Marcelo Figueiras, de Laboratorios Richmond: “En menos de dos meses tendría que estar la autorización de la OMS para la Sputnik”

El titular de la empresa farmacéutica que produce la vacuna rusa en el país dialogó con Infobae en el Coloquio de IDEA

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Marcelo Figueiras en el stand de Infobae en IDEA

“Siempre es bueno venir al Coloquio a intercambiar ideas. Este año se trataron temas que hacen al desarrollo y a la creación de empleo y riqueza. Es bueno encontrarse con gente que hace, que da trabajo”, aseguró Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, en el stand de Infobae en el Coloquio de IDEA, el evento empresarial que finalizó ayer en Costa Salguero.

Richmond es el encargado de producir la vacuna Sputnik en el país y su titular aseguró que antes de fin de año estaría lista la aprobación de la vacuna de origen ruso por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que permitirá que los inoculados puedan ingresar a EEUU y otros países de Europa (una vez que cada uno de ellos actualice sus condiciones de entrada vinculadas al COVID-19).

Figueiras dialogó con este medio sobre la fabricación local del inoculante, la economía argentina y el exitoso fideicomiso por USD 85 millones que le permitirá levantar una nueva planta industrial en Pilar.

- Esta semana se conoció el esquema de control y el dato de inflación. ¿Cómo analiza la coyuntura económica?

- Hace mucho tiempo que estamos hablando de lo mismo... unos 90 años. No debe ser tan fácil, porque no encontramos esas soluciones, algo que se ve en la pobreza que tenemos. Sigo siendo optimista por cosas que pasan, por ejemplo, en nuestra industria. Los laboratorios siguen invirtiendo y generando fuentes de trabajo. Nosotros acudimos al mercado de capitales local, que es pequeño, pero nos dio una satisfacción importante y demostró que hay interés en Argentina por la generación productiva y por una inversión que será beneficiosa para la sociedad. Hay mucha gente que sigue invirtiendo y creando trabajo y riqueza. Seguimos innovando, tenemos unicornios y está la tradición de nuestros premios Nobel. Soy optimista, pero hay que arreglar las variables macro y establecer 10 “vacas sagradas” y que nadie las toque para que el péndulo sea cada vez menos variable, porque esa variación nos lleva cada vez más para abajo. Veo más el ingreso que el gasto, que no se puede bajar por la realidad social. Hay que subir el ingreso para hacer más sustentable todo.

Marcelo Figueiras

- ¿En qué instancia está la fabricación local de la vacuna Sputnik V?

- Llegamos casi a las 10 millones de dosis. Por suerte tenemos vacunas de muchos orígenes y el plan de vacunación está avanzando; trabajamos a requerimiento del Gobierno nacional. Estamos trabajando en el componente de las segundas dosis y vamos muy bien. Desde ahora nos vamos a abocar a la transferencia tecnológica para el ciclo completo de la vacuna y luego a la planta nueva, que nos va a permitir tener esta vacuna y otros productos biotecnológicos. La Sputnik demostró que es altamente eficaz y segura; podría también ser un booster universal porque sus resultados son muy buenos. Ahora falta la autorización en la OMS que permitirá el ingreso a otros países, algo que nos preocupa a todos.

- ¿Cuándo se dará la autorización?

- Es inminente. Es un tema de cómo se presentan los papeles. Rusia no formaba parte del instituto de armonización de reguladores y allí las presentaciones se hace de otra forma, pero es más que nada una cuestión administrativa. Creo que en dos meses tendría que estar. La OMS retomó inspecciones para la aprobación, pero lo importante es que ninguna de estas cosas, como lo manifestaron médicos en la Argentina y en el mundo, comprometen la eficacia ni la seguridad de la vacuna.

- ¿Será antes de fin de año?

- En menos de dos meses tendría que estar la autorización de la OMS para la Sputnik.

El componente dos de la
El componente dos de la vacuna rusa fabricado por el laboratorio argentino (@richmond_lab)

- ¿En qué consiste ese booster universal?

- Por la falta de vacunas se combinaron unas con otras, algo que dio muy buenos resultados. Y con Sputnik, principalmente, que combina dos dosis distintas, de vectores diferentes, y fue pionera con estas pruebas. Se hicieron muchos estudios y estos días se dieron a conocer algunos en Rusia, de los que la Argentina también participó. Se aumentaron mucho los anticuerpos y se está planteando que puede ser parte de una tercera dosis o de un booster universal para otras vacunas. Esto se confirmará cuando se terminen de presentar los datos y los estudios clínicos, pero es todo muy promisorio.

- ¿Van a exportar?

- Estamos haciendo la transferencia de tecnología y una vez que termine la fábrica vamos a estar en condiciones de exportar al mercado mundial como parte de nuestra cartera. Vamos a poder fabricar 500 millones de dosis de capacidad y vamos a necesitar el mercado mundial.

“Tenemos un mercado de capitales incipiente y pequeños, pero cuando se le da herramientas está ahí, concurre y aporta”

- ¿Cómo es el esquema de desarrollo de la fábrica?

- En un año estará terminada la parte de final del proceso productivo y luego medio año más para el fermentado. Luego tendremos que ver qué pasa con otros productos, si requieren estudios clínicos, pero eso lo vamos hablando con Anmat, nuestra autoridad sanitaria, que es muy colaborativa y reconocida en el mundo.

- Habló del apoyo del mercado de capitales en el fideicomiso para la fábrica. ¿Qué representó en términos de negocios para el laboratorio?

- En Argentina se puede. Tenemos un mercado de capitales incipiente y pequeño, pero cuando se le da herramientas está ahí, concurre y aporta. Tuvimos 60 oferentes, compañías de seguros, empresarios y bancos privados y públicos. Hubo más de USD 100 millones en ofertas y se completó el máximo de USD 85 millones. Tenemos un proyecto que validó el mercado, que le va a dar muy buena rentabilidad a los inversores y que le sirve a la sociedad, que va formar parte de hub de vacunas para el futuro, para las futuras generaciones. El desarrollo para la gran ciencia que tenemos, que viene de los premios Nobel, de Conicet, del Instituto Leloir y de otros centros de excelencia. A esos desarrollos de investigación básica tenemos que darle una salida industrial.

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