En los últimos meses, las monedas nacionales generaron un fuerte interés por parte de los argentinos a raíz de que se viera en plataformas de comercio electrónico publicaciones de monedas de 1 peso argentino acuñadas en Inglaterra en 1995, que por un error en su reverso se ofrecen a un valor de hasta $50.000, por el solo hecho de que cuentan con un error que las hace únicas. En ese contexto, el numismático Ariel Dabbah afirmó que existe una moneda de oro de 2,5 pesos, acuñada en 1881, que por un defecto normativo tuvo solo una tirada de nueve unidades y cuyo valor puede ascender a 70.000 dólares.
Si bien las monedas argentinas de circulación legal parecían haber perdido interés, esta situación dio lugar a que se conocieran otras monedas, no solo con errores que las hacen más valiosas, sino también por su valor histórico que, en muchos casos, las convierten en grandes inversiones para coleccionistas y gente avezada.
“Estamos hablando de las monedas antiguas o de colección. Es un secreto que los numismáticos (así se denominan los coleccionistas y estudiosos del dinero antiguo) sabemos bien y que en contextos de alta emisión monetaria como el actual son un excelente refugio para mantenerse indexados y en el camino, disfrutar de un entretenido y enriquecedor pasatiempos”, escribió el especialista en el portal dolarhoy.com.
De acuerdo a Dabbah, los “Argentinos de Oro” son monedas de valor facial de 5 pesos acuñadas entre los años 1881 y 1896, de igual peso y tamaño que las mundialmente reconocidas libras esterlinas (Soberanos de Oro), y que se utilizan en las casas de cambio y joyerías como instrumentos para comerciar con el oro.
“Lo que no todos conocen es que los ´Argentinos de Oro´ tienen un hermano menor mucho más raro y valioso”, destacó Dabbah. En ese sentido, afirmó que en 1875 el Congreso Nacional definió el nuevo sistema monetario para el país estableciendo el patrón mixto de oro y plata como respaldo del Peso Fuerte Argentino. Y agregó que en 1881 se sancionó una nueva ley y se inauguró en Buenos Aires la Casa Nacional de Moneda, la cual emitió monedas de oro, plata y cobre, cuyo diseño fue esculpido por el francés Eugene Oudiné, de la Monnaie de Paris.
Según el numismático, la nueva ley de moneda establecía que se debían acuñar monedas de plata de 10, 20 y 50 centavos y de 1 peso, como así también monedas de 2,5 y 5 pesos en oro. “La acuñación de ´Argentinos de Oro´´ se inició de inmediato y fue profusa, en los primeros tres años se acuñaron más de un millón de monedas y en total, en los diez años que se emitieron se produjeron más de seis millones de piezas con el sello y las armas de la patria en el anverso y un rostro femenino con gorro frigio coronado por la palabra Libertad en el reverso”, detalló.
En ese contexto, indicó que si bien muchas de ellas han circulado entre la población y han sido usadas en los últimos cien años como una tradicional reserva de valor, la mayoría permanecieron atesoradas en bóvedas de la Caja de Conversión, el antecedente del Banco Central.
No obstante, destacó que durante la década del noventa, con los precios del metal en valores bajos, el BCRA se desprendió de gran parte de ellos y hasta pusieron en venta colecciones en cajas de pana roja con los 10 años diferentes acuñados.
Dabbah remarcó que estas colecciones, que por entonces se podían comprar por ventanilla a un valor de 800 pesos/dólares, hoy tienen un valor de cerca de USD 6.000 en el mercado de coleccionistas, casi un 30% por encima del valor internacional del oro que contienen.
Una norma mal hecha
Con un módulo de 19 milímetros y un peso de 4,03 gramos, las monedas de 2,5 pesos o “Medio Argentino” que mencionaba la ley medían tres milímetros menos y pesaban exactamente la mitad que los ya mencionados y conocidos “Argentinos de Oro”, destacó Dabbah.
Pero la norma, que establecía una mínima tolerancia en el fino de las monedas para garantizar su calidad, exigía el mismo margen para las monedas de 5 y 2,5 pesos, por lo que la medición exacta de la cantidad de oro de la moneda se hacía muy difícil, según el especialista.
“En resumidas cuentas, un error en la confección de la ley hizo que las hermanas menores de los ´Argentinos Oro´ fueran casi imposibles de fabricar. Por este motivo, el director de la Casa de Moneda, Eduardo Castilla, solicitó en sendas oportunidades la corrección de dicho margen a los legisladores, pero su petición nunca fue oída y optó por no acuñar dicha denominación”, detalló.
En tanto, Dabbah destacó que recién inaugurada la casa de moneda en 1881, se acuñaron unas pocas monedas de cada tipo para ser presentadas ante las autoridades de rigor, entre las cuales se incluyen nueve piezas de 2,5 pesos.
Es probable que aun teniendo el dinero a mano no le alcance la vida para esperar, porque tan solo hay tres piezas en manos privadas, otras cinco en museos o instituciones públicas y una novena que aún se desconoce su paradero
Y añadió que en el año 1884, el director realizó el primer intento de acuñar piezas de 2,5 pesos en forma masiva, pero nuevamente abandonó los esfuerzos por su enorme dificultad habiendo acuñado tan solo 421 piezas, por lo que la producción total de piezas de esa rara denominación ascendió a tan solo 430 entre los dos años que se acuñó.
“Afortunados los coleccionistas que pueden tener una de estas exclusivas piezas en su colección y afortunado también debe ser quien quiera adquirirlas. Las fechadas en 1884 se pueden conseguir en el mercado con un poco de esfuerzo y paciencia desembolsando una suma que puede variar entre 5 mil y 12 mil dólares, de acuerdo al estado de la pieza y la suerte en el negocio”, aseguró el numismático.
Y concluyó al afirmar que si alguien quiere una de las nueve piezas de 1881 ahí tendrá que desembolsar USD 70.000, según estimaciones subjetivas.
“Es probable que aun teniendo el dinero a mano no le alcance la vida para esperar, porque tan solo hay tres piezas en manos privadas, otras cinco en museos o instituciones públicas y una novena que aún se desconoce su paradero”, aseguró.
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