Nada cambió el viernes. Toda la semana se vio la misma película. Dólar en alza, bonos de la deuda y acciones en baja. Lo único tranquilo fueron los futuros del dólar, por las ventas que hizo el Banco Central en los meses más críticos; fin de diciembre en adelante.
El cable -la operación que permite colocar dólares en el exterior pasándose de dólar MEP a contado con liquidación- siguió aumentando el costo y ahora está en 6%. El encarecimiento significa que es más el dinero que se fuga que el que entra.
El dólar contado con liquidación siguió muy negociado en el Senebi, el mercado donde las operaciones se hacen cara a cara entre el operador y el cliente y sus precios no se anotan en pantalla. Las operaciones contra acciones del Banco Galicia que cotizan en Nueva York, marcaron un valor de $ 193 (+$3) y de $ 192 cuando se trató de las Letras de Descuento (Ledes) que vencen a fin de mes. Lo que nadie sabe es si a última hora estos precios variaron y fueron más elevados porque había una demanda importante. En dos semanas, este dólar aumentó 9,65% y puede terminar el mes con alzas de dos dígitos. Ya superó largamente al precio del “blue”, que el viernes subió $ 1 y cerró a $ 186 pero sin fuerza. El MEP, con menos operaciones cerró a $ 181 en el Senebi.
Un noviembre demasiado lejos
En la plaza oficial, donde el bono AL30D es el instrumento para controlar al dólar MEP, porque allí el contado con liquidación es inexistente después de las últimas restricciones, se tuvieron que vender USD 33,6 millones, lo que aceleró el ritmo de intervención y genera más dudas si con estas reservas podrán llegar a noviembre. El MEP cerró a $ 173,42 con una suba de 11 centavos y el contado con liquidación a $ 173,51 (+9 centavos). En este universo cambiario que maneja el Central todo funciona como le gustaría al Gobierno. De hecho, no hay diferencia en el precio de ambos bonos por lo que el costo del cable es inexistente. Son paraísos artificiales que se logran depreciando el valor del AL30 y permite hacer enormes diferencias diarias a los que están en el mercado, arbitrándolos contra el GD30 que está 3 dólares más caro.
En la plaza oficial, donde el bono AL30D es el instrumento para controlar al dólar MEP, porque allí el contado con liquidación es inexistente, se tuvieron que vender USD 33,6 millones, lo que aceleró el ritmo de intervención y genera más dudas si con estas reservas podrán llegar a noviembre
Lo que se ve en el Senebi es que hay fondos del exterior que quedaron atrapados en pesos como Templeton y PIMCO. Entre ambos se estima que tienen el equivalente a más de USD 1.000 millones tomando un dólar de $ 190. Si siguen saliendo del país van a empujar el dólar a niveles impensables que obligarán a tomar más medidas de restricción. Pero desde el lado del Gobierno están pensando en una manera más lógica y menos traumática para detenerlos. Vieron que en una de las licitaciones no renovaron sus bonos CER porque pidieron tasas más elevadas que las que convalidó la Secretaría de Finanzas. Creen que si en las próximas licitaciones pueden retenerlos mejorará el panorama, porque no solo están empujando al contado con liquidación, sino que son activos vendedores de bonos en pesos, y los empujan a la baja.
En donde la suerte estuvo a favor, fue en el mercado oficial donde el dólar subió 4 centavos a $ 98,59 y el Banco Central pudo comprar USD 4 millones que atenuaron la caída de las reservas a USD 4 millones y quedaron en 43.131 millones.
Los bonos de la deuda en el exterior siguen castigados por la aversión al riesgo ante el cambio de humor de los mercados internacionales. Esta vez bajaron cerca de 1% en promedio y el riesgo país aumentó 14 unidades a 1.616 puntos básicos (+0,9%).
El fin del amor bursátil
La Bolsa fue víctima de la volatilidad y terminó una semana de subas y bajas, pero con un balance desfavorable. El hecho de que se hayan negociado el último día de la semana poco más de $ 500 millones muestra que desapareció el amor por las acciones. La euforia duró 24 horas, el día posterior a la derrota del oficialismo en las PASO. Pero este no es un problema solo de la Argentina, en el mundo los mercados accionarios están en problemas porque no solo se acabó el ciclo de alzas, sino porque la Reserva Federal de Estados Unidos va a comenzar a recortar su plan de ayuda, cayó una de las firmas de bienes raíces más grandes del mundo y en China se rechazaron todas las operaciones en criptomonedas.
Terminó así una semana fatídica. En la Argentina es poco lo que puede cambiar y eso es grave porque significa que se van a seguir consumiendo las reservas y que el dólar continuará en alza trasladándose a la inflación. Por otra parte, Templeton y Pimco tienen una oportunidad para no presionar a la suba del dólar. El martes hay una licitación de bonos donde el Tesoro pretende recaudar como mínimo $ 185 mil millones para renovar deuda y no obligar a emitir al Banco Central.
El menú del Tesoro comprende seis bonos de corto plazo porque saben que no pueden arriesgarse. Hoy el Gobierno no despierta la confianza necesaria para renovarle Letras y Bonos a largo plazo. Por eso licita tres títulos a tasa fija que vencen en diciembre, enero y febrero, dos letras indexadas por inflación a tasa Badlar (la que pagan a los inversores que hacen plazos fijos de más de $ 1 millón a 30 días) más una sobretasa de 5,25% que vencen en mayo y julio y un bono a tasa Badlar más 5,25% con vencimiento en febrero próximo. Como se ve, se decidieron a hacer más atractivas las tasas. Hasta las elecciones de noviembre todo vale para atraer capitales.
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