El gobierno de Alberto Fernández hará conocer a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, su beneplácito por la confirmación de su puesto al frente del organismo cuyo futuro estuvo en entredicho tras un escándalo por supuestas presiones indebidas en la elaboración de un informe del Banco Mundial en 2018. El lunes por la noche, el directorio del FMI, que había pasado las últimas 72 revisando el futuro de la funcionaria de origen búlgaro, la confirmó en el puesto.
La noticia cayó bien a la delegación que preside el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien se reunirá hoy por la tarde con Georgieva para intentar adelantar la renegociación de la deuda de US$ 44.000 millones que la Argentina tiene con el Fondo. En el encuentro, una de las tareas del funcionario será hacer llegar la alegría del presidente Fernández por la continuidad de la número uno del Fondo.
En la reunión, de acuerdo con información preliminar, también participará Sergio Chodos, representante argentino en el FMI. No asistirá Miguel Pesce, el director del Banco Central de la República Argentina, quien es parte de la delegación. Ambos funcionarios estaban reunidos hoy con la subdirectora del Departamento de Hemisferio Occidental, Julie Kozack, el jefe de la “misión Argentina”, Luis Cubeddu. Son encuentros de análisis técnico a la espera de la reunión con la directora gerente.
“Lo más probable es que hoy los argentinos puedan volver al camino de la negociación sin ese ruido del asunto Georgieva”
Durante la jornada de este martes, Guzmán también tiene previsto reunirse con el equipo del Tesoro norteamericano y celebrar reuniones bilaterales con pares del G20, iniciando con Indonesia. Una fuente del FMI consultada por Infobae aseguró que en esas reuniones Argentina intentará buscar aliados para que apoyen las negociaciones de renegociación ante el directorio, donde Estados Unidos tiene la voz más influyente.
De cualquier forma, la noticia sobre la continuidad de Georgieva llegó justo a tiempo para la delegación argentina y la reunión sostenida por el ministro Guzmán este día. Con las sombras de la destitución aclaradas por ahora, Argentina vuelve a la ruta inicial: aprovechar estas jornadas de otoño para cabildear en favor de sus posiciones en torno a la renegociación de la deuda y el asunto de la petición de eliminación de intereses -a lo que el directorio del Fondo ya dio una primera respuesta negativa.
En esa ruta de negociación, de acuerdo con una funcionaria del FMI consultada, vuelve a ser fundamental el peso de Washington. “Lo más probable es que hoy los argentinos puedan volver al camino de la negociación sin ese ruido (del asunto Georgieva). Dentro de la junta directiva Estados Unidos tiene el 16% de los votos, y si Estados Unidos no está convencido de las posiciones argentinas, y a eso se alinean otros del G20 no hay mucho que negociar”, dijo.
No es de extrañar, entonces, que Guzmán y su delegación enfoquen sus energías ahora en las reuniones con el G20.
Una directora más vigilada por Estados Unidos
La continuidad de Georgieva había acaparado todas las energías del directorio del FMI, y de la misma directora gerente, según varias fuentes consultadas por Infobae en las horas previas al arranque de las jornadas de otoño de la Asamblea Anual del Fondo y el Banco Mundial.
El directorio se había reunido ocho veces para tratar el asunto de Kristalina Georgieva, quien a mediados de septiembre fue señalada en un informe de ejercer presión para mejorar la posición de China en el informe “Doing business” de 2018 mientras ella era jefa de operaciones del Banco Mundial. Después de eso, Estados Unidos, había expresado desconfianza hacia Georgieva.
Las posiciones entre Georgieva y Estados Unidos en torno a la investigación sobre el informe Doing Business siguen siendo encontradas
Inició entonces una negociación interna entre Washington, la misma Georgieva y representantes de otros países europeos influyentes en el FMI, como Francia y Reino Unido, para definir si la búlgara continuaba. Las reuniones acapararon toda la atención de los involucrados desde el miércoles de la semana pasada, cuando el directorio escuchó el descargo de Georgieva. Tres fuentes del sistema multilateral consultadas por Infobae en días previos aseguraron que había, el lunes, prisa por resolver el asunto para que el FMI, el Banco Mundial y los estados socios pudiesen enfocarse en las reuniones de otoño.
La conclusión llegó con un doble mensaje, el del directorio del Fondo, que reiteró su “confianza plena” en Georgieva, y el del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que a través de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo que por la falta de más evidencias no había “bases para el cambio de liderazgo” en el FMI.
Yellen habló con Georgieva el lunes, antes de que el directorio del FMI hiciera pública su decisión final, para “discutir la seriedad de los temas expuestos por la investigación del reporte Doing Business del Banco Mundial”. La estadounidense también “expresó que su prioridad es preservar la integridad y credibilidad del Banco Mundial y el FMI”, lo que motivó la investigación.
La Secretaria del Tesoro, en su comunicación oficial, también lanzó una advertencia: el Departamento del Tesoro monitoreará de cerca y evaluará nuevos hechos o hallazgos que pudiesen surgir en el asunto del “Doing business 2018″. También pidió a Georgieva que renueve su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas y escrutinio público de decisiones clave del Fondo.
Infobae habló ayer con dos funcionarios latinoamericanos adscritos al sistema multilateral en Washington sobre el significado de este lenguaje. Uno de ellos consideró que la posición de Estados Unidos implica una especie de cláusula nueva para Georgieva, lo cual puede limitar su margen de maniobra política en lo interno.
“Es un condicionante si surge nueva evidencia. Ella queda más débil”, aseguró otra de las funcionarias consultadas, una diplomática centroamericana.
Lo que queda claro de las comunicaciones públicas en torno al caso, según esta funcionaria, es que hubo un acuerdo mínimo para la continuidad de Georgieva, pero también que las posiciones entre la directora y Estados Unidos en torno a la investigación siguen siendo encontradas.
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