Desde Washington, EEUU - El directorio del Fondo Monetario Internacional se apresta a decidir, este mismo día, el futuro de su directora gerente, la economista búlgara Kristalina Georgieva, según dos fuentes del sistema multilateral consultadas por Infobae en Washington.
En el caso particular de Argentina, todo ocurre en momentos en que una delegación del gobierno del presidente Alberto Fernández, encabezada por el ministro de Economía Martín Guzmán, intenta renegociar en la capital estadounidense una deuda de US$44,000 millones con el FMI. La posible salida de Georgieva, hasta ahora afín a las pretensiones renegociadoras de los argentinos, puede poner las cosas cuesta arriba.
“Se espera que hoy se tome la decisión. Pronto empiezan los eventos principales y entiendo que hay presión para que el tema se defina, ya sea que ella se vaya o la dejen, para que esto no opaque las reuniones y para que esté claro quién va a dirigirlas”, dijo un diplomático latinoamericano, funcionario del sistema multilateral en Washington y quien habló con Infobae desde el anonimato por no estar autorizado a hacerlo en público.
“Se espera que hoy se tome la decisión. Pronto empiezan los eventos principales y entiendo que hay presión para que el tema se defina”
La cuenta regresiva sobre la situación de Georgieva empezó la semana pasada, el miércoles, cuando el directorio escuchó la defensa de la funcionaria a señalamientos por supuestamente haber alterado los resultados del informe “Doing business” del FMI de 2018 con el afán de beneficiar a China cuando ella era jefa de operaciones del Banco Mundial (BM)
El pasado 15 de septiembre, el BM hizo pública una investigación que había encomendado al bufete estadounidense WilmerHale sobre la confección del “Doing business”, el cual concluía que Georgieva y otros miembros de su staff habían influido de forma inadecuada en las conclusiones del reporte.
Cuando en 2018 Georgieva dirigió la elaboración del reporte, se negociaba el aumento de capital del BM, para el cual era importante el apoyo chino.
El asunto del “Doing business” ha empañado la gestión de la búlgara y ha acaparado titulares y discusiones internas en el FMI en un momento en que las multilaterales en Washington discuten políticas de apoyo para la recuperación económica tras la pandemia por Covid-19.
El distanciamiento de Estados Unidos
El viernes anterior, los miembros del directorio deliberaron durante al menos cuatro horas sobre el futuro de Kristalina Georgieva, y las discusiones continuaron a lo largo del fin de semana, según confirmó un diplomático latinoamericano.
Por ahora, de acuerdo con un funcionario centroamericano del FMI consultado, Georgieva cuenta con el respaldo de los principales países europeos, encabezados por Francia y Reino Unido, además del apoyo de la mayoría de países de bajos y medianos ingresos. Contra ella, Estados Unidos, el socio más poderoso del Fondo, y Japón, que suele votar en consonancia con Washington.
Georgieva cuenta con el respaldo de los principales países europeos, encabezados por Francia y Reino Unido, además del apoyo de la mayoría de países de bajos y medianos ingresos
“Ha hecho buen trabajo por estos países (de bajos y medianos ingresos), impulsando fondos de emergencia, condonación de interés, o impulsando programas para catástrofes y de reducción de pobreza”, dijo uno de los funcionarios que conversó con Infobae sobre el tema.
Cuando resultó electa, en 2019, Georgieva llegó al FMI entre aplausos. “Fue muy respaldada; llegaba como una gran técnica y apoyada por una buena gestión en el Banco Mundial”, resume uno de los funcionarios consultados.
En público, todo cambio a partir del 15 de septiembre, fecha de publicación del informe WilmerHale. Una semana después, Washington empezó a dar muestras de distanciamiento: el presidente estadounidense Joe Biden suspendió, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, una presentación pública que tenía programada con la directora gerente del FMI.
Los cuestionamientos de Estados Unidos a Georgieva aparecen, en principio, en el plano ético en las discusiones seguidas en Washington alrededor del tema. “Es un asunto de solvencia: si hay cuestionamientos internos, con qué solvencia dará (el Fondo) instrucciones a otros países”, dice uno de los funcionarios consultados, quien también matiza: “más allá de eso esto es también un reflejo de cómo se mueven las fuerzas políticas en estas instituciones”.
Una de las funcionarias que conversó con Infobae opinó que, en el sistema multilateral, el asunto de la ética es relativo, y puso como ejemplo el caso del médico estadounidense de origen coreano Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial cuando se confeccionó el “Doing business” 2018. Kim, durante cuya gestión se conocieron en el Banco graves denuncias por una cultura extendida de acoso sexual, renunció en silencio a principios de 2019. “Él nunca tuvo que responder por el ‘Doing business”, todo el peso ha recaído sobre ella”, dice la funcionaria.
Al final la decisión sobre Kristalina Georgieva puede llegar tan pronto como esta tarde. Lo que decida el directorio, dicen los funcionarios consultados, dependerá en gran medida de hasta dónde llegue la presión de Washington para destituirla.
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