Michael Saylor, el multimillonario fundador de la gigante del software Microstrategy, cree tener la solución para la Argentina.
El empresario cuya fortuna está estimada en USD 2.200 millones y reconocido creyente en la revolución de las criptomonedas se sumó a un intercambio en redes sociales sobre la realidad que vive el peso argentino y su pérdida de valor en comparación con el dólar. En ese contexto, no dudó en dar su receta para el país y para cualquier otro en el que la política monetaria ponga en riesgo los ahorros de los ciudadanos.
El diálogo en la red social Twitter fue con Steve Hanke, profesor de economía aplicada en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore. Hanke, quien además de ser profesor es investigador del centro de estudios CATO Institute en Washington D.C., publicó datos de la cotización del peso argentino en el mercado paralelo, el del dólar libre, y su separación respecto del tipo de cambio oficial en los últimos años.
“En Argentina, el banco central imprimió $250 mil millones de pesos en los primeros 22 días de septiembre, la mayor cantidad de cualquier mes en 2021. Fernández está financiando sus juergas de gastos con la imprenta. No es de extrañar que el peso haya perdido el 58,3% de su valor frente al dólar desde enero de 2020. Argentina está condenada”, escribió el economista en su cuenta de Twitter.
El análisis atrajo la atención de Saylor, que sumó su visión: “El problema en Argentina, aunque extremo, no es único”.
“Hoy, más que nunca, todos los países necesitan dinero sólido. Bitcoin es la solución y representa la esperanza para todos los que viven en una nación financiando el gasto con la imprenta”, tuiteó el empresario.
La convicción de Saylor es compartida por varios de los creyentes de Bitcoin. Plan B, un reconocido influencer del mundo de las criptomonedas y creador del modelo de stock-to-flow, comentó que los países con divisas débiles, como en el caso de El Salvador, obtendrían un beneficio al adoptar a Bitcoin como moneda de pago.
Según su lógica, invertir en sus divisas fallidas sería inútil, ya que casi no tienen margen de maniobra para pedir préstamos al Fondo Monetario Internacional (FMI) o para conseguir inversiones relevantes de entidades privadas al ser tan economías tan pequeñas.
“Si estos países adoptasen a Bitcoin como moneda de curso legal los inversores verían al país como una economía emergente, beneficiando a sus ciudadanos”, concluyó.
Ante las reiteradas crisis monetarias de la Argentina la idea no es tan original. En agosto de este año, incluso el presidente Alberto Fernández declaró que hay que “aprovechar lo bueno” que pueden ofrecer las criptomonedas durante su participación en el programa “Caja Negra”, añadiendo: “La mayor ventaja para nosotros es que de algún modo contienen lo inflacionario porque es una moneda dura”
En la entrevista, Fernández mostró una actitud abierta a la adopción de las criptos: “La discusión sobre el funcionamiento de las criptomonedas es mundial y debo confesar que es un tema de cuidado, en mi caso, por lo desconocido. Pero no hay que negarse, tal vez es un buen camino”.
“El problema en Argentina, aunque extremo, no es único” (Saylor)
Las declaraciones del presidente contrastan con la postura de Miguel Ángel Pesce, presidente del Banco Central, quien señaló recientemente que Bitcoin “no es un activo financiero”.
El presidente del BCRA agregó que no son deseados estos tipos de instrumentos dentro del mercado de cambios, ya que si esto sucediese efectivamente podría ser muy perjudicial para el instrumento (refiriéndose a Bitcoin) y para las regulaciones del BCRA, que poco control podrían efectuar sobre las transacciones entre las personas.
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