumentaron 2,9%. Molestas, las empresas del sector advierten que hay muchos otros sectores que no están regulados, como el de indumentaria y calzado, y que subieron sus precios mucho más que el rubro de la alimentación, y que, por otra parte, dentro de alimentos y bebidas, lo que más subió fueron los productos frescos, como las frutas, las verduras y la carne.
Los precios de los productos industrializados acumulan un atraso del 25% con respecto a la inflación, especialmente en las grandes cadenas, según los datos de Copal, y son los que menos aumentan de acuerdo al IPC. Aunque en los últimos meses han ido recomponiendo márgenes, especialmente en el canal tradicional.
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