El dólar libre extendió la estabilidad en el inicio de octubre y se vendió a $186

Desde las PASO la divisa informal subió solo un peso, un 0,5%. La brecha cambiaria alcanza el 88,3%

El dólar libe finalizó ofrecido este viernes a $186 para la venta, sin variantes en el reducido comercio informal. En 2021 asciende 20 pesos o 12 por ciento.

En septiembre el billete informal tuvo una ganancia de 4,50 pesos o 2,5% mensual. No obstante, desde las PASO ganó apenas un peso o 0,5 por ciento. Durante la rueda del miércoles 29, el dólar “blue” llegó a negociarse a $187,50, un máximo en 2021.

El dólar mayorista terminó operado a $98,79, con una ganancia de cinco centavos. La brecha de precios entre el tipo de cambio oficial y el “blue” se ubica en el 88,3 por ciento.

De la mano de una demanda firme, el mercado mayorista continúa exhibiendo importantes montos negociados. Este viernes se operaron en el segmento de contado (spot) unos USD 451,5 millones, en una rueda donde el BCRA volvió a ser el principal oferente, por USD 55 millones, según estimaciones privadas.

El BCRA concluyó el ejercicio de septiembre con un saldo neto negativo por su participación en el mercado mayorista del orden de los USD 952 millones, el mes de mayores ventas desde octubre del año pasado (-USD 1.069 millones).

Hay que recordar que el trimestre septiembre-noviembre es por cuestiones estacionales un período negativo para las reservas del Central, pues la entidad se ve obligada a equilibrar la oferta mayorista en un lapso de merma de liquidación de exportaciones del agro, entre la cosecha gruesa de maíz y soja -concentrada en el segundo trimestre-, y la fina del trigo que se activa en el verano.

“Las reservas internacionales disminuyeron en septiembre USD 3.269 millones y finalizaron en USD 42.911 millones, producto de un pago al FMI de intereses de la deuda contraída bajo la administración de Macri (de USD 1.885 millones), y de las ventas del BCRA para regular los mercados de dólar”, precisaron desde Research for Traders.

“Más allá del alivio de corto plazo, la escasez de dólares y la limitada recuperación del poder de compra continuarán condicionando el margen de expansión del consumo y la producción, anticipando más cepo y la necesidad de mayores controles a las importaciones”, señaló Abeceb.

Un análisis realizado por Brian Torchia y Mariano González, de PGK Consultores, refirió que “una aceleración del gasto público puede generar expectativas inflacionarias al alza o una reducción más pausada de la misma y tensiones en el tipo de cambio real -atraso cambiario- en medio del cierre de las negociaciones con el FMI. Esto puede interpretarse como una posible dilación del acuerdo o incluso un aumento en las probabilidades de incluso no alcanzarlo, lo cual incrementaría las tensiones en aspectos más de índole financiero como ser riesgo país y probabilidad de repago de títulos públicos”.

Un informe de la Bolsa de Comercio de Córdoba puntualizó que “la apuesta del oficialismo de apelar a la ilusión monetaria fruto de una expansión del gasto público electoral, financiado con emisión monetaria, para intentar revertir la derrota del oficialismo en las PASO, puede no solamente tener un impacto limitado en la actividad económica sino también no guardar relación alguna con las preferencias electorales”.

“En cambio, ese aumento del gasto público en los próximos meses generará presiones sobre el tipo de cambio y la inflación, que complicarán las perspectivas económicas para 2022. Entre las medidas anunciadas, el fuerte incremento del salario mínimo, que habrá aumentado en más de 48% entre marzo y octubre, puede ser un arma de doble filo”, añadió el informe.

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