Con una fortuna personal de USD 201.100 millones, Elon Musk, el excéntrico y provocativo cofundador de, entre otras, empresas como Tesla, la automotriz más valiosa del mundo y principal fabricante mundial de vehículos eléctricos, la aeroespacial SpaceX, y Starlink, con la que pretende brindar servicios de internet satelital en todo el mundo, volvió a encabezar el ranking de multimillonarios que publica y actualiza la revista Forbes.
En el puesto dos, con USD 192.300 millones, quedó Jeffrey Bezos, el fundador de Amazon, que también tiene –a través de Blue Origin, objetivos espaciales, y en el tercero, con USD 175.700 millones, Bernard Arnault, principal accionista de la firma francesa de artículos de lujo LVMH (iniciales de Louis Vuitton y Moët Hennessy, aunque la empresa es dueña de más de 70 marcas de renombre).
A cierta distancia, un segundo pelotón de multimillonarios es encabezado por Bill Gates, el ya legendario cofundador de Microsoft, cuarto en el ranking general, con USD 129.600 millones, seguido por Mark Zuckerberg, el CEO de Facebook (quinto, USD 121.500 millones) y Larry Ellison, de Oracle (sexto, USD 119.600 millones).
En séptimo y octavo lugar se ubican Larry Page y Sergey Brin, los fundadores de Google, con fortunas de USD 115.300 millones y USD 111.100 millones, respectivamente, el el noveno aparece Warren Buffett, el mago de las finanzas y CEO de Berkshire Hathaway, una firma de inversión, y en el décimo el hombre más rico de Asia, Mukesh Ambani, nacido en Yemen y ahora ciudadano de la India, donde preside y es principal accionista de Reliance Industries, un conglomerado que abarca desde energía y petroquímica hasta telecomunicaciones, comercio minorista y textiles.
La danza de la fortuna
Al principio de la pandemia, en marzo de 2020, la fortuna de Bezos casi quintuplicaba la de Musk, entonces en USD 24.600 millones. Además, en agosto de ese año, gracias al explosivo crecimiento de Amazon, que se convirtió en el principal distribuidor minorista mundial de todo tipo de cosas, Bezos fue la primera persona del mundo en superar los USD 200.000 millones de riqueza personal.
Pero a principios de de 2021 Musk pasó al frente, gracias al crecimiento del valor de Tesla, cuya capitalización en el año previo creció un exuberante 720 por ciento. Desde entonces hubo cambios en el podio, que incluso llegó a encabezar el francés Arnault, ajeno a la rivalidad de egos, millones y proyectos entre Bezos y Musk.
En marzo de 2020, la fortuna de Bezos casi quintuplicaba la de Musk, y en agosto de ese año fue la primera persona del mundo cuya riqueza personal superó los USD 200.000 millones.
Fue por eso que cuando Forbes le informó que había vuelto a ser la persona más rica del mundo, Musk le dijo a la revista que enviaría a Bezos una medalla de plata y una estatua gigante en forma de número dos.
Musk había acusado a Bezos de copiarlo cuando anunció sus planes para brindar también servicios de internet satelital, y otra vez en junio pasado, cuando Amazon compró Zoox, una empresa que está desarrollando vehículos auto-guiados, para competir con Tesla.
En la carrera espacial, sin embargo, el que empezó antes fue Bezos, que fundó Blue Origin en el 2000, dos años antes de que Musk lanzara SpaceX. Y si bien la compañía de Musk va adelante en lanzamiento de vehículos espaciales y de satélites, en julio pasado Blue Origin, de Bezos, fue la primera en transportar civiles en un vuelo suborbital, cuya importancia fue ninguneada por Musk.
Al infinito y más allá
El excéntrico Musk ha dicho reiteradas veces que su principal objetivo es colonizar Marte. A lo que Bezos observó: “Haceme un favor: andá a vivir un año en la cima del Everest y fíjate si te gusta, porque es un paraíso comparado con Marte”.
Uno de los litigios entre las compañías de Musk y Bezos es por las órbitas satelitales asignadas por la Comisión de Comunicaciones de EEUU, que hizo que el fundador de Amazon acusara al de Tesla de “desalentar la competencia”. Fue entonces que Musk respondió que Bezos se había retirado de la posición de CEO de Amazon para dedicarse full time a presentar demandas contra SpaceX.
Otro motivo de discordia entre las compañías espaciales de Musk y Bezos gira en torno de los planes de la NASA para construir un nuevo vehículo para aterrizar en la Luna, para lo cual en abril pasado la agencia norteamericana le otorgó un contrato de USD 2.900 millones a SpaceX, tras rechazar un proyecto de Blue Origin. La compañía de Bezos amenazó entonces con una demanda judicial.
Musk aprovechó para descargar el largo entripado que tenía desde que su archirrival se había burlado de sus proyectos marcianos, y respondió: “Si hacer lobby y contratar abogados lo pusieran a uno en órbita, Bezos ya estaría en Plutón” (por el planeta, ahora considerado “exoplaneta”, más lejano del sistema solar).
Por ahora no hay vehículo tripulado que se anime tan lejos, pero aquí en la Tierra la competencia de egos y millones no le va a la zaga de las ambiciones espaciales.
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