Un mes atrás, el 23 de agosto, el arribo de una ampliación de los Derechos Especiales de Giro (DEG) que el Fondo Monetario Internacional distribuye entre los países miembros, le aportaron una inyección de USD 4.334 millones equivalentes a las reservas internacionales del Banco Central. Las reservas brutas superaron así los USD 46.000 millones por primera vez desde octubre de 2019.
Pero la última semana de agosto también significó un punto de inflexión para las reservas, pues una alta demanda por importaciones combinada con una merma estacional en los ingresos por exportaciones del agro, obligó al BCRA a efectuar ventas en la mayor parte de las ruedas en el mercado de cambios para apuntalar la oferta y contener una suba más acelerada del dólar oficial.
El “estrés” sobre las reservas se produce porque el refuerzo para los activos provino de un préstamo -los DEG del Fondo-, pero la entidad utiliza dólares líquidos para actuar en el mercado de contado, y también en la Bolsa, donde sacrifica divisas para comprar bonos y actuar sobre el tipo de cambio implícito del MEP y el “contado con liquidación”.
A este ritmo, los analistas prevén que las reservas netas líquidas del Banco Central podrían agotarse a la fecha de las elecciones de noviembre, si continua las ventas de divisas para mantener pisado el precio del dólar oficial mayorista.
Las reservas brutas hoy superan los USD 45.000 millones, pero las estrictamente líquidas y útiles para intervenir en el mercado son inferiores a los USD 3.000 millones, al descontarse el “swap” de monedas con el Banco Popular de China, los DEG, depósitos privado y el oro , entre otros conceptos -aunque hay que aclarar que el oro es fácilmente convertible a divisas de ser preciso-.
Según el balance semanal del BCRA, actualizado al 15 de septiembre, las reservas netas contabilizaban unos USD 6.200 millones, y las estrictamente líquidas, cerca de los USD 2.700 millones.
El Banco Central vendió en el mercado un saldo neto de más de USD 1.000 millones en menos de un mes
Para este cálculo, a los activos internacionales brutos de USD 45.681 millones se les descuentan USD 20.192 millones correspondientes al swap de monedas con el Banco Popular de China (a 6,4383 yuanes por dólar el 15 de septiembre), otros USD 4.810,3 millones por las Asignaciones DEG (Derechos Especiales de Giro del FMI, descontada la Contrapartida de Asignaciones de DEG); USD 3.155,4 millones por el préstamo del BIS (Banco Internacional de Pagos de Basilea, deducida la Contrapartida del Uso del Tramo de Reservas) y los encajes al sector privado por USD 11.289 millones (diferencia entre depósitos privados en efectivo en moneda extranjera por USD 16.363 millones y préstamos por USD 5.074 millones).
Las reservas netas de la entidad quedaron, según el balance consolidado, en unos 6.234 millones. Si además se le descuenta las tenencias de oro (USD 3.556 millones el 15 de septiembre), los activos líquidos, y por lo tanto utilizables para intervenir directamente en el mercado, se reducen a unos USD 2.678,3 millones.
Un informe de la GRA Consultora (Gabriel Rubinstein & Asociados), señaló que “en últimos 18 días hábiles el Banco Central vendió más de USD 1.000 millones. Para comprar un stock similar tardó el doble de tiempo entre julio y agosto”. El reporte proyectó que, al ritmo actual de ventas, considerando Derechos Especiales de Giro (DEG) y su uso, las “reservas netas líquidas llegan sólo hasta las elecciones”.
Por otra parte, GRA Consultora subrayó que “sigue firme el uso de divisas para frenar el contado con liquidación. La crisis política que apunta a saldarse -en parte- con más gasto para tratar de mejorar la performance oficialista en noviembre, presionará aún más las brechas obligando a mayor nivel de intervenciones”.
Tanto las reservas netas como las líquidas regresaron a los niveles que exhibían en mayo y se redujeron a la mitad desde el reciente máximo del 19 de julio, cuando contabilizaban cerca de USD 8.200 millones y USD 4.600 millones, respectivamente.
Un informe de Portfolio Personal Inversiones advirtió que “de seguir interviniendo diariamente con USD 50 millones en MULC (Mercado Único y Libre de Cambios) y USD 20 millones en la brecha cambiaria, considerando los pagos de deuda a bonistas privados -soberanos y subsoberanos- y a organismos, las reservas netas líquidas quedarían en torno a cero el 26 de octubre, y las netas en torno a USD 3.400 millones”.
“A nivel cambiario, continúa toda la atención concentrada en los saldos diarios de las intervenciones del BCRA, ya que el drenaje de las últimas ruedas sigue acentuando la presión sobre las reservas netas”, señaló el economista Gustavo Ber.
Se deteriora la calidad de las reservas
Si bien es cierto que los DEG aportados por el FMI en agosto compensan la baja de reservas por los vencimientos con el propio organismo hasta fin de año, la naturaleza de la operatoria financiera efectuada entre el Tesoro nacional y el Banco Central implica una pérdida de calidad en los activos.
“Cuando el Tesoro deba pagarle al FMI los próximos vencimientos, le cambiará al BCRA una Letra Intransferible en dólares a cambio de los DEG. La hoja de balance del BCRA queda dañada, al cambiar un activo con valor de mercado -como los DEG- por otro sin valor de mercado -como las Letras Intransferibles-. Esta operación no implica afectación sobre las Reservas Netas de la autoridad monetaria”, explicaron desde Portfolio Personal.
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