La sorpresiva derrota del oficialismo en las primarias legislativas del 12 de septiembre trajo repercusiones contrarias a las previstas.
Aunque la reacción inicial fue la de un salto alcista de hasta 10% para las acciones el lunes siguiente, y una caída de tres pesos -desde $185 a $182- para el dólar libre, la disputa interna de la coalición gobernante resuelta en un cambio de gabinete y medidas en pos de la expansión del gasto y el déficit públicos llevaron a un repliegue de los inversores.
En las siguientes dos semanas, los bonos Globales perdieron un 8%, las acciones perdieron 12% en dólares, mientras que se “recalentaron” las cotizaciones del dólar Bolsa, ahora por encima del “blue”, y que tocaron un máximo de $194 en acciones, con una brecha cambiaria que llegó al 94%, la más amplia en once meses.
“Puede ser que haya inversores que están tratando de sacar dólares al exterior, que algo hay pero no creo que sea nada más que eso. También hay la opción de un inversor que quiera comprar un activo que tenga una referencia en dólares” (Buteler)
El analista financiero Christian Buteler explicó a Infobae que “cada dólar tiene su particularidad. El MEP es un dólar que se compra y liquida acá y el contado con liquidación o Cable lo comprás acá y te liquida en el exterior. Y el ‘blue’ es el informal. Si bien siempre hay un tipo de relación entre ellos -hay un arbitraje-, a veces puede pasar que por algún motivo alguno se escape”.
¿Qué hay detrás de la brecha?
El contado con liquidación implícito en acciones argentinas que se negocian en simultáneo en la Bolsa porteña y en Wall Street llegó a los $194 el viernes en los títulos más representativos: Grupo Financiero Galicia e YPF.
La brecha cambiaria respecto del dólar mayorista -a $98,56- tocó el 97% y fue la más amplia desde octubre de 2020, cuando el crecimiento de los contagios de COVID-19 incrementaba los temores sobre una profundización de la recesión económica.
“En el caso del contado con liquidación creo que hay dos motivos -continuó Buteler-. Puede ser que haya inversores que están tratando de sacar dólares al exterior, que algo hay pero no creo que sea nada más que eso. También hay la opción de un inversor que quiera comprar un activo que tenga una referencia en dólares”.
“Si yo compro -supongamos- YPF, que si bien es una acción del mercado local, como se opera más en EEUU, el precio de referencia real es mucho más el de allá que el de acá. Entonces es una forma de dolarizar mi cartera de tomar un activo que tiene una referencia en dólares, como cuando se compra un Cedear, aunque en este caso que ya es una empresa del exterior que también cotiza y tiene su actividad allá”, describió Buteler.
“Podemos estar viendo una mezcla de más gente que está intentando sacar la plata y otra gente que busca a ese tipo de activo para dolarizarse. Entonces ¿qué pasa? El movimiento en Argentina sube -en pesos- y en el exterior sube menos o baja -en dólares-. Cuando hacés la cuenta, te da un contado con liquidación más alto. Como el contado con liquidación es una relación entre la cotización de acá con la cotización de allá, da ese resultado”, puntualizó el analista.
El factor político
Hoy los temores se vinculan a la política, con las elecciones legislativas del 14 de noviembre en el horizonte, pues las expectativas ahora están puestas en una expansión de pesos para mejorar el poder adquisitivo y el consumo en el corto plazo, pero que impactarán en las cuentas públicas.
Los bonos Globales retrocedieron a sus precios más bajos desde marzo y el riesgo país subió por encima de los 1.600 puntos
Dado el “sismo” político dentro del Frente de Todos, la consultora Torino Economics no descarta un escenario en el cual la administración Fernández se “radicalice” antes de las elecciones de noviembre, a través de la implementación de una serie de “políticas de corte más expansivo en términos de gasto fiscal, que se traduzcan en mayores tensiones para los desequilibrios macroeconómicos, en especial del déficit fiscal y la brecha cambiaria entre el dólar paralelo -blue- y el tipo de cambio oficial”.
