“La verdad, no me dejó nada”. Minutos después de que se encendieran las luces de Costa Salguero para despedir al 57° Coloquio de IDEA y mientras la mayoría de los invitados ya degustaba un almuerzo de cierre, un CEO se lamentaba con cierta crudeza de que el discurso del presidente Alberto Fernández no haya incluido mayores novedades para los oídos del círculo rojo, más allá de que hizo referencia a la inflación, al control de precios, a la negociación con el FMI y la falta de creación de empleo.
Fue una sensación que cruzó a buena parte de la platea de hombres y mujeres de negocios que escucharon al jefe de Estado, que brindó un discurso con algunos guiños a temas que se discutieron a lo largo de los tres días del Coloquio, como un sistema de empalme entre planes sociales y empleo, pero también con barreras: Fernández descartó revisar el esquema de indemnizaciones, otro pedido que sobrevoló el evento.
“Defender la asignación por despidos es desconocer lo que pasas en las negociaciones por despidos. Es el gran impedimento para que las pymes de algunos rubros tomen personal” (Blanco)
Entre bandejas de sushi y sándwiches gourmet de bondiola, no pocos le reconocieron al mandatario el gesto de haber acudido al cierre del Coloquio a pesar de que su presencia estaba descartada y que tuvo un tono no confrontativo ante los empresarios, aún en un contexto de campaña electoral, que exige ciertos gestos hacia el electorado propio.
“Fue un discurso en el que contestó algunas de las cosas que se dijeron a lo largo de Coloquio. Eso sí, poner como ejemplos a países nórdicos y a Australia, a los que no les va nada mal, no es correcto”, aseguró Miguel Blanco, coordinador del Foro de Convergencia empresarial.
“Este Gobierno no tiene vocación para discutir ningún esquema de reforma en el campo laboral. Además, defender la asignación por despidos es desconocer lo que ocurre en las negociaciones por despidos. Ese es el gran impedimento para que las pymes de algunos rubros tomen personal. Fernández dijo que el seguro de desempleo no funciona, pero en la construcción funciona perfecto, por ejemplo”, agregó el también CEO de Swiss Medical.
“Leyó, no improvisó, destaco eso. En parte canceló la idea de reforma laboral, pero no somos comparables con los países nórdicos, con quienes nos comparó. Estamos en campaña y queríamos escucharlos. Ya sabíamos más o menos qué iba a decir”, analizó Miguel Ángel Rodríguez, de Sinteplast y vicepresidente primero de la Unión Industrial Argentina (UIA).
“Está bueno el debate, celebro que el Presidente haya venido”, resumió Javier Goñi, CEO de Ledesma. “El Presidente está en campaña… qué va a decir. Es lo que uno esperaba. Dijo algo de precios de los alimentos, pero para hablar bien del tema habrá que esperar a las elecciones y luego seguir negociando”, dijo.
“¿Reforma laboral, sí o no? Depende a qué llamemos reforma. Hay que discutir convenios, y modernizar, pero no cambiar para precarizar” (De Mendiguren)
El que defendió la palabra presidencial fue Ignacio De Mendiguren, en su doble rol de funcionario a cargo del BICE e industrial: “Nada se construye sobre un cementerio de empresas, el año pasado asistimos al rescate más grande de la historia: nos pagaron los sueldos. ¿Reforma laboral sí o no? Depende a qué llamemos reforma. Hay que discutir convenios y modernizar, pero no cambiar para precarizar”, aseveró.
A uno de los que se los vio más enojados en el almuerzo fue a Miguel Arrigoni, de First Capital. “El exceso de leyes laborales genera bronca en el laburante y desidia en el empleador. Hay que hacer cambios y no se habló de eso hoy. Me gustaría un presidente que además de hablar venga a escuchar. Todos vienen a dar cátedra, ¿pero por qué no vino a escuchar los paneles laborales? Quizás hubiera cambiado de idea”, agregó.
La máxima ejecutiva de una empresa tecnológica mostró, entre las mesas ya desiertas del pabellón principal, camino al almuerzo, una decepción similar. “Los temas que se hablaron en el Coloquio son todos interesantes, pero es muy difícil pensar en el largo plazo, y menos en una discusión en medio de la campaña”, dijo. También deslizó con ironía que tiene pocas expectativas sobre el plan para empalmar planes y empleo formal: “Que Dios los ayude”.
“Estuvo bien que haya venido y que no nos insultó a todos. Los primeros 15 minutos pensé que era Charles De Gaulle, me gustó. Pero el resto, cuando nos compara con Finlandia y dijo que vamos a arreglar con el Fondo cuando estemos cómodos, fue un desvarío”, apuntó un importante banquero, gaseosa en mano y bajo estricto off the record.
“Yo no tenía demasiada expectativa en su discurso, siempre es muy bueno escucharlo, para debatir y en mi caso disentir” (Napoli)
“Hace 80 años que hablamos de lo mismo y nadie quiere asumir el costo de lo que hay que hacer. Lo gradual nunca funcionó. Hay que ver cómo se sale, pero de esta forma no es. Hay que hacer sintonía fina en estos dos años. Fue un discurso de barricada para otro público”, agregó a su lado otro hombre de la city porteña.
El presidente del Banco de Valores Juan Nápoli, dijo que el discurso del Presidente “estuvo dentro de lo que yo esperaba”. “Es muy loable recibir la visita de un Presidente, es lo que corresponde en un coloquio como este. Yo no tenía demasiada expectativa en su discurso, siempre es muy bueno escucharlo, para debatir y en mi caso disentir”, afirmó.
El pabellón de Costa Salguero tuvo, a diferencia de algunos paneles durante los tres días de Coloquio, asistencia completa y mesas llenas para escuchar a Alberto Fernández. Ni el ministro de Economía Martín Guzmán ni el de Desarrollo Productivo Matías Kulfas lograron acaparar la atención de la platea ejecutiva de IDEA, que este año volvió a la presencialidad tras un año de virtualidad en 2020, aunque lejos del tradicional encuentro en Mar del Plata.
El aplausómetro empresarial fue más benévolo para candidatos bonaerense con menos votos como José Luis Espert y Cynthia Hotton que para la oficialista Victoria Tolosa Paz o el principal postulante de Juntos, Diego Santilli. Alberto Fernández fue recibido y despedido con los aplausos de rigor, pero sin ningún entusiasmo. Guzmán -aunque fue una entrevista grabada- y Kulfas tampoco habían cosechado una repercusión mayor.
Alberto Fernández les prometió esta tarde a los empresarios que se reunieron en el Coloquio de Idea que la prohibición de despidos y la doble indemnización “no van a sostenerse en el tiempo”. Según explicó, fueron medidas adoptadas excepcionalmente por su Gobierno para atender la crisis económica provocada por la pandemia.
“Las medidas de excepción que hemos tomado: prohibición de despidos y doble indemnización, deben ser entendidas de ese modo. Han sido dispuestas en un momento de excepción y no van a sostenerse en el tiempo”, comentó el mandatario.
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