La explosión de Bitcoin y las criptomonedas en general tiene muchas expresiones locales, desde exchanges y empresas que empiezan a dar grandes pasos hasta pequeños inversores que hacen una diferencia con pequeños trades. Pero el contexto local de inestabilidad monetaria y cambiaria combinado con tarifas bajas de la energía, además, genera el caldo de cultivo para que más personas se interesen por otra forma de apostar por la revolución del blockchain: la minería.
Valeria Frías es una de las personas que creyó ver venir esa tendencia y, luego de intentar inversiones en cocheras, inmuebles y otras estrategias tradicionales, decidió subirse a la ola en 2019. Hoy, desde su casa de Belgrano, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se especializó en el minado de Ether -la segunda criptomoneda más importante por valuación de mercado- y en la venta de equipos para minado hogareño llave en mano, con los que cualquiera puede instalar su pequeña granja cripto en su hogar.
“Trabajo en una multinacional pero nunca me quedé quieta. Siempre tuve la intención de complementar mi salario, en pesos, con ingresos estables en dólares dada la siempre complicada situación actual. Con algún capital probé distintas inversiones, pero todo el mundo al que consultaba me daba las alternativas tradicionales con rendimientos muy bajos. Hoy, por ejemplo, invertir en ladrillo implica muchísimo capital por resultados que están en el 1% o 2% anual”, dijo la emprendedora.
“Todo el mundo al que consultaba me daba las alternativas tradicionales con rendimientos muy bajos. Hoy, por ejemplo, invertir en ladrillo implica muchísimo capital por resultados que están en el 1% o 2% anual”
Ni cocheras, ni la compra de automóviles para ponerlos a trabajar, ni bonos ni acciones la convencieron. Hasta que encontró un especialista en criptomonedas que le sugirió entrar a ese mundo.
“No me convencía, me parecía muy intangible, no quería hacer trades, prefería algo más sólido. Entonces me dijo ‘tengo tu solución: minería’”, relató.
En pocos días, tenía armada una granja con 10 rigs -computadoras equipadas con placas de video especializadas en minado- que trabajaban las 24 horas del día minando Ether. Transcurridos unos meses, asegura, había recuperado su inversión y alcanzado su objetivo de generar una renta mensual de USD 1.000, un monto variable de acuerdo a la dificultad de minado de la red y las condiciones del mercado de Ether. Con una vida útil de 5 años esos equipos continuaron haciendo su trabajo y con la inversión recuperada pasó a un nuevo nivel: el minado se transformó en un hobbie y en una pasión, por lo que se decidió a empezar a ofrecer granjas “llave en mano” para terceros.
“Empecé con familia y amigos, no podía dejar de hablarles del tema, y a partir de ellos pude probar que cualquiera puede meterse en esto. Es simplemente elegir un equipo, de acuerdo a la inversión que se desee hacer y al resultado que se quiera obtener, para enchufarlo en casa ya conectado a un pool de minado de ether, una billetera digital donde alojar a las cripto y con la posibilidad de supervisar todo desde una aplicación del celular”, comentó.
En los últimos meses, dada la aceleración de la inflación y las tensiones cambiarias, el interés por estos rigs para armar granjas hogareñas se disparó, aseguró Frías. Y eso hizo que el negocio saliera de familiares y amigos para pasar a ampliarse a más clientes. Para demostrar el funcionamiento, incluso, armó un showroom en su casa de Belgrano de manera tal de poder mostrar cómo es que funciona el mecanismo que, también, exhibe a través de su cuenta de Instagram @Valefrias__
En números
A la hora de saber cuánto dinero hay que invertir para montar una granja de criptomonedas hogareña, la respuesta no es lineal. Entre USD 3.000 y USD 22.000 es el rango de precio de los equipos que existen en el mercado hoy. Esa es la inversión inicial y, en base a ella, son distintos los costos de operación y rentabilidades esperadas.
Por ejemplo, para el equipo más económico se puede esperar un consumo eléctrico de $1.500 mensuales a cambio de una rentabilidad estimada de USD 160 mensuales, tomada a valores actuales de Ether, la moneda que extraen.
En el otro extremo, los equipos más caros, tienen un poder de minado mucho mayor que implica costos de consumo eléctrico de unos $15.000 mensuales con expectativas de obtener una renta mensual de USD 1.590 mensuales. Siempre, claro, sujeto a los vaivenes de los precios de las cripto.
“Pero más allá de lo que varía el valor de Ether, se trata de un activo que está dolarizado, se puede cambiar en cualquier momento por dólares cash. Con costos de la energía muy baratos y un peso que siempre tiende a caer frente al dólar, la rentabilidad puede variar pero es prácticamente que sea negativa”, concluyó Frías.
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