La increíble historia de “8 Escudos”, la moneda más cara de Argentina: cuánto vale y por qué es tan famosa

Es la primera moneda de oro acuñada con el sello de la patria. Uno de los pocos ejemplares que existe fue rematado en 2008 en Estados Unidos

Guardar
Es la imagen se puede
Es la imagen se puede ver la primera moneda de oro acuñada con el sello de la patria

En las últimas horas hubo revuelo numismático, al menos en el segmento de los legos en la materia. Infobae informó que en las plataformas de comercio electrónico existen publicaciones de monedas de 1 peso argentino acuñadas en Inglaterra en 1995, que por un error en su reverso -dicen “Provingias” del Río de La Plata, en lugar de “Provincias”- se ofrecen a la venta por un valor de hasta 50.000 pesos. El mismo artículo señalaba que por su gran volumen circulante –unos 56 millones de unidades– su valor es mucho menor.

Hay muchas piezas de “Provingias”, pero el mundo de las monedas argentinas tiene otras sorpresas, verdaderamente muy costosas. La moneda argentina de mayor valor que se puede encontrar en el mercado es la histórica y reputada “8 escudos”.

La pieza alcanzó el precio más elevado en una subasta que fue llevada a cabo el 26 de mayo de 2008 en Estados Unidos. Se pagaron nada más y nada menos que 161.000 dólares. Se trató de la subasta más importante de los últimos años, de la “Colección Millenia”. Según Ariel Dabbah, coleccionista con más de 20 años de experiencia, en la numismática argentina existen muchas piezas emblemáticas y codiciadas, pero ninguna desvela tanto a los expertos como la 8 Escudos. Fue acuñada en 1813 y fue la primera fabricada en oro y que llevó el sello de la patria.

La pieza en cuestión fue subastada en los Estados Unidos por la casa Ira & Larry Goldberg y fue expertizada y poseída previamente por los numismáticos argentinos de mayor renombre

La misma fue diseñadas por José Antonio de Sierra y producida en la ciudad de Potosí, que por el año 1813 cayó bajo el control del Ejercito Libertador Patriota liderado por el General Manuel Belgrano. “Nadie sabe con precisión cuántas de estas piezas se acuñaron en total, pero lo cierto es que hoy en día solo se conocen unos pocos ejemplares”, dijo el especialista a Infobae.

“La pieza en cuestión fue subastada en los Estados Unidos por la casa Ira & Larry Goldberg y fue expertizada y poseída previamente por los numismáticos argentinos de mayor renombre, Hector Carlos Janson y Alberto Derman, quienes, además de garantizar su autenticidad, coincidieron en que se trata del mejor ejemplar conocido hasta el momento”, detalló el numismático.

La valiosa moneda es de Oro 875 milésimos y tiene un peso de 27 gramos. Su módulo es de 35.3 milímetros y su canto es Estriado Oblicuo. Es el mismo diseño representado en el centro de la moneda de un peso de circulación actual.

En la foto se observa
En la foto se observa una de las monedas de 1 peso argentino acuñadas en Inglaterra en 1995, que tienen un error en su reverso –dicen “Provingias” del Río de La Plata

Cabe recordar que el 13 de abril de 1813 las autoridades de las Provincias del Río de la Plata, con asiento en la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires, recibieron el mandato de la Asamblea representativa de la mayoría de los pueblos integrantes del ex Virreinato del Río de la Plata de crear las primeras monedas propias, en un claro síntoma independentista, luego concretado a través de los congresos del Arroyo de la China de 1815 y de San Miguel de Tucumán, de 1816.

Según Ariel Dabbah, en la numismática argentina existen muchas piezas emblemáticas y codiciadas, pero ninguna despierta tantos sentimientos como la moneda de 8 Escudos de 1813

Ese día, la Asamblea del Año XIII decidió emitir una moneda de oro y otra de plata siguiendo las normas en materia de ley y peso que las que por entonces regían en el decadente imperio español desde los tiempos del rey Carlos IV, padre del por entonces monarca Fernando VII, pero con un diseño acorde con la independencia.

La decisión fue comunicada al poder ejecutivo constituido por el denominado Segundo Triunvirato integrado en ese momento por Nicolás Rodríguez Peña, Antonio Álvarez Jonte y José Julián Pérez, con Manuel José García como secretario, quiénes recién el 28 de julio, tres meses y medio después, convalidaron esa decisión para que las monedas así creadas pudiesen comenzar a ser acuñadas en la ceca de Potosí, en el Alto Perú, la actual Bolivia.

Zona minera abandonada y recuperada

Esa zona minera debió ser abandonada por los patriotas tras el desastre de Huaqui de 1811, pero fue recuperada el 20 de febrero de 1813 con la victoria de Belgrano en la Batalla de Salta. Eso permitió obtener los minerales preciosos para acuñar las nuevas monedas, entre las que hubo variantes en sus presentaciones a partir del mismo 1813, pero siempre dejando en evidencia el espíritu de libertad bajo la consigna “En Unión y Libertad” y al dorso “Provincias del Río de la Plata”.

La victoria de Belgrano en
La victoria de Belgrano en la Batalla de Salta permitió obtener los minerales preciosos para acuñar las nuevas monedas que había dispuesto la Asamblea del Año XIII

La carencia de matrices y otros elementos utilizables hizo que además de ciertas variantes de diseño, cada moneda tuviese matices que la diferenciaba de las restantes tanto en el caso de las de plata como en las de oro.

Ambas tenían una cara con centro en el sol y la otra con el escudo rodeando al primero las letras de la leyenda “Provincias del Rio de la Plata” y al segundo “En Unión y Libertad”, aunque en el caso de la de oro se agregaban otros elementos como la bandera, debiendo señalarse que en la acuñación se alteró lo aprobado por la Asamblea del Año XIII y convalidado por el Segundo Triunvirato ya que mientras la norma era que el escudo fuera el anverso y el sol el reverso en la ceca potosina se hizo exactamente lo contrario.

De esa manera las Provincias del Río de la Plata que comprendían los actuales territorios de la Argentina, el Uruguay, Bolivia y parte de Chile y Brasil, se convirtieron en el primer estado de Iberoamérica en acuñar una moneda propia remarcando su clara decisión de independizarse del poder colonial de la corona española, algunos de cuyos ejemplares son obtenibles en el mercado de coleccionistas.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar