Después del pico de la crisis política post-PASO del oficialismo y con la reformulación del Gabinete, el Gobierno empezó a rearmar su agenda en vistas de las elecciones legislativas de noviembre. Una de las áreas que empezó a reactivarse es la de Comercio Interior, encabezada por Paula Español, una de las renunciantes testimoniales del miércoles 15 de septiembre, quien citó a los máximos ejecutivos de supermercados y empresas de consumo masivo para el día de mañana.
“Con el objetivo firme de que la recomposición de los ingresos fortalezca el poder adquisitivo de los salarios y no se traduzcan en suba de precios de los bienes y servicios básicos, la Secretaría de Comercio Interior citó a supermercados y empresas de consumo masivo a fin de establecer las reglas que permitirán en los próximos meses preservar la capacidad de compra en el mercado interno”, explicaron desde el entorno de Español, que durante la semana pasada retomó reuniones con supermercadistas y ejecutivos del sector de consumo masivo “para trabajar en una agenda determinada de precios, que tiene como objetivo cuidar el acceso a los productos de la canasta básica de las y los argentinos y evitar que se produzcan abusos”.
De este modo, el Gobierno quiere reiniciar su activismo de control y vigilancia de precios, después de haber dejado de lado el programa Precios Máximos. Con el sector supermercadista quedó en pie el programa Precios Cuidados y en junio instrumentó el programa Súper Cerca, por el que oficializó un listado de 70 productos con precios congelados hasta diciembre en productos de almacén (aceite, yerba), alimentos (fideos, arroz, polenta), lácteos, bebidas sin alcohol, productos de limpieza, higiene y cuidado personal, que según se anunció tendrían valores en promedio 7% más bajos en los llamados “comercios de proximidad”.
De CEOs
En la reunión de mañana, Español recibirá a CEOs de las principales cadenas de supermercados. La intención, indicaron desde Comercio Interior, secretaría que depende del ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas, es “trabajar una agenda común para que el incremento del consumo forme parte de la reactivación económica, apuntalando la producción y la creación de empleo”. Se trata, dijeron, de “los tres ejes fundamentales para poner en marcha la rueda de la economía y el crecimiento del país”.
Uno de los señalamientos de consultores y analistas fue que la agenda “expansiva” que se propone el gobierno para intentar revertir el resultado de las PASO -aumento del salario mínimo, bonos para jubilados, reapertura de paritarias (mañana sería la de trabajadoras y trabajadores de casas particulares) y aceleración de la ejecución de partidas de gasto presupuestario, incluida la obra pública, financiado esto último con mayor emisión monetaria- podría re-acelerar la tasa de inflación, que había venido decayendo lentamente en los últimos meses, hasta el 2,5% de aumento que marcó el Indec para los precios minoristas en agosto.
Todo indicaría que la función de Español en esta etapa de activismo gubernamental será, precisamente, contrarrestar la presión inflacionaria con acuerdos y vigilancia de precios. De hecho, desde su entorno indicaron que “el énfasis estará puesto en el cuidado del poder adquisitivo y la preservación del poder de compra, como prioridades de la gestión”.
Con el 2,5% de inflación de agosto, la inflación acumuló un 51,4 % en los últimos 12 meses, más de 32 puntos por encima de la pauta oficial de 29% para todo el año, aunque ya el propio ministro de Economía, Martín Guzmán, proyectó en el Presupuesto 2022 que la inflación cerrará este año en 45 por ciento.
El dato de agosto se conoció el martes 14 de septiembre, dos días después de las derrota del Gobierno en las PASO. En ese momento, Guzmán destacó que “la inflación mensual lleva 5 meses consecutivos en baja: 4,8% en marzo; 4,1% en abril; 3,3% en mayo; 3,2% en junio y julio y 2,5% en agosto”.
En todo caso, la lectura oficial es que ese ritmo de reducción no fue suficiente. Español parece ser la convocada para acelerarlo.
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