Tras el envío del proyecto de Presupuesto 2022 en el Congreso la semana pasada, luego de la derrota electoral y en medio de la fuerte crisis política que derivó en un cambio de Gabinete, el equipo económico resistió -por lo menos hasta ahora- y está abocado a defender su gestión, a pesar de las críticas recibidas desde el ala más dura del kirchnerismo.
En esta línea, es que el ministro Martín Guzmán, contradijo a la vicepresidenta Cristina Fernández, respecto de sus declaraciones sobre el supuesto ajuste fiscal realizado en lo que va del año. “Hay un diálogo muy franco sobre la base de convicciones. Ella es muy honesta en lo que manifestó en la carta. Consideró que había un ajuste fiscal. Pero ha habido una política fiscal expansiva”, dijo el ministro en declaraciones radiales, en respuesta a la misiva en la que la Vicepresidenta hace una clara crítica al manejo de la economía.
Con la misma lógica de defensa de su estrategia, que igualmente tuvo que modificar tras el resultado de las PASO, es que el equipo económico comenzó a realizar algunos encuentros con referentes de peso del mercado para intentar transmitirles confianza y certidumbre sobre cómo cerrarán las cuentas este año y en base a qué proyectan un 2022 con 4% de crecimiento y 33% de inflación.
Más allá de la película que imaginan en Economía y que plasmaron en las cifras del Presupuesto, no resulta creíble para la gran mayoría de los economistas, quienes advirtieron casi en masa acerca de las “inconsistencias” del proyecto
El primer encuentro tuvo lugar este martes en el Palacio de Hacienda y participaron referentes de algunas consultoras económicas y algunas Alycs (Agentes de liquidación y compensación). Del lado oficial, si bien no participó el ministro, sí lo hicieron varios de los secretarios y subsecretarios, entre los que figuran Rafael Brigo (Finanzas); Raúl Rigo (Hacienda) y Fernando Morra (Política Económica). Los funcionarios hicieron un repaso de las cifras del proyecto de Presupuesto e intentaron explicar los principales números, aunque con las limitaciones que impone la política; que quedaron más que claras durante este año y frente al debate generado luego de la derrota electoral.
“Quieren explicarle al mercado cómo están previendo la economía, pero tienen un problema de base, que es el hecho de que se trata de un Ministerio que no está empoderado; entonces, pueden explicar a medias los números”, afirmó ante Infobae uno de los participantes del encuentro. Y agregó: “Plantean un escenario posible, pero poco probable. Yo no veo tanta fuente de crecimiento como esperan en el Gobierno, así como tampoco una inflación tan baja”.
Vale recordar que los supuestos macroeconómicos de la iniciativa, que buscará ser defendida por Guzmán ante los legisladores probablemente la semana próxima, son los siguientes: crecimiento de 4%, inflación de 33%, tipo de cambio en $ 131,1 para fin de año y un déficit primario de 3,3% del PBI. Para este año, el rojo fiscal antes del pago de intereses fue ratificado en 4% del producto (implicará que el gasto crecerá fuertemente hasta fin de año, ya que a agosto acumula 1% del PBI), el crecimiento en 8% y la inflación, 45,1 por ciento. La proyección de tipo de cambio no refleja cambios y se mantiene la pauta de $ 102 para diciembre.
Más allá de la película que imaginan en Economía, y que plasmaron en las cifras del Presupuesto, no resulta creíble para la gran mayoría de los economistas, quienes advirtieron casi en masa acerca de las “inconsistencias” del proyecto, en el encuentro del martes los funcionarios reconocieron que las proyecciones fueron realizadas en base a supuestos que ni ellos saben si podrán cumplirse. Por ejemplo, ¿qué pasará con las tarifas de servicios públicos? ¿Y con las de transporte? ¿qué sucederá finalmente con el acuerdo con el FMI?
Otra fuente de las que participó del encuentro resumió: “Explicaron los supuestos macroeconómicos, la consistencia de los números fiscales y del programa financiero, todo suponiendo que el acuerdo con el Fondo se logra más temprano que tarde. También se prevé baja de subsidios y admiten que se trabaja en la segmentación tarifaria pero no tienen el control como para saber cuánto subirán las tarifas”. De hecho, Guzmán tenía previsto para este año ajustar los servicios públicos entre 20% y 30%, justamente con el fin de evitar un aumento de los subsidios en términos del PBI y no lo logró. La política se interpuso y los ajustes en gas y electricidad fueron del 6% y 9%, respectivamente.
Sobre el programa financiero, el equipo de Finanzas explicó que se prevé mayores fondos frescos de organismos -si se concreta el acuerdo con el FMI-, además de la asistencia monetaria del BCRA, que ascendería al 1,8% del PBI (la mitad que este año), el roll over de los vencimientos y la obtención, por parte del mercado, de financiamiento neto. Pero también en este punto hay dudas, ya que este año no se está pudiendo lograr el nivel de colocación de deuda en pesos prevista. “Tenemos que ver cómo cierra el 2021. Creo que van a poder captar fondos, pero menos de lo que esperaban a comienzos de año. El equipo económico ya cubrió $ 400.000 millones de los $ 800.000 millones estimados, y algo más esperan obtener”, dijo uno de los asistentes.
En Economía anticipan que habrá más encuentros en las próximas semanas con consultoras y representantes de entidades financieras. Aunque cada vez sea mayor el cerco que la política le está poniendo al manejo de la economía.
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