El dólar libre alcanzó un récord de $195 el 23 de octubre del año pasado, con una brecha de casi 150% respecto del tipo de cambio oficial, la más grande desde la hiperinflación, en marzo de 1989. El último récord del “blue” fue de corto alcance, pues una semana después, el 30 de octubre, cotizó debajo de los $170, y el 10 de noviembre llegó a operarse debajo de los 150 pesos.
Ahora, Torino Economics estima un escenario base donde “el ciclo electoral de cara a las elecciones de noviembre estará marcado por un aumento del gasto a través de la implementación de una serie de políticas tales como la restitución de asistencias sociales, bajo un esquema similar al IFE, hacia aquellos sectores de la población que no han podido recuperar su poder adquisitivo luego del impacto del COVID-19″, en un contexto en el cual “las liquidaciones por exportaciones desde el sector agrícola se reducirán, lo que a su vez hará más estrecho el margen de maniobra del que dispondrá el Banco Central para recuperar el nivel de reservas líquidas”.
Por lo tanto, el corto plazo apunta hacia una tendencia alcista de los dólares paralelos y una ampliación de la brecha que, en las actuales circunstancias, no parecen un fenómeno pasajero, como ocurrió once meses atrás.
Nicolás Chiesa, director de Portfolio Personal Inversiones, señaló que “la lectura que hizo el mercado del nuevo gabinete, cómo fue elegido y la incertidumbre que hubo en torno al tema, generó mucho ruido en el mercado y automáticamente, los precios de los activos cayeron, sufrieron mucho. Incluso el tipo de cambio, si miramos el contado con liquidación reaccionó al alza”. Y acotó que “dentro de este contexto, es de esperar que continúe la presión sobre el tipo de cambio, viendo el impacto de las medidas que el Gobierno está implementando”.
En la semana, el panel S&P Merval perdió 5,5% en pesos, a 74.180 puntos, y quedó un 11,6% abajo del récord nominal de 83.923 puntos al promediar la sesión del 13 de septiembre. En dólares, la caída semanal del Merval fue del 9,8 por ciento.
Un informe de Delphost Investment refirió que “falta mucho tiempo para las elecciones presidenciales y en el corto plazo la brecha puede seguir creciendo”.
Las acciones argentinas terminaron con una baja semanal de casi 10% en dólares, mientras que los bonos cedieron 6%
“En menor medida no descartamos que los inversores hayan elevado su preocupación por cuestiones estructurales argentinas y la falta de dólares provenientes del sector exportador, sumado a la elevada dependencia de la actividad económica a las importaciones, lo cual acelera el deterioro de las reservas”, indicó el análisis de Delphos Investment.
La incertidumbre política también fue un duro castigo para los títulos de deuda soberana. En el balance de la semana, los bonos Globales en dólares se desplomaron en un rango del 6% al 7%, mientras que el riesgo país escaló más de 100 unidades, para acomodarse holgadamente sobre los 1.600 puntos básicos.
El analista financiero Luis Palma Cané aportó que “la gente no cree en el Gobierno, el Presidente y los ministros. No tenemos moneda y el dólar en estos valores es insostenible. El dólar se va a seguir disparando al ritmo de la inflación mensual”. Además el economista advirtió que “la emisión de pesos va a seguir pegando en la inflación por meses y quizás años. Este ritmo de emisión de pesos que nadie quiere, es insostenible en el tiempo y va a llevar el índice de inflación por encima del 50% al cierre de este año”.
Un informe de Invecq Consultora Económica refirió que “el mercado tiene elementos para ser optimista y pesimista al mismo tiempo. La posibilidad, ahora más certera, de la finalización de un Gobierno con un fuerte sesgo anti-mercado a partir de 2023, por un lado; y el riesgo de radicalización política y económica con mayor inestabilidad macroeconómica, por el otro”.
SEGUIR LEYENDO: