¿Cómo está parada la economía argentina ante el avance tecnológico que atraviesa el mundo? ¿Cuál es el potencial que tiene el país para no quedarse atrás en un contexto como el actual? Fueron algunas de las preguntas que intentó responderse el 57° Coloquio de IDEA en el arranque de su última jornada, que cerrará con un ambiente más político que ejecutivo, con la presencia de candidatos a las elecciones legislativas y con el presidente Alberto Fernández.
Distintos paneles con representantes de compañías ligadas a la tecnología, a la economía del conocimiento, científicos, autoridades de algunas ciudades de todo el país y expertos internacionales analizaron cómo está parada la Argentina en un escenario internacional de progreso tecnológico que cruza a todos los sectores productivos y que actualmente es uno de los factores que explican el poder de competitividad de una economía.
Expertos analizaron cómo está parada la Argentina en un escenario internacional de progreso tecnológico que cruza a todos los sectores productivos
El primer orador fue Oren Gershtein, ejecutivo de Ideality Roads, una compañía líder en innovación en Israel, que es uno de los países de avanzada en términos de innovación. Gershtein habló del caso israelí como un espejo en el que debería reflejarse la Argentina para tener un modelo hacia el cual dirigirse en términos de desarrollo de la ciencia y la tecnología. ”A mediados de los 80 Israel era un país diminuto con 400% de inflación y con el 60% de su territorio en zona desértica. Hoy Israel es una nación que tiene una de las mayores proporciones de empresas multinacionales que convirtieron a Israel en un polo tecnológico en todo el mundo. Y esto se traduce en repercusiones sociales y económicas”, dijo Gershtein.
El experto comentó cómo fue ese proceso por el cual el país pasó a ser una potencia mundial en ese rubro. “Uno no puede cruzar un precipicio con pasos pequeños, hay que dar un gran salto porque sino uno puede caerse. ¿Y cómo se relacionan estos saltos con el desarrollo? No hay evidencia de que algún ecosistema sea creado de forma espontánea ni que la sostenibilidad de los ecosistemas haya sido algo automático”, consideró.
Una de las ventajas más concretas que surgió como resultado de ese avance en ciencia y tecnología que tuvo Israel fue el ingreso de dólares por la exportación del conocimiento. “Otro aspecto del conocimento es que necesita herramientas, como la propiedad intelectual. Hay cientos de millones de dólares de un ingreso pasivo para patentes para proteger el conocimiento generado”, mencionó.
Por su parte, el empresario Nicolás Tognalli, Managing Partner de CITES, un fondo del grupo Sancor Seguros que se dedica a financiar emprendimientos ligados a la economía del conocimiento, apuntó que “innovar en la Argentina es posible. Pudimos hacerlo en una pequeña ciudad como Sunchales, en Santa Fe”.
“A mediados de los 80′ Israel era un país diminuto con 400% de inflación y con el 60% de su territorio en zona desértica, hoy tiene una de las mayores proporciones de empresas multinacionales” (Gershtein)
“Somos una ‘incubadora’ tecnológica, buscamos a los científicos y los acompañamos en un viaje que es muy cuesta arriba, que ese conocimiento llegue a convertirse en producto y hay que proveer no solo infraestructura, sino también empezar a desarrollar el lenguaje de los negocios, algo que en el sistema científico no se enseña demasiado”, dijo Tognalli.
“Hoy las naciones se miden en cuántos ingenieros y científicos hay por millón de habitantes y cuál es el peso de la tecnología en el PBI”, aseguró. En ese sentido, agregó que Israel es el país con mayor inversión en tecnología en relación al tamaño de su economía y que los países nórdicos son los que tienen la mayor cantidad de científicos e ingenieros. “Argentina tiene un modesto 0,4% del PBI en ciencia y tecnología y 1.000 científicos por millón de habitantes”, lo que consideró poco.
Gershtein concluyó en ese panel que “la economía del conocimiento no es un privilegio de economías en desarrollo, es un deber y una responsabilidad mutua del sector público y privado. Hoy puedo decir con certeza que la Argentina tiene todos los componentes para crear una nueva economía y ser líder moderno en el continente latinoamericano”, cerró.
Por su parte, el biólogo y divulgador científico Diego Golombek moderó un panel que llevó como nombre “La importancia de lo público y lo privado”. Golombek destacó que una de las cuestiones que atraviesa el desarrollo de un horizonte tecnológico en cualquier país es “cómo se interrelación entre el mundo público y privado para crear riqueza”.
De ese panel participaron, además, Federico Trucco (Bioceres) y Ana Franchi, del Conicet. Trucco mencionó que uno de los prejuicios a “a derrumbar es que los empresarios somos vivos que nos queremos quedar con el conocimiento o que los científicos son vagos que quieren solamente ser reconocidos por su conocimiento”, algo que, dijo a esta altura “parece anacrónico”.
“Es difícil innovar desde adentro. Se producen pequeños cambios que no son tan sustentables en el largo plazo. Necesitamos que sea viable y sustentable a lo largo del tiempo” (Cruz)
Por otro lado, afirmó que “en los últimos meses se duplicó la cantidad de empresas en la cámara argentina de biotecnología. Hace 24 meses esas empresas no existían”, explicó.
También fue parte Marta Cruz, titular de NXTP Venture, un fondo que apoya a emprendimientos ligados a este sector. “La mayoría de los habitantes del país y la región tiene dificultades para acceder a la inclusión financiera, herramientas tecnológicas para conseguir empleo en las empresas del conocimiento”, destacó.
“Y a las tradicionales les cuesta transformar hacia esa dirección. La tecnología fue el puente para que muchos puedan seguir trabajando durante la pandemia”, ejemplificó. “Es difícil innovar desde adentro. Se producen pequeños cambios que no son tan sustentables en el largo plazo. Necesitamos que sea viable y sustentable a lo largo del tiempo”, dijo Cruz.
“Chile históricamente tuvo mejores instituciones pero Argentina tiene más líderes innovadores. Están mejor posicionados de lo que ustedes mismos pueden creer” (Cowen)
Por último, Tyler Cowen, profesor de la George Mason University y experto en innovación, fue entrevistado por el CEO de HSBC Argentina Juan Marotta. El experto norteamericano mencionó que “el futuro será de los países que tengan empresas grandes que sean escalables. Las grandes empresas son las instituciones que pueden lograr hacer cosas”, continuó.
En ese sentido, dijo que América Latina tuvo avances en los últimos años con el surgimiento de startups y destacó: “Soy cautelosamente optimista del gran talento argentino pero hay retos en el corto plazo”.
“Chile -ejemplificó- históricamente tuvo mejores instituciones pero Argentina tiene más líderes innovadores. Me gusta pensar que Borges, Cortázar o Piazzolla son unicornios culturales. La fortaleza cultural argentina es más sólida. El carácter nacional argentino, la fuerza y la solidez es más fuerte en Argentina que en otros países, y encaja con casos como Elon Musk o Mark Zuckerberg. Están mejor posicionados de lo que ustedes mismos pueden creer”, concluyó Cowen.
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