La semana continuará con un freno sotto voce para los operadores y los bancos. Las recomendaciones de la Comisión Nacional de Valores (CNV) estarán más presentes que nunca, particularmente para frenar operaciones con el dólar contado con liquidación.
Es que el alma de la nueva estrategia es vender la menor cantidad de dólares posible a los importadores y controlar a los dólares financieros que son los alternativos cuando faltan las divisas oficiales. Las dificultades para conseguir dólares al precio oficial de $ 99, los obliga a mirar al mercado financiero para calcular sus costos de reposición. Si bien pueden comprar dólar MEP, deben transformarlo en contado con liquidación, con un costo adicional de entre 7 y 8% que es el valor del cable.
Esto no significa que pagarán las importaciones a $ 192 contra un dólar comercial que vale $ 99. Pero en el cálculo de los costos las empresas van a utilizar el dólar financiero que es el que les asegura la reposición del producto. El tema es que ese dólar es volátil hasta en el mercado oficial donde todos los días aumenta entre 40 y 50 centavos contra 4 centavos del mayorista. En el mercado libre, viene siendo controlado por el freno que impuso el Banco Central a bancos y operadores, pero no baja de $ 192.
El desequilibrio viene por ese costado y el Banco Central quiere minimizar sus intervenciones que bajaron a menos de USD 10 millones diarios contra más de USD 20 millones antes de las nuevas reglamentaciones y seguir comprando dólares, a costa de sacrificar importaciones que preanuncian con voz cada vez más alta un desabastecimiento de insumos clave.
Pero hay movimientos que van atrás de estas medidas. Los depósitos en pesos tanto a plazo fijo, como UVA y en dólares están estancados y con tendencia a disminuir, aunque los depósitos UVA como las LECER, que ajustan por el costo de vida van a renacer porque la inflación proyectada para setiembre no baja de 3% y se proyecta más alta para octubre.
La demanda de Letras y Bonos atados al precio del dólar oficial (dollar linked) continuará en alza al igual que la tasa de los fines de mes en el mercado de futuros del dólar, a partir de fin de noviembre. El mercado apuesta claramente a una devaluación que, a todas luces, es inevitable.
El mercado, además, está haciendo otra apuesta de riesgo. Las reuniones del ministro de Economía, Martín Guzmán, con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, trajeron tranquilidad más allá de la inestabilidad en el cargo de la directora del organismo. Saben que antes de las elecciones no habrá novedades pero que la deuda con el FMI de alguna manera hay que pagarla y que en las negociaciones impondrán condiciones a la Argentina. Hay exigencias a las que el FMI no renunciará, como el tipo de cambio y la quita de subsidios a las tarifas.
Por eso los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de bonos que cotizan en las Bolsas de Nueva York- relacionados con los servicios públicos, ayer tuvieron alzas importantes. Central Puerto aumentó 11,2% y Edenor 9,5%. También fue importante la suba de Pampa con 9,8% por el crecimiento del precio del barril de petróleo en el mundo que tocó los USD 80.
Hoy puede ser una buena rueda para las acciones y los bonos en pesos atados al dólar. No correrán la misma suerte los títulos de la deuda en dólares con ley extranjera que tuvieron importantes caídas en las bolsas del exterior el viernes y el lunes. El riesgo país superó de nuevo los 1.600 puntos básicos. Se puede esperar un leve rebote, pero hay una salida de dólares de países emergentes que preocupa porque la tasa de los bonos del Tesoro está en 1,64%.
Tal vez esta sea la última semana que los bancos y operadores jueguen con las manos atadas. La proximidad de las elecciones los va a volver más audaces y están reapareciendo nuevos arbitrajes. El “blue” vive del derrame de los dólares MEP, que hacen puré en este mercado que tiene más oferta que demanda. Sin embargo, en la medida que aumente el precio de los MEP oficiales y se acerque al “blue”, dejará de ser negocio esta operación.
Salvo imponderables, no se prevén grandes saltos en el mercado marginal. El cierre del jueves pasado fue demasiado tranquilo.
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